Capítulo 65: Fin del camino.

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-Vaya, sabía  que Jarro Plumaluz es un nombre muy feo para alguien con tu rostro.- Sentí que Alish me estaba coqueteando. Sin más, comenzó a caminar por el mercado de Bel'Zhun.

-Creí que sería una revelación más impactante para la chica, que por cierto, le gustas.- Mencionó Kai'Sa.

-¿Eso crees? Yo pensaba que tenía un ánimo bastante optimista y alegre.- Contesté.- ¡Alish! Las mejores tiendas para viajeros se encuentran por aquí.- Dije señalando la parte oeste del mercado. La chica me siguió dando pequeños saltitos alegres.

Encontré un puesto nuevo, no estaba cuando yo llegué. El tendero abrió las cortinas para recibirnos. ¡Era el carroñero al que le di mi saco de monedas de oro!

Sus ojos se iluminaron y se postró ante mí. Kai'Sa y Alish estaban completamente extrañadas ante el acto del hombre. El señor iba a besar mis pies, pero lo levanté rápidamente.

-Hey, ¿qué pasa viejo? No tienes por qué hacer eso.- Dije con molestia.

-Disculpa Jarro, pero en el desierto te dije que mostraría mi gratitud por tu acto.- Sus lágrimas escurrían.- ¡Por alguna razón supe que nos volveríamos a ver!- Me volvió a abrazar.- Con ese dinero pude saldar la deuda que tenía mi padre y me otorgaron la libertad, mi familia estaba libre de la deuda. Además, hice una pequeña parada en Kenethet donde comercié rápidamente un poco de cosas, realmente no sabía lo que estaba comprando pero sentía que sería de utilidad. En dos días he podido hacer una pequeña fortuna comerciando en los muelles. ¡Es increíble cómo un poco de ropa y dinero pueden abrirte el camino!- Se calló al ver que su mujer salía del pequeño almacén que tenían detrás.- ¡Zhure! Él es Jarro Plumaluz, tú pensaste que asesiné a alguien y le robé su dinero, ¡pero no! Yo no miento..- La voz del hombre rebosaba alegría.

La mujer hizo una reverencia, y lloró también.

-Perdóname, no volveré a dudar de ti. Sólo creí que nuestra situación te había orillado a hacer algo imperdonable.- Me miró y me dio las gracias. Sentía cómo Alish me miraba con ternura.

-No sabía que además de ser tan guapo tenía un gran corazón, es todo un partido, ¿no lo crees?- Intentó murmurarle a Kai'Sa.

-Eso dices porque no has viajado realmente con él, suele ponerte en situaciones de... riesgo.- Fue lo único que le contestó mi amiga.

Llamé a Alish y le pedí al hombre que me ayudara a vestirla correctamente para viajes al rededor de Runaterra. Ayudó en todo, se notaba que apenas era conocedor de vestimenta, pero en unos días pudo obtener bastantes notas, estaba consultando una gran libreta de cuero.

Finalmente Alish guardó sus antiguas prendas en una bolsa de cuero. Iba muy bien equipada.

-No sabré si las usaré de nuevo algún día.- Dijo con una amplia sonrisa.

-Si te interesa el baile creo que podrías probar visitando Jonia...- Recomendé mientras pagaba el equipo a pesar de que que el hombre se negaba.

-¿Tengo todo?- Preguntó Alish.- No, creo que aún no. Me falta algo...- Antes de que pudiéramos saber lo que le faltaba a la nueva aventurera el ruido de afuera del mercado nos interrumpió. Había alguien gritando.  El hombre salió a ver, tardó unos pocos minutos en regresar.

-Jarro... Creo que le están dando caza. aquellos exploradores piltovianos parece que lo quieren muerto y con una extraña gema, están ofreciendo mucho dinero por ti.- Dijo preocupado.- Si sales al mercado ahora lo más probable es que mueras. Incluso los ojos de los comerciantes más ricos brillan de codicia.- Sin pensarlo cerró las puertas de su local, comenzó a usar muchos seguros.- Es por precaución, sé cómo funciona el barrio bajo de Shurima por experiencia propia.- Me guiñó un ojo.

-¿Cuándo te referías a situaciones de riesgo, te referías a este tipo de situaciones, ¿Kai'Sa?- Alish miraba con curiosidad a Kai'Sa.

-Sólo faltan cascadas, disparos y estar al borde de la muerte, pero sí, este tipo de situaciones se suelen ver al acompañarlo.- Dijo mientras comenzaba a analizar el entorno.- ¿Hay alguna manera en la que podamos salir de aquí sin tener que matar a todo el mundo?- Agradecí que tuviera ropa de viaje puesta encima de su armadura, normalmente cuando se siente en peligro su armadura suele brillar (pude notarlo).

-Creo que esta es la oportunidad de poder saldar mi deuda con usted, Jarro Plumaluz, aunque estaré completamente gustoso de servirle y ayudarle con cualquier mercancía que pueda tener. Resulta que muchas personas a las que he ayudado están más que dispuestas a colaborar conmigo.-

-¿Y qué hay de mí?- Preguntó la bailarina.- Yo puedo ayudarte a comerciar algunas cosas, finalmente creo que regresaré a Bel'Zhun alguna vez. Quizás necesites expandir tus fronteras.- La naturaleza alegre de Alish casi convencía al tendero.

-Puedes hacerme ese favor también, ella quiere ser una aventurera y creo que un poco de dinero que puedan ambos será beneficioso, confía en ella.- Dije mientras me recargaba en un mostrador, tratando de pensar en una solución a nuestro problema. Observé un montón de pieles de mwati en una pequeña carreta.- Quizá podamos entrar ahí... Parece ser que la ibas a vender.-

-¡Eso apesta! En serio, no es que sea de mala calidad, pero la piel y la lana de mwati tienen un aroma asqueroso antes de ser trabajados...Pero justo es momento de verme con un comprador, viene a nombre de algo llamado "Industrias Yeis"...- Escuchar el nombre mal pronunciado de mi amigo me dio bastante ánimo y curiosidad. ¿Para qué demonios pediría piel y lana de mwati sin trabajar?

-Kai'Sa, Alish, a veces la única manera de salir de una ciudad cuando te están buscando es... metiéndote donde huele mal. Y esta, especialmente nos llevará a casa.- Recordé el escape con Katarina por las cloacas de Noxus.- Y no es algo muy cómodo pero te acostumbrarás.- Casi al momento de terminar de mencionarlo, Alish se arrojó a la pila de pieles hediondas y se cubrió con ellas.

Kai'Sa me miraba con completo disgusto.

-No sé cómo pueden pensar que eres atractivo con esta clase de ideas,,,- Sin embargo también se metió.

Terminé agradeciendo al hombre, nunca pregunté por su nombre pero sabía que nos volveríamos a ver. Entré a la carreta y me sumergí en un un montón de piel y lana húmedas,  Kai'Sa se había colocado su casco. Alish la observaba completamente maravillada.

-Espero poder encontrarme con personas así en mis viajes.- Dijo intentando contener su emoción.

-Chica, puedes salir de ahí en cuanto lleguemos al puerto, tú no corres peligro, sólo Jarro y su acompañante.- Dijo el tendero mientras tocaba las pieles.

-Lo sé, pero si no me metía aquí no podría irme sin lo que me faltaba.- Me tomó del rostro y me besó. Kai'Sa estaba impactada, Alish sonreía.- Necesitaba el beso de un aventurero para sentirme motivada, cuando te vuelva a ver no sólo será un beso, serán varios y de una renombrada aventurera.- Brincó de la carreta y se disolvió entre la multitud del muelle.

-Este es el fin del camino, Jarro, hemos llegado al barco que te a Piltóver.-

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Algunas veces tenemos que meternos donde no para conseguir nuestras metas, pero espero nunca se metan a una carreta llena de pieles y lana de mwati.

DIsculpen por no actualizar, no sé qué me ocurre que me he sentido desmotivado, pero como siempre, batallo para darles sus capítulos semanales uwu espero haya sido de su agrado.

Ya se acerca cada vez más Warriorsssssssss

Y Sylas, y muchas cosas más.

7u7

Gracias por todo su apoyo.

Sigan siendo piezas de museo.

Tomen awa.

Send jelp.


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