¡Ezreal y Las Guardianas Estelares! Los Infiltrados.

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En cuanto llegamos al hospital comenzó a llover más fuerte. Soraka seguía procesando la historia de Zoe.

-¿Dices que una voz diferente de la mía te contó todo eso?- Dijo con miedo.

-Así es.- Ayudé a mi amiga a bajar del taxi.- No entiendo por qué me contaría sólo estas cosas a mí, pero creo que es mejor compartirlas en lugar de mantenerlas en secreto. No quiero que suceda algo malo por culpa de haberme quedado información valiosa.-

-Estás tomando buenas decisiones Ez.- Me respondió con una sonrisa amable, entramos rápidamente al hospital.

Estábamos en la sala de espera buscando a Rakan, pero no lo encontrábamos por ningún lado.

-Tal vez está en la habitación de Sarah... Tardamos un poco más de lo esperado, todo por culpa de la lluvia.- Soraka a pesar de la situación no perdía su actitud tranquila.

Pregunté por la habitación de Sarah Fortune.

-Se encuentra con su pareja. ¿Ustedes qué son de ella?- Dijo la recepcionista con mala cara.

-Somos sus amigos, prácticamente la poca familia que le queda, ¿puede indicarnos dónde se encuentra, por favor?- El ambiente comenzaba a inundarse con un aroma a menta muy fuerte pero a la vez relajante. Soraka le extendió un café a la mujer.- Se ve cansada, tome, va por nuestra cuenta.-

La mujer incluso sonrió y agradeció a Soraka por el café, nos dio la ubicación del cuarto de Sarah.

-A pesar de tu forma tan extrovertida de ser, no sabes conseguir las cosas de una manera más amable.- Dijo entre risitas.- Aprende un poco de mí.- Me mostró que en su otra mano sostenía otro café.

Por fin llegamos a la habitación, abrimos la puerta, Rakan estaba arrodillado, a su lado. La mirada que nos dirigió era de desesperación.

-¡¿Por qué demonios tardaron tanto?! ¡Les llamé hace hora y media!- Nos gritó.

-Rakan, sé que no nos conocemos del todo, pero creí que esto sería de tu agrado.- Soraka me interrumpió antes de que pudiera hablar.- El tráfico nos tomó por sorpresa, además, hay algunas cosas que Ezreal tuvo que contarme antes de venir.- Le ayudó a levantarse y lo sentó en un sofá al lado de Miss Fortune.

-¿Por qué siempre eres tan amable con todos? Muchos pensarán que eres una...-

-¿Una estúpida? Tal vez, pero creo que todos debemos ser tratados con amabilidad, no sabemos qué clase de día habrán pasado las personas. Si yo hubiera llegado con una actitud agresiva, habría ocasionado algo peor. ¿No crees?- Observó a Sarah, se veía mal herida.- ¿Qué sucedió?-

-Cuando íbamos de regreso a casa y esperábamos en el semáforo para poder cruzar la calle, un auto se dirigía a gran velocidad hacia mí, pero Sarah me empujó y tomó mi lugar. Logré ver en el espejo al causante, ese maldito payaso con su macabra sonrisa. Abandonó el cuerpo de una mujer que ahora presenta varios cargos...- Su voz se escuchaba a punto de romper en llanto, impotente.- Aún no entiendo por qué demonios Sarah haría algo tan estúpido por mí.- No pudo contenerse más.

-Porque no quiero perderte definitivamente.- Dijo Sarah débilmente mientras intentaba tomar la mano de Rakan.- No sabes lo feliz que fui al saber que no estabas muerto... ¿Por qué habría de dejarte morir esta vez? -

-Viviste casi un año sin nosotros, además... Pensé que desde lo de Xayah tú... me odiabas.- Mientras ellos se veían, Soraka curaba a Miss Fortune,  me guiñó un ojo.

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