Blaise y yo nos sentamos donde antes y me alegra que venga una camarera a preguntarnos, porque así no tengo que fijarme en la parejita estúpida que tengo delante.
- ¿Qué van a querer? -nos pregunta la camarera rubia rubia con escote y voz de pito. Draco la observa de arriba a abajo con una sonrisa de pervertido, y yo lo fulmino a él con la mirada.
Entonces nos ponemos todos a hablar y a pedir cosas a la vez. La camarera pone cara de estrés y se toca la nuca a modo de desesperación.
- ¿Podéis pedir uno a uno, por favor? -nos pide.
Así que eso hacemos, pedimos uno a uno. Cuando se marcha ya con todos los pedidos se hace un incómodo silencio. Pero enseguida empezamos a hablar en voz baja y poco a poco adaptamos un tono normal. Blaise y yo charlamos sobre nuestros gustos respecto a la comida mientras que Draco y Pansy se besan. Odio los ruidos que hacen con sus besuqueos, pero me contengo y aprieto los puños. ¿Por qué habrá venido ese imbécil con esa idiota? ¿Para hacerme daño?
Intento prestarle atención a Blaise y me entero de unas cuantas cosas, entre ellas, que está libre. Yo le digo que tampoco tengo novio y entonces sonríe ampliamente.
- Qué bien, ¿no? Es decir, es mejor estar solo.
- Sí -miento. Estaba mucho mejor con Draco-. Y, ¿no te gusta nadie?
Sonríe de medio lado y contesta algo que me impacta:
- Sí, me gustas tú.
Maldito momento en el que todo el mundo se calla y escucha aunque sea un leve susurro. Draco y Pansy dejan de besarse para mirar a Blaise, atónitos, Fred y George se ríen como ellos solo saben, Silvia tiene una expresión de enfado y el pelo le ha cambiado a color rojo y el resto está con la boca abierta. ¿Por qué ha causado tanto revuelo esa confesión?
- ¡Vamos, di algo! -exclama George.
- Eso, ¡pobrecillo! -le sigue Fred.
Blaise sigue sonriendo pero en sus ojos se capta el nerviosismo que siente por lo que vaya yo a decir. ¿Qué quiere que le diga? Prácticamente, hoy es el primer día que hablamos, así que no me puede gustar. Me parece guapo, sí, pero nada más. Frunzo el entrecejo y voy a decir algo cuando Draco me interrumpe.
- Pues claro que no le gustas, Blaise, apenas te conoce -suelta con chulería.
Miro al rubio con los ojos entrecerrados.
- Sí me gustas, Blaise -aguanto la mirada de Draco y sonrío desafiante.
Entonces, Blaise coge mi cara entre sus manos y me planta un beso delante de todos. ¿Qué demonios...? Miro a Draco de reojo y veo que tiene la boca tan abierta que la mandíbula le llega al suelo. Como veo que el beso le molesta, pongo mis manos en los hombros de Blaise y le devuelvo el beso, con lengua y todo. Este tío besa genial.
Cuando me doy cuenta, Blaise y yo nos estamos besando cada vez con más pasión, porque me gusta el beso.
- Creo que ya es suficiente -escupe Draco-. ¿O no?
Blaise y yo nos separamos y nos sonreímos. Me sonrojo y veo que, excepto Draco y Pansy, todos han vuelto a hablar entre ellos, ignorando el beso entre Blaise y yo. Entonces, el moreno me coge la mano y me la acaricia con el pulgar. No puedo evitar darle un último beso antes de volverme hacia Draco y dedicarle mi peor cara de asesina.
- ¿Desde cuándo estáis juntos? -le pregunta Blaise a Draco.
El rubio y Pansy se miran. Parecen preocupados.
- Desde hace más de un año o así. Cuando Dumbledore murió. Draco estaba muy mal y yo le ofrecí mi ayuda... -no puedo escuchar más porque el dolor del corazón es lo único que me importa ahora.
Así que, por eso no aceptó mi beso, porque sale con Pansy. ¿De verdad me sustituyó tan pronto? Por Merlín, creo que voy a llorar, pero será mejor que no lo haga aquí.
Me separo de la mano de Blaise y me levanto de la silla.
- ¿Adónde vas? -me pregunta Blaise, preocupado.
Miro a Draco pero enseguida aparto mis ojos de él, porque también me está mirando. No quiero que disfrute mientras yo sufro.
- A dar una vuelta -respondo-. Tengo un poco de calor.
- ¿En invierno? -se burla Pansy-. Qué raro, ¿no?
- Cállate -le espeta Blaise con dureza, entonces se dirige a mí-. ¿Quieres que te acompañe? -me pregunta con dulzura.
No, no quiero que me acompañe. Pero, ciertamente, sé que a Draco no le gustará. Y quiero verlo sufrir tanto como él me ve a mí. Pero... no tengo que pensar en eso ahora, porque sabe legeremancia.
- Sí, acompáñame -le respondo con una fingida sonrisa de felicidad.
Se levanta, me coge de la cintura y ambos salimos de Las Tres Escobas, pero antes miro hacia atrás, y veo que Draco me observa con furia.
Jódete.
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ENTRE MUGGLES
ФанфикшнUna historia original inspirada en el universo de Harry Potter Dana Sheeran ha pasado más tiempo en terapia que en fiestas, más tiempo huyendo de sí misma que enfrentando su realidad. Su vida cambia cuando su psicóloga le propone una forma poco conv...
