Después de haberme duchado y de haberme encargado del problema, me dirijo hacia la cocina, donde veo que en la isla está sentada Erica y Tai hablando entre ellas.
Me dirijo hacia ellas pasando por su lado, miro de reojo hacia Erica, quién me mira y sonríe malvadamente en una sonrisa ladeada de labios apretados. Frunzo el ceño y me acerco hacia la cafetera.—Hey, buenos días gruñón.
—Buenos días.
–digo sin ganas y de espaldas a ellas.Meto la cápsula de café en la cafetera, dejo la taza debajo y le doy al botón. Y mientras se prepara, me doy la vuelta y miro hacia ellas, quiénes ya me están mirando.
—¿Por qué te fuiste anoche de la discoteca con tanta urgencia?
–pregunta Tai.—No me apetecía seguir ahí.
–me encojo de un hombro y me cruzo de brazos.Tai me mira bajo una mirada sospechosa, eleva una ceja y se queda mirándome y analizándome.
La conozco, siempre hace esa mirada cuando intenta descubrir por ella misma algo de otra persona.—Ya, bueno... ¿Y qué tal anoche? He visto que habéis dormido juntos. Y antes de que me preguntéis, lo sé porque fui a tu habitación anoche para hablar contigo y vi que no estabas. Así que supuse que estarías con Erica.
—Sí, estaba mal y me pidió que me quedara con ella.
Tai sonríe de manera pícara y asiente con la cabeza sin decir nada más. Se lleva el vaso de zumo de naranja a la boca y después vuelve a hablar de nuevo;
—No sabía que te habías ido de la discoteca hasta que te busqué –dice refiriéndose ahora a ella y mirándola mientras habla–. Le pregunté al vigilante y me dijo que había visto a una chica con las características que le di, marcharse con un chico. Te llamé pero no me respondiste. Estuve preocupada, pero me imaginé que tal vez sería Kian.
—Si, he visto las llamadas antes. No tenía batería y no me di cuenta de que me llamaste, Y para decir verdad, no recuerdo absolutamente nada de anoche, tengo todo vacío.
—Cómo para acordarte. Menuda borrachera tenías encima.
–respondo dirigiéndome a ella.—Sí... Hasta el último momento que te vi antes de que te fueras sin saberlo, te vi y estabas muy mal.
—Lo sé, he pagado el precio de la borrachera con dolor de cabeza. Y aún no me ha hecho demasiado efecto la pastilla que me he tomado.
–dice haciendo una mueca.Me giro hacia la cafetera para ver si está ya listo el café y al ver que está casi lleno, detengo la máquina y saco el café. Agarro una cucharilla y saco de la despensa los cereales de avena.
Mientras que ellas siguen hablando entre sí, yo voy haciéndome mi desayuno, hoy me apetece desayunar algo más pero no muy elaborado. Así que me hago unas tostadas de tomate y aguacate.
Y al tener todo listo, me acerco a la isla sentándome en uno de los taburetes al lado de ellas pero con cierta distancia.—Tómate una ducha fresca. A mí me suele despejar bastante de la borrachera
–escucho que habla Tai.—Sí, yo siempre suelo hacerlo. En un rato iré.
Ojalá me ayude a despejarme del todo.—Puedo ayudarte con eso si quieres.
–digo mientras lleno la taza con los cereales.Miro hacia ellas segundos después, ambas me observan fijamente: Erica con los ojos abiertos y sorprendida, y Tai con la boca medio abierta, ríe después y se lleva el tenedor lleno de huevos revueltos a la boca.

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ONITSED
Fiksi RemajaHay veces en la vida que crees tener una buena vida. Que crees tener todo bajo control o al menos eso intentas, pero de un momento a otro, esa luz que estaba encendida y te alumbraba todos los días... empieza a parpadear. Hasta que finalmente esa...