ENTRE MUGGLES

†57†

Espero a que Cormac salga del cuarto de baño para ponernos en marcha. Hace ya dos horas desde que Draco me ha invitado a su boda y yo lo he rechazado. Se lo he contado a Cormac y éste me ha dicho que si no quiero ir, no estoy obligada, y que él me apoyará en todo. No es que me importe mucho su opinión ahora que he recuperado la memoria, pero... Al menos él sigue aquí.

Cuando Cormac por fin sale del baño, emprendemos el camino hasta Sortilegios Weasley. Hemos decidido ir ahí porque sé que los gemelos son buenos para subirme la moral. Aunque hoy, me temo, solo estará Fred. No sé dónde se ha llevado George a mi prima Julia, pero espero que sea un sitio elegante, por si quiere seguir vivo, y no una hamburguesería de esas muggles.

Cuando por fin llegamos a SW, entramos y nos llevamos la sorpresa de que están aquí todos. Los saludo y me acerco a Fred.

- ¿Y mi prima y George?

Se encoge de hombros.

- Quién sabe -y se ríe.

Pongo los ojos en blanco y me acerco a Neville, quien habla con una chica a la que no había visto nunca. Ella es medio alta, de pelo castaño con mechas rubias y unos preciosos ojos marrones. Me acerco a ellos y los saludo.

- ¡Hola! -exclama Neville con una sonrisa.

- Ho-hola -me saluda la chica tímidamente.

- Hola. ¿Cómo te llamas? -le pregunto con una sonrisa.

Ella no me responde, y mira a Neville con el entrecejo fruncido. El chico sonríe nerviosamente.

- Ella es Marina McGonagall, la sobrina de Minerva -me informa-. Y es muy tímida.

Abro la boca, sorprendida.

- ¿Ah, sí? -sonrío a Minerva- ¡Encantada!

- I-igual... mente -dice, y me tiende una mano.

Se la estrecho.

Poco a poco, empiezo a hablar con los demás. Silvia me cuenta que ya está saliendo con Blaise. Igual que Aria, que sale con Theo. Maddeline está casi casi de novia con Fred, pero les falta un empunoncito. Y supongo que George y Julia están saliendo, literalmente. Espero que algún día se hagan novios, porque me gustan así.

Mientras Cormac y yo hablamos, vamos dando una vuelta por la tienda. La verdad es que los gemelos se lo han montado bien.

Cuando subimos por las escaleras, oímos a Fred hablar con su hermano Ron.

- ¿Cuánto cuesta esto? -pregunta Ron.

- Cinco galeones -contesta Fred.

- Pero soy tu hermano.

- ¡Diez galeones!

La verdad, sería más gracioso si también hubiese estado George. Pero bueno.

Cormac y yo seguimos subiendo y cada vez los gemelos nos sorprenden más. Tienen de todo. ¡Zonko va a cerrar muy pronto, me temo!

Cuando lo vemos todo, bajamos abajo y nos reunimos junto a los demás. Hablo con todos, pero en especial con Neville y Marina. Esta chica es muy simpática y muy abierta cuando la conoces. Me cae genial.

Al final, nos decidimos en ir a Las Tres Escobas para comer algo. Aunque a mí no me apetece mucho comer ahí, he de reconocer que las cervezas de mantequillas están deliciosas.

Nos sentamos en una larga mesa y pedimos hamburguesas con patatas. Es raro que lo hagan aquí, pero cuando pego bocado, veo que están deliciosas.

- ¿No se supone que esto es sólo una taberna? -le susurro a Cormac.

Él se encoge de hombros.

- La gente bebe y come. ¿Qué más da? -me da un beso en la mejilla y sonríe, después le da un bocado a su hamburguesa y se va a su mundo de pensamientos.

Me encojo de hombros. Sí, ¿qué más da?

†

La hamburguesa y la cerveza estaban deliciosas. Además, junto a la charla con mis amigos y Marina, todo ha ido genial y me he distraído bastante.

He podido conocer un poco más a Marina, y lo cierto es que es una chica muy buena. Resulta que ella es de Gryffindor, pero nunca nos dimos cuenta de que estaba porque es muy reservada y tímida. Y lo cierto es que McGonagall nunca nos lo dijo.

- ¿Y ahora adónde vamos? -pregunta Ginny-. Podríamos ir a un parque de atracciones que hay por aquí cerca.

- Me parece bien -dice Fred con una sonrisa.

†

Cuando vuelvo a casa, ya de noche y sin Cormac, estoy rebentada. He pasado una tarde muy divertida, la verdad. Pero no he parado de caminar y caminar... La montaña rusa ha estado bien, Fred no paraba de gritar. Y Ginny le ha tirado un batido encima a Harry porque éste se había quedado mirando a una chica guapa.

En resumen: un día perfecto.

Y un día menos para la gran boda...

[LA DE LA FOTO ES DANA]