Pansy se levanta de la tarta y mira con asco a Silvia, quien sonríe triunfal pero con un poco de tarta esparcida por todo su cuerpo. Pansy la empuja y ambas se caen al suelo. Entonces, se empiezan a pegar. A lo muggle.
— ¡DALE FUERTE! —le grita Blaise desde mi lado y sonriendo como un bobo.
— ¡PELEA, PELEA! —grita mi hermano corriendo de un lado a otro y vitoreando a las chicas como si estuviera en un partido de fútbol. Él se emociona cuando ve a dos chicas en acción.
Me quedo mirando a los chicos pero no hacen más que animar a Silvia. Suspiro y empiezo a andar. Cuando estoy al lado de las chicas, intento separarlas, pero Pansy se agarra muy fuerte al pelo de Silvia y ésta la está ahogando.
— ¡PARAD! —exclamo y, como grito tanto, ambas se paran, sorprendidas, y me miran con el entrecejo fruncido—. ¿Queréis dejar de hacer el ridículo de una vez por todas?
Entonces Narcisa se acerca y mira con asco a Silvia, para después ayudar a Pansy a levantarse.
— Draco —dice tranquilamente Narcisa—, creo que deberías ayudar a tu mujer a cambiarse.
Miro a Draco y lo pillo con los ojos clavados en mí, pero enseguida los aparta. Se acerca a su madre y a su... mujer (me duele el corazón...) y ayuda a Pansy a ponerse en pie. Después, ambos salen del salón de baile y se queda todo en silencio.
Narcisa se acerca a Silvia con los labios apretados y gruñe:
— ¡Estarás contenta!
— Pues sí —responde Silvia entre risas.
Narcisa se cruza de brazos y entonces me mira a mí, enfadada.
— Deberías decirle a tu amiga que se marche, Sheeran.
— ¿Por qué no lo hace usted? —inquiero, enfadándome por segundos.
Narcisa se da la vuelta y mira a unos elfos domésticos que hay recogiendo la tarta.
— Traed la tarta de repuesto.
— ¡Mierda! —exclama Silvia, enfadada—. ¿Había otra tarta?
Blaise se ríe y se acerca a ella para darle un abrazo. Mi hermano se pone a mi lado.
— Ha estado bien —dice, sonriendo.
Le revuelvo el pelo y observo cómo los elfos se van con la tarta.
— No os vamos a echar —nos dice Narcisa mirándonos—, porque nos lo ha ordenado Pansy. Pero a la próxima, os iréis.
Me encojo de hombros.
— ¡Que siga la fiesta! —exclama Narcisa intentando sonreír.
La música empieza de nuevo y, poco a poco, la gente empieza a bailar. Cormac me abraza y bailamos junto a nuestros amigos, mientras que mi hermano se pasea por entre las brujas para examinar el tamaño de su pecho (sinónimo a que las está examinando "como personas").
Cuando, de pronto, la puerta se abre de par en par y deja ver a una Pansy muy enfadada y con la cara llena de lágrimas. La sigue Draco, que tiene una expresión de susto y se revuelve, nerviosamente, el pelo con las manos.
Pansy viene directamente a mí apuntándome con la varita. Esta vez sí saco la mía y la apunto.
— ¡POR TU CULPA! —exclama Pansy, enfadada y con una mano en su mejilla—. ¡POR TU CULPA ESE IDIOTA ME HA PEGADO! —y señala a Draco—. ¿Y SABES POR QUÉ? ¡PORQUE TE HE LLAMADO ZORRA! Y razón no me falta —escupe.
Me quedo con la boca abierta, incrédula.
— ¡TE HE DICHO QUE NO LA LLAMES ASÍ! —le grita Draco a Pansy.
— ¿Y me has pegado por ella? —Pansy me señala y suelta una risa sarcástica—. No sabes lo que has hecho, Draco.
Y me apunta con la varita, pero antes de que pueda reaccionar ante la sorpresa, ella exclama:
— ¡AVADA KEDAVRA!
ESTÁS LEYENDO
ENTRE MUGGLES
Fiksi PenggemarUna historia original inspirada en el universo de Harry Potter Dana Sheeran ha pasado más tiempo en terapia que en fiestas, más tiempo huyendo de sí misma que enfrentando su realidad. Su vida cambia cuando su psicóloga le propone una forma poco conv...
