— Tienes que alejarte de ella... Está... está loca —digo.
— ¿Decías? —dice una voz detrás de mí.
Mierda.
Me giro y me encuentro a Lavender. ¿Qué coño hace esta en mi casa? Y ahora que caigo... Si su relación va a más y... bueno, si follan, podría ser que sus hijos nacieran como mitad lobos. Oh, ¡no quiero sobrinos tan peludos!
Draco suelta una carcajada, al parecer me ha estado leyendo el pensamiento. «¿Te diviertes, rubio?», le pregunto, y él asiente mientras sonríe de medio lado «Pues que sepas que vas a estar sin sexo una semana». Entonces se le borra la sonrisa.
— Lavender... querida... —digo.
— De querida nada —replica ella apretando los labios—. Me has llamado loca.
— Era una pequeña broma —y sonrío nerviosamente.
Lavender entrecierra los ojos y me fulmina con la mirada. Ostras, ¡corro peligro! Como le dé por convertirse en lobo...
— ¿Nos vamos? —le pregunta a Ed, aunque todavía mirándome de malas maneras.
— ¡Sí! —exclama Ed, y se acerca a Lavender para darle un beso. Se gira hacia nosotros y se despide. Entonces, desaparecen.
Quién sabe, puede que hasta les vaya bien.
— ¡Qué maleducada! Ni se ha despedido... —replica Erika.
†
— ¿Y a qué casa ibas? —le pregunto a Erika.
Draco y yo estamos sentados en el sofá, mientras que Erika en en sillón.
— Adivina: la única Malfoy en Ravenclaw —dice Erika con un tono de orgullo.
Abro mis ojos tanto como me dejan.
— ¿Vas enserio?
Ella asiente con la cabeza y veo cómo Draco pone los ojos en blanco. Le pego suave y sonrío.
— Eso es genial —la felicito, pues está muy orgullosa de ello—. Conocerías a Luna Lovegood, ¿no?
— ¡Claro! Como para no conocerla con la atención que llamaba...
Me río por lo bajo.
— En eso tienes razón.
— Y bueno, ¿ya no me quieres matar? —le pregunta Draco a Erika.
Erika se encoge de hombros.
— Creo que ya no eres mortífago —dice—. Aunque veo que sigues llevando la marca.
Draco sacude su brazo izquierdo.
— Esto, por desgracia, es para siempre.
— Y ahora que me doy cuenta... Tú también llevas la marca —comenta Erika, mirándome el brazo izquierdo con el entrecejo fruncido.
— Sí, pero yo nunca fui mortífaga de corazón.
— Entiendo —dice la morena, y sonríe tiernamente.
Huy, qué raro.
†
He hablado con los chicos y ambos se han comprometido a comportarse un poco mejor. Me han dicho que harán todo lo posible por no intentar cruciarse.
Y lo agradezco de corazón, porque de lo contrario, la convivencia no será fácil. Oh, no os lo había contado... ¡Draco viene a vivir con nosotros! Sí, voy a pasar de vivir "sola" a vivir con tres personas más. En realidad dos, porque ya sabéis qué pienso sobre la estancia de mi hermano: escasa.
La verdad que la petición de Draco sobre venirse a vivir aquí, ha sido como algo inesperado, hasta para él, que ni lo había pensado. La idea ha sido de su prima Erika, quien, para llevarse mejor, ha propuesto en broma que Draco se viniese a vivir con nosotras.
Claro, que Draco no se lo ha tomado a broma.
Ya se ha mudado y todo... ¡Y eso que todavía no se ha acabado el día! Sobre qué piensa mi hermano de todo esto: no se sabe. Sigue con su lobita en algún lugar del bosque...
Y sobre dónde dormirá Draco: conmigo. Era obvio, viniendo del rubio, que se ha negado rotundamente a dormir en una habitación él solo. Bueno, eso y porque no hay más habitaciones.
¿Que cómo acabará la cosa?
No lo sé.
Pero de una cosa estoy segura:
Esto se pone cada vez más interesante.
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ENTRE MUGGLES
FanfictionDana es una adolescente de quince años que, para escapar de su dolor, se refugia en los libros a recomendación de su psicóloga. Así es como termina descubriendo Harry Potter, una saga con la que se obsesiona en poco tiempo. La situación la lleva h...