-Esa historia nunca me ha gustado, CaraPescado.- Por fin Jinx volvía a hablar.
-¿Estás llamando su atención?- Pregunté directamente a Jinx.
-Ella dijo que jamás colaboraría con Piltóver. Sin embargo está ahí, siendo la perra de la sheriff... Y puede que de ti.- Volteó a verme.- Todo fue mi culpa, nunca se paró a preguntarme nada, se marchó sin decirme nada y me dejó olvidada como a esta pobre máquina.- Con su pulgar señaló al entrenador de boxeo.
-No puedo decir que estés justificada, Jinx, pero sería mejor intentar hablarlo, puede que haya una solución más... tranquila.- CaraPescado estaba tomando un último intento por apelar al raciocinio de Jinx. Pero no tuvo éxito.
-CaraPescado, sé que lo que más deseas es dejar de ser un arma de destrucción y muerte, pero eso es casi imposible.- Tomó a su lanzacohetes con forma de tiburón.- Tienes un diseño tan bonito y eres taaaaan aburrida. Mira, podemos dispararle y no podrá moverse, está cansadito.- Apuntó y acariciaba el gatillo.- Pero, ¿dónde estaría lo divertido si no está manototas para verlo explotar? ¿O para perseguirme por Zaun mientras la mansión de Piltóver explota en mil pedazos junto con la Sheriff?- Hizo una mueca de aburrimiento y se sentó nuevamente.
Tomó mi café y le dio un sorbo.
-¿Por qué te enfrascas en hacerle la vida imposible a VI? No parece haber tomado la mejor decisión pero... ¿querer verla sufrir?- Comenté mientras me acomodaba.
-Quiero probar un punto.- Sólo sonrió.- Todos piensan que estoy loca, que soy malvada y no tengo razón en mi actuar, pero ¿qué pasaría si te dijera que lo única que necesitan todos para acabar como yo es un muy mal día? Sólo uno, una sola vez.- Se volvió a levantar.- ¿No sería gracioso que la pacificadora de Piltóver perdiera la cabeza?¿O la sheriff?¿Incluso tú?- Comenzó a reírse.- Tantas opciones y ella no se digna en venir, drogo a todos sus amigos, ocasiono un poco de caos y robo sólo unas rosquillas y dos cafés para traerlos hacia ti. Y no se digna en venir. ¿Quién se cree?-
-¿Qué tan bien crees conocerla?- Pregunté.- Parece que sólo te estás quedando con la VI del pasado, deberías intentar conocer a la de ahora.- Mi propuesta hizo enojar a Jinx.
-No sucederá eso.- Justo cuando terminó de hablar, VI llegaba con sus guanteletes equipados. La demonio azul sonrió de oreja a oreja.
-Por fin te encontré, maldita lunática.- La mirada de VI irradiaba ira.- Tenías que meterte con lo que más amo... de nuevo.-
La historia de CaraPescado era real, ambas se conocían pero VI logró fingir que no durante todo este tiempo...
-¿Yo? Piensa que los estás dejando, como dejaste a esa familia.- Jinx no tardó nada en disparar su pistola eléctrica. Impactando en los guantes de VI.
La pacificadora de Piltóver lanzó un puñetazo hacia la demonio azul. La impactó y la mandó hacia la pared donde estaba yo. Tomó una pistola más de sus bolsillos y me apuntó.
-Empezaré con él.- Rió.- ¿Qué tanto significa él en tu vida? ¿Manototas está dispuesta a dejar a la Sheriff de Piltóver por el niño bonito o..?- Ambas se vieron fijamente, Jinx notó algo.- No me digas que... ¿Estás con ella por..?- Soltó una carcajada fuerte.- Y yo que pensé que eras dura e inflexible. Espero que ella no lo sea en la cama.-
-¿Qué demonios tienes pensado? ¿Dónde está Caitlyn?- VI por primera vez cambiaba su gesto a uno de preocupación.
-Entonces te importa más la perra de Piltóver que él, de acuerdo...-
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Los viajes de Ezreal
Hayran KurguNo te imaginarías mis viajes alrededor de toda Runaterra, lo que vi en el Vacío, cómo sobreviví a la locura en el desierto de Shurima... ¡No por nada soy el Explorador Pródigo! Postdata: ¡Taric y yo somos amigos! Antes que nada intentaré escribir es...