— Pansy, ¿qué demonios me has hecho? —gruño.
— ¿Yo? Na-nada —balbucea, nerviosa.
— ¡Me lanzaste un obliviate, ZORRA! ¿Qué me hiciste olvidar? —exclamo sin poder conternerme.
— Yo no hice eso —replica.
— Lo recuerdo, idiota.
— ¿Lo recuerdas? ¿Todo?
— ¡Solo que me lanzaste un obliviate! ¿Es que eso no es todo? ¿Hay algo más? ¿QUÉ ME HAS HECHO OLVIDAR? —repito, casi parezco un lobo aullando.
— Nada que no te importe. ¡Adiós! —y se desaparece.
Me quedo con la boca abierta, atónita. ¿Qué acaba de pasar? Miro a los chicos en busca de respuestas pero ellos parecen tan sorprendidos como yo. Frunzo el entrecejo y me siento en el suelo, agotada.
Cormac se está mirando las manos, ahora de un color marrón muy feo por haber pegado a Draco. Hermione está sujeta a Ron, asustada. Julia tiene cara de muy mala leche. Y Harry y Ginny parecen confundidos.
Sé que ninguno de ellos sabe nada, así que me voy a mi habitación y me cambio para ponerme mi mejor vestido. Cuando ya estoy arreglada, alguien toca a la puerta. Le digo que pase y por ella se asoma Cormac.
— ¿Estás bien? —me pregunta.
Pasa adentro y se sienta en la cama. Me observa por uno segundos, esperando mi respuesta.
— Sí. No... Más o menos —respondo, nerviosa.
— Si necesitas ayuda...
— Cormac —le interrumpo, me siento a su lado en la cama y pongo una de mia manos sobre una de las suyas (la que no está dolorida)—, ¿de verdad te has enamorado de mí?
Él frunce el entrecejo y me mira, confundido. Ojalá supiese legeremancia para poder leerle la mente en estos momentos. Quiero sabe si su respuesta es totalmente sincera.
— Claro —dice, y me besa.
— ¿Seguro? —insisto.
Él asiente y me acaricia la mano, después se la lleva a los labios y me la besa. Sonrío levemente.
— Entonces, no te importará acompañarme a la Masion Malfoy, ¿no?
Él se queda callado por unos segundos, pero después reacciona y sacude la cabeza.
— Pues claro que no me importa —responde, y me sonríe ampliamente—. ¿Cuándo?
— Ahora —respondo, haciendo que Cormac se sorprenda.
— Bueno —dice con toda la tranquilidad de la que es capaz—. Será mejor que me cambie.
Asiento y dejo que se levante para que se vista con la ropa de ayer. Cuando lo hace, viene hacia mí de nuevo y me abraza.
— ¿Lista?
— Sí —respondo devolviéndole el abrazo.
Entonces, nos desaparecemos y, cuando abrimos los ojos, estamos en el jardín con pavos reales blancos de la Mansión Malfoy.
Y Draco nos observa atentamente desde la puerta, cruzado de brazos y con cara de mala leche.
Glup.
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ENTRE MUGGLES
FanfictionUna historia original inspirada en el universo de Harry Potter Dana Sheeran ha pasado más tiempo en terapia que en fiestas, más tiempo huyendo de sí misma que enfrentando su realidad. Su vida cambia cuando su psicóloga le propone una forma poco conv...
