— ¿Cómo... cómo...? —no logro acabar la frase.
— Se supone que no debo amar a nadie. ¡Maldita sea, Sheeran! —exclama mientras le pega un puñetazo a la pared, a pocos centímetros de mí.
— Me vas a... hacer daño —balbuceo.
Él sacude la cabeza.
— Jamás.
— ¿Te has enamorado de mí? —pregunto, con una sonrisa de medio lado—. Vaya, un nuevo récord —imito su voz.
— Esto es grave —dice, apartándose de mí—. Tú y yo no tendremos nada jamás. Simplemente, no se puede.
Lo miro.
— Me da igual. Tú no me importas —gruño, aunque es mentira.
Él me mira con sus ojos grises. Levanto mi varita.
— ¡Lumos!
Entonces veo su cara, que esconde tristeza.
— Y yo no te he hecho nada, Draco. Nada. Y ahora, déjame ir.
— No puedo —susurra—. No quiero.
Lo apunto con la varita.
— Déjame ir, maldita sea.
Coloco la varita debajo de su mandíbula, pero él la aparta con un rápido movimiento y me atrapa entre él y la pared, de nuevo.
— Draco...
— Sheeran.
Y me besa. No puedo evitar corresponder el beso. Lo disfruto más que nunca.
— ¡DRACO! —chilla Pansy desde la entrada.
Draco y yo nos separamos de repente.
— ¿Estás aquí, Draco? —pregunta Pansy.
— Sí —responde el rubio—. ¡Lumos!
Cuando Pansy nos ve a él y a mí, entrecierra los ojos.
— ¿Qué hacíais?
— Le decía a Sheeran que ha estado muy mal que haya quemado tu túnica, ahora sal, Parkinson —responde Draco—. Tengo que decirle una cosa a Dana.
— ¿Qué le vas a decir?
— ¡Solo sal, maldita estúpida!
Ella, asustada por el tono de voz de Draco, sale corriendo de la clase y cierra tras de sí.
Draco se vuelve hacia mí.
— De esto no puede enterarse nadie, ¿entendido?
— Sí —susurro.
Él hace ademán de marcharse, pero luego se da la vuelta y me besa.
— Por favor —añade.
No puedo evitar sonreír.
†
Vuelvo a la sala común con una sonrisa de oreja a oreja, aunque cuando Pansy me mira, me obligo a poner una fingida cara de "Draco me ha reñido y estoy indignada".
Ella sonríe triunfal, como si lo que Draco le ha dicho la enorgullecese.
Cuando me siento donde antes, donde hacía los deberes con Alex, ella me mira, ceñuda.
— ¿Y bien? —pregunta cuando ya me he sentado.
Pongo una cara de enfado. Oye, deberían darme un Goya por mi interpretación.
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ENTRE MUGGLES
FanfictionDana es una adolescente de quince años que, para escapar de su dolor, se refugia en los libros a recomendación de su psicóloga. Así es como termina descubriendo Harry Potter, una saga con la que se obsesiona en poco tiempo. La situación la lleva h...