Frunzo el ceño.
Reconozco esa voz y la sangre se me congela.No me lo esperaba para nada.
Hace unos cuantos meses que no recibo una llamada suya. Algo ha tenido que ocurrir.—¿De qué hay que hablar?
–respondo tensa.—Prefiero vernos en persona. ¿Qué haces ahora? Tengo un hueco libre.
Aprieto los labios y aprieto la mano contra el volante fuertemente, dejando los nudillos blancos.
—He salido del trabajo. Estoy libre.
—Perfecto. Nos vemos en tu casa.
Sin decir nada más, cuelga.
Maldigo en voz baja y sigo conduciendo algo tensa hasta que llego a casa. Aparco, agarro mi bolso y salgo del coche de camino a casa.
Abro la puerta y mi mirada viaja hacia el pasillo cuando escucho pisadas, apareciendo Brad, quien me mira serio y sigue su camino entrando al salón.
Trago saliva y camino hacia allí, siguiéndole.
Encontrándome a Julie sentada en el sofá tomando café.—Oh, ya estás aquí. Buenas tardes, Erica.
–dice mientras que deja la taza sobre la mesa y se coloca de pie planchándose con sus manos la falda entubada que lleva puesta y me ofrece su mano en forma de saludo.—Buenas tardes.
–respondo fría.Julie me sonríe, una sonrisa de labios apretados.
No le devuelvo la sonrisa, estoy nerviosa y ansiosa por lo que tenga que decir. Tengo un sentimiento malo y sé que va a ser así.Miro hacia Brad, quien me mira sin entender nada y confundido, exactamente como yo estoy también.
La puerta suena de repente y a los segundos aparece Katia por la puerta, con el móvil en su mano y con las llaves de casa en la otra. Me mira a mi, luego a Brad y después a Julie, confundida y preocupada.
—Veo que estamos todos.
–habla Julie y se acerca a Katia para saludarle con otro apretón de manos.Trago en seco.
Miro hacia Katia, quien me mira y alza ambas cejas y tuerce los labios en una mueca de nerviosismo.—Sentaos en la mesa, por favor. Estaremos más cómodos todos.
Todos le hacemos caso y caminamos hacia la mesa grande del comedor, sentándonos cada uno en una de las sillas unos frente a otros.
Julie saca unos papeles de su maletín negro y se sienta en la mesa, dejando estos sobre la mesa. Coloca ambos brazos encima de la mesa, entrelaza sus dedos y nos mira a cada uno nuevamente.
—Bueno, he venido y os he convocado aquí porque tengo noticias. No os voy a mentir, no son noticias buenas.
—Di lo que tengas que decir, por favor.
–dice Katia, casi suplicando.—Bien... –nos mira a cada uno de nuevo y se aclara la garganta– Lauren y James, quieren adoptar definitivamente a Carly y Luca.
La sangre me hierve.
Frunzo el ceño y aprieto la mano en puño.Miro hacia Katia, quien me pone una mano en el hombro. Sabe que estoy cabreada y que esta situación no me gusta, no me hace ninguna puta gracia la noticia.
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ONITSED
Teen FictionHay veces en la vida que crees tener una buena vida. Que crees tener todo bajo control o al menos eso intentas, pero de un momento a otro, esa luz que estaba encendida y te alumbraba todos los días... empieza a parpadear. Hasta que finalmente esa...