— ¡¿Cómo?! —exclamo con un hilillo de voz—. ¿Y por qué le está gritando George a Draco?
— ¡Le está llamando cobarde! —me responde Marina secándose las lágrimas—. Por favor, haz algo —me suplica.
Cojo aire y me da un mareo. ¿Yo no me había prometido que jamás volvería a beber? Uh, debo empezar a tomarme en serio mis juramentos.
Camino, dando traspiés, hasta George y Draco.
— ¡No dejes que te manipule, Malfoy! ¿Eres un idiota o qué? —le grita George a Draco.
El rubio me ve llegar y se echa las manos a la cara. La música ha parado y Silvia sigue pegándole puñetazos a Pansy mientras Julia le estira del pelo, Maddie le tira más bebidas y la cara de perro intenta defenderse.
— ¿Qué demonios está pasando aquí, Draco? —le chillo al rubio.
Draco me da la espalda y se pasa las manos por el pelo.
— Por favor, vete —me susurra.
Me acerco a él.
— ¡NO PIENSO IRME! —chillo, furiosa—. ¡Que alguien me diga qué demonios está pasando!
— Dana, relájate —intenta tranquilizarme George, poniendo sus manos en mis hombros.
Me giro y veo que mis amigas han dejado de molestar a Pansy y se acercan a mí.
— ¿Te ha dicho ya algo este gilipollas? —pregunta Julia más enfadada que nunca y señalando a Draco con un dedo.
Niego con la cabeza y aprieto los puños.
— ¡A nosotras tampoco! —exclama, indignada, Silvia—. Y la zorra aquella no suelta prenda —y señala a Pansy—. Voy a tener que cruciarla...
— No —dice Maddie—. Te meterían en Azkabán.
— ¡Me importa una mierda! —chilla Silvia—. ¡LA MALDITA ZORRA NO DICE NADA Y NO ME VOY A QUEDAR CON LA BOCA CERRADA!
— ¡TIENES RAZÓN! —la sigue Maddie—. ¡COMO NO DIGA NADA LE PEGO!
Julia se cruza de brazos y sigue mirando a Draco. Éste no se gira. Sigue de espaldas.
Me acerco a él y me pongo delante. Coloco mis manos en sus hombros y los acaricio. Entonces, sin esperármelo, quita las manos de su cara y me abraza, colocando su cabeza en el hueco de mi cuello. Como la música ha cesado, puedo escucharlo sorber la nariz.
Poco a poco, noto que mi cuello se humedece. Llevo mis manos a su pelo y lo acaricio. Está tan suave como siempre...
— No llores —le tranquilizo—. Todo se arreglará.
Él me da un beso en la clavícula y hace que mi cuerpo se estremezca.
— No se arreglará —susurra—. Pero gracias por intentarlo.
Se aparta de mí y me mira a los ojos. Se seca las lágrimas antes de que yo lo haga por él y da un paso hacia atrás.
— Nos vemos en la boda —dice. Y se da media vuelta para reunirse junto a Pansy.
La ayuda a ponerse en pie.
— Le he dejado a esa un careto que hasta el mismísimo Picasso estaría orgulloso —dice Silvia frotándose los puños.
— Va a estar bonita para el día de la boda —gruñe Julia con una sonrisa maliciosa.
— ¿Por qué no vamos y le pegamos antes de que se vayan? —propone Maddie.
— Dejarlo estar, chicas —digo yo—. Si Draco no lo ha dicho todavía es por un buen motivo.
Julia me mira y me dedica una sonrisa de compasión.
— Bueno, pero yo no me pienso quedar de brazos cruzados —escupe Silvia—. Le voy a arruinar la boda a esa guarra salida de Putilandia.
ESTÁS LEYENDO
ENTRE MUGGLES
FanfictionUna historia original inspirada en el universo de Harry Potter Dana Sheeran ha pasado más tiempo en terapia que en fiestas, más tiempo huyendo de sí misma que enfrentando su realidad. Su vida cambia cuando su psicóloga le propone una forma poco conv...
