— ¿Cuál es mi habitación? —me pregunta Erika, poniendo los pies sobre la mesa.
Abro la boca, horrorizada. MI MESA + SUS PIES = QUIERE MORIR.
— La antigua habitación de Julia —respondo, con una sonrisa falsa—. Es la que hay al lado de la mía.
— Vale —dice, y se pone a masticar más pizza.
Enciendo la televisión muggle y pongo un programa cualquiera.
— ¿Eso qué es? —pregunta Erika, nerviosa.
Me quedo mirando el programa y veo que, sin querer, he puesto el programa favorito de mi prima Julia. Mierda. La echo demasiado de menos.
— Pues es un programa de moda sobre...
— No digo eso —me corta, con los ojos bien abiertos—. Digo... Joder, lo negro en forma de cuadrado —y señala a la televisión.
Es cuando comprendo y me empiezo a reír. Ella se me queda mirando, con ceño.
— Se llama televisión o televisor, como prefieras. Es un objeto muggle.
Ella se queda con cara de póker.
— Eres una bruja tradicional, ¿no?
Erika asiente, todavía absorta en la televisión.
Hasta Draco tardó menos en acostumbrarse a la tecnología muggle. Ya sabe cómo funciona mi portátil y todo...
Creo que voy a tener que enseñar a Erika.
Aunque me cueste la vida...
†
Me levanto a causa del sol que entra por la ventana y me da directamente a los ojos, que me froto enseguida. Poco a poco voy recordando que tengo una nueva compañera de piso: Erika.
Como también recuerdo que no sé nada de ella.
Mi prima, a la que tampoco conozco mucho, me podría haber metido aquí o a una bruja pagana de esas que están locas, o a una asesina aficionada a los avadas como Voldemort.
Vale. No lo creo.
Mi prima no es de esas. Aunque la conozco de hace poco, no creo que me hubiese hecho eso.
Aparto la sábana y me levanto. Me meto en el cuarto de baño y me doy una ducha fría. Sí, en verano es mejor que te duches con agua fría o antes de salir ya estarás sudando.
— ¿Te paso la toalla? —pregunta una voz, haciendo que me sobresalte.
— ¡Draco! —le reprendo, pero no puedo evitar sonreír.
Me asomo por entre las cortinas, enseñando solo mi cabeza, y ahí me lo veo, con una camiseta blanca y unos pantalones cortos vaqueros. ¿Qué? Tiene derecho a ir fresco en verano, ¡no siempre tiene que ir con traje!
— Sí, pásame la toalla —le digo.
— ¿Cómo se pide? —inquiere.
Pongo los ojos en blanco y bufo.
— Por favor.
Él se ríe y me acerca una toalla. Me escondo en la ducha y me la enrollo. Salgo y Draco me examina de arriba abajo con una sonrisa de medio lado.
— Sal. Me tengo que vestir —digo con tono severo pero con un poco de broma.
— Te esperaré en la habitación —dice. Y se acerca a mi oreja—. En tu cama...
Le doy un empujón y me río.
— ¡Fuera!
Se va y me visto.
Cómo me gustaría que me vistiese él...
†
Cuando salgo, el rubio está sobre mi cama y, al verme, se pone en pie y se acerca a mí para abrazarme.
— Te he echado de menos, follamiga.
— ¡Draco! —le riño—. Me gustaría que me dijeras solo amiga.
— Pero somos follamigos —dice él, confuso.
— Sí —mi tono pasa a ser cansino—. Somos follamigos. Pero nos vamos a llamar amigos, ¿vale? —digo, como si estuviera hablando con un niño.
Draco se ríe y me abraza más fuerte. Entonces, empieza a besarme el cuello.
— No —le paro.
Él se aparta de mí y frunce el entrecejo.
— ¿Por qué no quieres follar?
— Porque quiero presentarte a alguien primero —y sonrío nerviosamente.
Draco se pone tenso y sus ojos dejan de verse divertidos.
— ¿Te has echado novio?
Sacudo la cabeza.
— No. Quiero presentarte a mi nueva compañera de piso.
Draco suspira, aliviado, y sonríe.
— Pues vamos, entonces.
Asiento y abrazo a Draco para desaparecernos.
†
Nos reaparecemos en la cocina y veo que Erika está preparándose el desayuno.
— Erika —la llamo.
La chica se gira, bebiendo con el vaso, y cuando lo hace y ve a Draco, el vaso se le cae y se hace añicos.
¿Qué demonios pasa aquí?
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ENTRE MUGGLES
FanfictionUna historia original inspirada en el universo de Harry Potter Dana Sheeran ha pasado más tiempo en terapia que en fiestas, más tiempo huyendo de sí misma que enfrentando su realidad. Su vida cambia cuando su psicóloga le propone una forma poco conv...
