ENTRE MUGGLES

†101†

- Julia, yo...

- ¡FUERA, GEORGE! -exclamo, furiosa-. ¡Sal de mi casa! ¡¡YA!!

George agacha la cabeza y con una expresión de pura tristeza que a mí no me da, se marcha de la habitación. Me quedo mirando a Silvia. Se está secando las lágrimas y se tapa con las sábanas.

- La cosa se está poniendo muy fea ahí fuera -dice Draco entre jadeos mientras pasa el umbral de la puerta.

Frunzo el entrecejo, confundida.

- ¿Cómo?

- Mira, no sé cómo decir esto sin que les duela a tus oídos, pero Erika se está follando a Theo. En nuestra habitación.

- ¡¡¿CÓMO?!! -exclamo, incrédula.

Draco parece que no tiene más que decir, porque parece tan sorprendido como yo. Julia se separa de mí y se sorbe los mocos. Después se queda mirando a Silvia y, sin decir ni una sola palabra, sale de la habitación.

Cojo a Draco por el brazo y lo arrastro hasta nuestra habitación. Efectivamente, Erika está follando con Theo. Sin ningún tipo de cubrimiento ni nada. Aprieto mis labios, furiosa, y saco mi varita del bolsillo. Apunto al suelo, a un lado de la cama, y murmuro:

- ¡BOMBARDA MÁXIMA!

Los chicos se sobresaltan de la sorpresa y la explosión y caen al suelo.

- ¡Por favor! -exclama Draco poniendo una cara de asco y mirando a Theo-. ¡Tápate eso!

Theo coge las sábanas de mi cama y se tapa. Joder. Esas sábanas son para tirar. Y el colchón, también.

Suspiro.

- ¿En qué coño estabáis pensando?

- ¡En follar, claramente!

- A ti no te preguntaba, Draco -y le fulmino con la mirada.

- ¡Es que la habitación estaba vacía! -protesta Theo.

- ¡Esa no es excusa! -le reprendo. Me acerco a él en dos zancadas y le cojo del pelo. Mientras oigo sus quejas, hablo-. Me vais a pagar todo lo que me cueste cambiar lo que habéis usado, ¿entendido?

- ¡Entendido! -dice Theo con ojos llorosos.

Asiento y le suelto el pelo.

- Y tú -digo posando mi mirada en Erika-, ¿no te da vergüenza?

Erika se sonroja.

- Eres una Malfoy, ¡haz honor a tu apellido! -le chilla Draco, asqueado.

- ¿Los demás todavía no se han ido? -le pregunto a Draco mientras empiezo a caminar.

- Algunos: Loveegod, Longbottom, Krum, Potter, el pequeño de los Weasley, la Comadreja...

- No la llames así -le interrumpo, enfurecida.

Draco se encoge de hombros y caminamos en silencio. Cuando llego al comedor, puedo ver a algunos todavía bailando. Como Eddie y Lavender que, ajenos a todo, bailan como si nada.

Saco mi varita y apago la música. Todo el mundo se para y se me queda mirando. Me cruzo de brazos y adopto una expresión furiosa.

- ¡Todo el mundo a su puta casa! -exclamo, más enfadada que nunca y ganádome alguna que otra protesta-. ¡¡YA, A TOMAR POR CULO TODOS, JODER!!

†

Ya se ha ido todo el mundo, por fin. Solo estamos los que vivimos en casa y Julia, que se va a quedar a dormir aquí hasta que encuentre una casa.

La pobre está muy dolida por lo que ha ocurrido con George. Yo también lo estaría si pillara a Draco con otra. Aunque claro, también he pasado lo mío.

Entre todos, intentamos consolarla. Aunque poco logramos hacer. Está encaprichada en que jamás lo va a perdonar, así que por mucho que le digamos, sigue pensando que es un cabrón. Claro, como Draco ya lo pensaba antes, ayuda a mi prima a que odie más al pelirrojo.

Tomo otro sorbo de mi café y me relajo en el sillón.

- ¡Yo le castraba! -suelta Eddie.

- ¡Halaaaa! -exclama Erika, a quien ya he perdonado porque me ha prometido que mañana mismo (aunque sea domingo) me encontrará unas sábanas y un colchón igual de bueno que el que tenía-. ¡Qué exagerado!

- Yo no solo le castraba, le hacía unos cuantos crucios hasta dejarlo como los padres de Longbottom.

- ¡Draco! -le reprendo.

- ¿Qué? -replica el rubio.

- Eres un idiota, Draco -digo entre risas.

- Un idiota al que amas.

Pongo los ojos en blanco.

- ¡Cuánto pasteleo! -se queja Erika poniendo una mueca de asco.

- ¡Pues no oigas! -replica Julia, que parece que tiene mejor humor.

Todos nos reímos. ¿Cómo nos las apañarenos para dormir cinco en tres habitaciones? Casi parecemos los Weasley: ¡tendremos que ampliar la casa!

Esta será la próxima Madriguera...