Al despertar nos percatamos que el maldito basilisco nos había abandonado de una vez por todas. Pensaba dejarlo libre antes de llegar a Noxus pero... se ,me adelantó.
El sol comenzaría a salir y pronto tendríamos que comenzar el viaje con el riesgo de sufrir una insolación, pero era mejor comenzar a movernos, Delyla pudo haber contratado mercenarios que nos persiguieran desde Kalantio o las bestias de Noxus podrían comernos, de cualquier forma movernos era la única opción.
-Pensé que habías hecho amistad con él.- Comentó Alish mientras se quitaba tierra de su ropa.
-Es un animal salvaje, podemos agradecer que decidió irse sin comernos antes.- Me quité el abrigo y lo amarré a mi cintura.- No deberíamos quejarnos, creo que estamos a tres cuartos del camino a Noxus.-
-¿Eso se supone que debe alegrarme?- Alish se acercó al cráneo de dagarraco para beber agua por última vez
-Y... para mejorar tu humor, tampoco tengo un mapa.- Me acerqué a beber también.- La primera vez que llegué a Noxus fue gracias a un secuestro.-
-¿Salimos de aquella hermosa posada llena de lujos para acabar llenos de tierra, bajo el sol y perdidos en medio de la sabana noxiana?- Logré cambiar su expresión molesta a una preocupada
-Pero, en mi experiencia, ¿quién necesita un mapa? Tengo la ruta grabada en mi cabeza, pude ver el paisaje desde La Gran Barrera, no debería costar tanto trabajo.-
-Entonces supongo que vamos a necesitar llevar este cráneo de gran tamaño con nosotros para poder beber agua.-
-No, déjalo, cargar con eso sólo nos quitará energía y nos hará querer beber más agua.-
Comencé a caminar y Alish dejó de discutir.
La hierba seca acariciaba nuestras piernas mientras el calor comenzaba a alzarse violentamente. Podíamos ver a algunos animales pastar tranquilamente mientras los depredadores los acechaban, con suerte nosotros no estaríamos en el menú de alguno de los monstruos de la zona.
Los cocodrilos no faltarían en los cuerpos de agua, ya no contábamos con el aura intimidante del basilisco para tener un espacio seguro al beber. Algunos jabalíes de Noxus nos miraban fijamente mientras cuidaban a sus crías de las arpías. Aves gigantescas que patrullan los aires en busca de una presa débil o pequeña para levantarla y dejarla caer. Con suerte no nos veríamos debilitados hasta que llegara el atardecer.
Miré al cielo, las nubes comenzaron a formarse de la nada.
-¿Ves un camino, Alish?- Pregunté con algo de insistencia.
-Creo que no, ¿por qué?-
-Las nubes comenzaron a formarse y... parece ser que habrá una tormenta muy fuerte.- Miré a nuestro al rededor, los animales casi habían desaparecido.- Y parece ser que será pronto, observa cómo es que se han ido los animales.-
-¿Pudieron sentir ese cambio en el ambiente tan rápido?- Comenzó a mirar a todas partes: nada.
-Por eso te pregunté por un camino, suelen formarse por el paso continuo de personas, carretas y animales de carga, no todos deben ser perfectamente trazados.- Miré el suelo, nada.
Caminamos por lo que pareció ser una eternidad, el cielo se oscureció por completo. Y poco después comenzaron a caer algunas gotas de agua, después era como si Alish y yo estuviéramos presenciando un diluvio. Algunos lagos se desbordaron y nuestra ropa quedó completamente empapada.
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Los viajes de Ezreal
FanfictionNo te imaginarías mis viajes alrededor de toda Runaterra, lo que vi en el Vacío, cómo sobreviví a la locura en el desierto de Shurima... ¡No por nada soy el Explorador Pródigo! Postdata: ¡Taric y yo somos amigos! Antes que nada intentaré escribir es...