CAPÍTULO ESPECIAL PORQUE YA HEMOS LLEGADO A LOS 18K!!!
- ¡Ya podéis abrir el paracaídas! -nos avisa la voz del chico alto.
Tiramos de la anilla y una fuerza nos tira hacia arriba. Los paracaídas, que son de color verde y con una M dorada (Malfoy sabe cómo ser inolvidable), se abren. Ahora flotamos en el aire.
Draco me mira.
- ¿Mejor? -me pregunta con ternura.
- Mucho mejor -le respondo, dedicándole una sonrisa cariñosa.
- ¡Me alegro mucho! -exclama acercándose a mí.
Me abraza y me da un beso en la mejilla.
- Ya estamos llegando al suelo -nos informa el bajito.
Miro hacia abajo y veo que es verdad. Trago saliva. Si algo sale mal, seguro que me rompo las piernas. Y YO ADORO A MIS PIERNAS. En serio, me sirven para muchas cosas. Como andar, por ejemplo.
†
Cuando aterrizamos, delante de mí hay un gran campo abierto lleno de preciosos Sakuras.
- ¿Mi hermano también te ha dicho que me encantan los Sakuras?
- Sí -responde Draco con petulancia-. Ya podéis iros -le dice a los momitores.
Ellos se despiden de nosotros.
- Al final Eddie me conoce mejor de lo que pensaba...
Draco suelta una risilla y me coge en brazos como si fuera un bebé.
- ¿Qué demonios haces? -pregunto, asustada.
Draco suelta una carcajada y empieza a correr. Mi corazón va a mil por hora y no puedo ni replicar.
Así que casi me muero cuando Draco me lanza por el aire.
- ¡TE VOY A MATAAAAAAR! -grito mientras caigo.
Y cuando aterrizo en una superficie húmeda, es cuando me doy cuenta de que me ha lanzado a una piscina. Asomo mi cabeza y entrecierro los ojos fulminando con la mirada a Draco, quien se ríe de mí.
- A mí no me hace gracia, rubiales -replico de mala leche.
- Por eso lo he hecho, huroncita -dice con una sonrisa de medio lado.
Coge carrerilla y se lanza haciendo una bomba a mi lado. Me salpica con el agua y cuando se asoma, se ríe de mí. Aprieto los labios y me lanzo sobre él para intentar ahogarle, pero no lo consigo y me atrapa entre sus brazos, me mete en el agua y me hace cosquillas.
Cuando me deja en paz, me sumerjo de nuevo y le cojo las piernas, haciendo que se caiga.
Cuando paramos, ambos estamos abrazados y con el agua llegándonos a él por el pecho y a mí por la barbilla, pues la piscina es bastante profunda y yo no soy muy alta, que digamos.
Draco me acaricia el pelo.
- Eres la futura señora Malfoy, ¿te gusta ese nombre?
- Me encanta ese nombre, señor Malfoy -digo, provocando que Draco se ponga tenso.
Pega sus labios a mi oreja y me susurra:
- ¿Sabes? No hay nadie a un kilómetro a la redonda, y como soy un caballero, te pregunto: ¿puedo hacerte el amor?
Sonrío de lado.
- Siempre podrás hacerme el amor.
Pasa sus labios por mi cuello mientras lo lame hasta que llega a mis labios. Su lengua moja mis labios y después la atrapo con la mía. Nos besamos, primero, con dulzura.
Él me acaricia la espalda y pasa sus manos por debajo de mi playera. Levanto mis brazos y le ayudo a quitármela. Hago lo mismo con su camiseta y acaricio, luego, su torso desnudo.
A la luz del día está incluso más sexy.
Me muerde el lóbulo de la oreja haciendo que me estremezca y le agarro el culo con fuerzan. Oh, sí. Me encanta su culo. ¿A qué Potterhead no le gusta su culo?
Poco a poco empiezo a notar su bulto. Sonrío y dejo que baje sus manos hasta mi intimidad, por entre los pantalones. Me acaricia ahí con una mano y con la otra por detrás del cuello.
Bajo mis manos también y las paso por dentro su pantalón, cojo su cosita durita y la acaricio, haciendo que Draco gima a la vez que yo.
- Te amo, joder -gime Draco mientras me acaricia más fuerte.
- Yo también te amo, Draco -digo, y no puedo evitar sorojarme.
- ¡A la mierda las manos! Hagámoslo tradicional -exclama abalanzándose sobre mí.
Me rodea con sus brazos y me obliga a retroceder hasta que mi espalda toca la pared de la piscina. Me aprieta contra su cuerpo y lo oigo gemir.
- Quítemonos los pantalones -propone.
Asiento con la cabeza y nos quitamos los pantalones. Draco me observa y sonríe.
- Eres todo lo que quiero tener.
Me ruborizo y me acerco a él. Nos besamos de nuevo y noto cómo se intrudce en mí. Primero despacio, y poco a poco más fuerte. Así hasta que llegamos al orgasmo.
Cuando terminamos, me abraza y apoya su frente en la mía.
- Dana, no me dejes nunca, por favor.
Lo miro a los ojos y niego con la cabeza.
- Nunca.
†
Nos hemos secado como dos plantas al sol. Estamos tumbados sobre el césped, cogidos de la mano y sonriendo como babeantes bobos babuinos.
Él no sé qué hará, pero yo no puedo parar de recordar el día de hoy una y otra vez. Han pasado demasiadas cosas y eso que no hemos llegado ni a la hora de comer
"Crac".
Me levanto de golpe y veo a...
- ¡¡DOBBY!! -exclamo con una sonrisa.
- Usted debe ser la Señora Malfoy, mi señora -dice el elfo, haciendo una reverencia.
Miro a Draco, confundida.
- ¿Qué hace Dobby aquí?
- Tranquila, que está cobrando -responde Draco.
- No me refiero a eso... Me reifero a que está vivo -comento frunciendo el entrecejo.
- Mi señora, claro que estoy vivo.
Me río y miro al elfo con ternura. Me alegro de que Hermione leyera el último libro, porque salvó muchas vidas. Ella debería ser la verdadera heroína de la historia.
- Y... ¿cuánto le pagas, Malfoy? -le pregunto a Draco, divertida.
Draco sonríe de lado y pone las manos delante para taparse lo que le acabo de subir.
- Dos galeones -responde.
Asiento y miro al elfo.
- ¿Te parecen bien solo dos galeones, Dobby? ¿Seguro que no quieres más?
- Mi señora, yo...
- ¡Dos galeones está bien! -replica Draco-. ¿Quieres arruinarme, Dana?
- Creo que deberías cobrarle cinco galeones, Dobby -digo, ignorando a Draco.
- No quiero abusar, mi señora...
- ¡Cinco galeones es demasiado! -refunfuña Draco.
Lo miro y le fulmino con la mirada.
- Para nada es demasiado. No comparado con lo que le hiciste pasar.
Draco bufa y mira al elfo con odio.
- Está bien, cobrarás cinco galeones.
Sonrío triunfal.
Si va a ser mi marido, será mejor que cambie.
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ENTRE MUGGLES
ФанфикшнUna historia original inspirada en el universo de Harry Potter Dana Sheeran ha pasado más tiempo en terapia que en fiestas, más tiempo huyendo de sí misma que enfrentando su realidad. Su vida cambia cuando su psicóloga le propone una forma poco conv...
