Puedo ver a Crabbe y a Goyle, ahora mucho más delgados. Seamus y Deán, radiantes. A las gemelas Patil más guapas que nunca. Incluso a Viktor Krum, guapísimo como siempre. Y mucha más gente con la que nunca he hablado.
Han llegado todos a mi casa, supongo que porque alguien les habrá dicho que hay fiesta. ¿Quién? ¿Por qué tienen que divulgarlo? Ah, ya. Pansy...
Seguro que ha sido ella. Quiere que me destrocen la casa. Seguro. Bufo como un gato enfadado y bajo rápidamente las escaleras. Me cuesta pasar entre la gente, pues han venido centenares de personas. Pansy me las va a pagar.
Gente de Hufflepuff se ha puesto a realizar hechizos a diestro y siniestro haciendo que se rompan algunos platos. Otros de Slytherin están gastando bromas a la gente de la fiesta. Los de Ravenclaw han sacado un tablero de ajedrez y... ¿están jugando? ¿En una fiesta? Ron se les ha unido y está jugando, en uno de los tableros, contra Cho Chang usando el caballo. Y, los de Gryffindor, están jugando a un pulsito.
¿Por qué me tienen que pasar a mí estas cosas? Cierro los ojos con fuerza y lo abro rápidamente al escuchar un montón de platos romperse. ¡Me voy a cargar la casa entera de Hufflepuff!
Me dirijo a la cocina y voy hasta un chico, no sé quién es, le cojo del cuello de la túnica y muy cabreada, le suelto:
— ¿Acaso pagas tú mis platos, mocoso?
En realidad, este ni siquiera es un viejo alumno. Debe de ir a cuarto curso o así.
Del susto, al chico se le cae el plato de la mano y le lanzo mi peor cara de asesina.
— Pe-perdón —balbucea—. Enseguida lo arreglo. ¡Reparo!
Dejo que lo arregle y me marcho. Quiero reprender a algunos de Slytherin, sobretodo a Crabbe, Goyle y Draco, que han vuelto a hacer de las suyas. ¿Por qué han tenido que venir las cuatro casas a MI casa?
Os juro que voy a matar a esa asquerosa de Pansy. Y hablando de Roma...
— ¡PANSY! —chillo todo lo fuerte de lo que soy posible, ignorando por completo al trio de Slytherin.
La aludida se gira de golpe y al encontrarse con mis ojos, pega un grito y comienza a correr. Pues te faltan patas para ganarme, guapa.
Empiezo a correr y a dar codazos a la gente para que se aparten. Me da igual que se quejen, están en mi casa y si alguien tiene que quejarse soy yo.
No me cuesta mucho alcanzar a Pansy, pues la chica es muy lenta corriendo. Cuando la tengo cerca, me lanzo hacia ella, haciendo que se caiga al suelo y la sujeto fuertemente.
— ¡¿Has hecho tú todo esto?! —le grito, furiosa.
Pero no me contesta.
— Pansy —digo en tono amenazante.
— Sí —admite, temblando de pies a cabeza—. Se me ha ido un poco de las manos...
— ¡¿Un poco?! ¡ESTÁ AQUÍ TODA LA POBLACIÓN MÁGICA! —exagero, lo sé.
— ¡Yo solo invité a unos cuantos, lo juro! La gente esa ha ido invitando a otros hasta quedar... este grupo tan grande —se excusa.
— ¡Eso no lo justifica! Quiero que les digas que se marchen. Y lo quiero ya.
— ¡Eso es imposible! —replica.
— ¡HE DICHO QUE LO QUIERO YA, ESTÚPIDA! —vale, me estoy saliendo de mis casillas.
Me quito de encima de ella, y aprovecha para enseñarme el dedo y desaparecerse. Maldita cría.
Tomo la tarea de despachar la fiesta por imposible y vuelvo a mi tarea pendiente: reñir a los de Slytherin. Me acerco a donde están y veo que Crabbe realizar un bombarda cerca de un chico de Gryffindor.
— Pero, ¿qué haces? —le reprende Draco, cosa que me sorprende—. ¡Vas a quemar la casa de Sheeran!
— Esa estú... ¡Ah, hola, Sheeran! —exclama Crabbe fingiendo una sonrisa cuando me ve.
Pongo los ojos en blanco y finjo una sonrisa tan falsa como la suya.
— ¿Qué coño haces? —exclama el chico de Gryffindor.
— Piérdete —le gruñe Draco, entonces el chico le hace caso y se va.
— ¿Por qué no os metéis la varita por donde os quepa y os hacéis a vosotros mismos los hechizos, eh? —propongo—. Ah, y tu novia se ha ido —añado mirando a Draco.
El rubio aprieta la mandíbula, pero no entiendo su significado.
ESTÁS LEYENDO
ENTRE MUGGLES
FanfictionUna historia original inspirada en el universo de Harry Potter Dana Sheeran ha pasado más tiempo en terapia que en fiestas, más tiempo huyendo de sí misma que enfrentando su realidad. Su vida cambia cuando su psicóloga le propone una forma poco conv...
