†76†

2.7K 229 35
                                    

Me despierto con un dolor de cabeza terrible. Los párpados me pesan y apenas puedo abrir los ojos. Oigo a gente murmurar cosas que apenas logro entender. La cabeza me da vueltas y de verdad que es insoportable.

Me llevo, como puedo, una mano a la cabeza y me la froto, pues me duele un lado especialmente.

Y, de pronto, los recuerdos llegan a mi mente...

Ese día en mi casa, cuando aparecieron los chicos como por arte de magia.

Cuando llegué a Hogwarts y terminé en Slytherin.

La primera vez que dormí con Draco.

Cuando el rubio me llamó sangre sucia.

Cuando me enteré de que un hurón era mi patronus.

Cuando Draco me confesó que le había cambiado.

Cuando volví a mi mundo y lo dejé solo.

Cuando volví y fui a La Madriguera, donde Draco había dejado mis cosas.

Cuando vi mi propia casa por primera vez y conocí a mi prima.

Cuando Blaise me besó para poner celoso a Draco Malfoy, el imbécil que estaba besando a Pansy Parkinson en mis narices.

Cuando Draco me dijo que se iba a casar ni nada menos que con Pansy Parkinson, esa cara de cerdo a la que he odiado desde que la vi.

Cuando me enteré de que el rubio estaba amenazado por su futura mujer.

Y cuando me lanzaron el Avada, marca Pansy Parkinson.

Abro los ojos rápidamente y me doy cuenta que estoy en una habitación blanca y llena de camas. A ambos lados hay cortinas para tapar. Frunzo el entrecejo y miro a mi alrededor, es entonces cuando veo, en una de los sofás grandes, a Maddie, a Silvia, Marina, Blaise, Theo, Eddie, Harry, Ron, Hermione y a George, quien llora.

Intento hablar pero no puedo. Tengo la boca tan seca que ni siquiera puedo mover la lengua. Como Ron es el que tengo más cerca, le doy un manotazo e inmediatamente llamo su atención. El pelirrojo se gira y me sonríe cuando me ve.

— ¡Bella durmiente, por fin despiertas! —exclama abalanzándose sobre mí.

¿Bella durmiente?

Quiero preguntarle cuánto llevo aquí, pero mi lengua no me deja. Maldigo en mi mente y veo cómo todos se acercan a mí.

— ¿Cómo te encuentras

Mal, Hermione.

— ¿Has dormido bien?

Ni me he enterado, Harry.

— ¿Te duele algo?

Todo, Marina.

— ¿Quieres agua?

Por fin, Ron, haces una pregunta sensata.

Asiento con la cabeza y Marina me trae un vaso de agua. Bebo y me sabe a gloria. Y sigo bebiendo hasta que termino. Me sirve un poco más de agua y me la termino toda.

— Hola —digo nerviosamente y con una sonrisa tímida.

— ¡Por fin despiertas! —exclama Marina con lágrimas en los ojos.

— ¿Cuánto llevo durmiendo? —pregunto, e intento incorporarme pero no puedo.

— Dos días —responde mi amiga, e intenta sonreír para tranquilizarme pero no lo consigue.

— ¡¿DOS DÍAS?! —chillo, horrorizada.

— ¡No grites! O molestarás a George...

— ¿George? —pregunto, confundida.

Entonces, se abre la cortina que me separa de la otra cama y aparece George, sonriendo, sobre la cama. Y, al fijarme bien, veo que le falta una oreja...

— No te preocupes, hermanito, que ya no escucho tan bien...

ENTRE MUGGLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora