Capítulo 34: La Iluminada.

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Desperté, el sonido de las olas del mar y la calidez del sol me hacían sentir relajado. Por un momento consideré que en verdad estaba muerto, poco a poco comencé a sentir energía fluir por mi cuerpo, como si me extrajeran alguna especie de enfermedad.

-Estas visiones son aterradoras y se quedan en tu cuerpo como si fueran una enfermedad. Muchos no llegan a soportar esto, debes ser un chico bastante afortunado.- Comentó la voz que me despertó.

-¿D...Dónde estoy?.- Mi cabeza me retumbaba y sentía demasiado asco.

-Muerto no, eso dalo por hecho.- Por fin mi vista se aclaró, estaba en un cuarto viejo pero bien amueblado, mi salvadora tenía unos ojos color esmeralda y un atuendo ceremonial.- ¿Yo? Soy Karma... aunque en realidad me llamo Dhara.- Mencionó con un poco de duda.-Esto es Jonia, o al menos lo que queda de mi tierra.

-¿Pasa algo aquí? Creo que llegué a escuchar de este lugar en la academia, pero no ponía demasiada atención a los profesores. Son demasiado aburridos, siempre quieren que sigas algo al pie de la letra, yo soy más de hacer las cosas a mi manera.- Dije mientras me intentaba incorporar, ella quitó sus manos de mi abdomen. Una sirvienta entró y Karma le dio una orden, la chica se fue de inmediato. Karma parecía seguir dudando antes de hablarme.

-Fue la guerra, todos saben sobre la invasión de Noxus en nuestras tierras, nos tomaron a todos por sorpresa e hicieron que nos dividiéramos como nación... Pero eso ya es cosa del pasado, deberíamos concentrarnos en el ahora, Ezreal.- Comentó.

-¿Cómo sabes mi nombre?.- El hecho de que lo dijera con tanta seguridad me daba miedo.

-Mientras te curaba tuve que sentir toda tu energía y hacer que fluyera, pero hay algo que se queda atascado... Es un sentimiento de culpa y dolor demasiado fuerte. Sé lo que es, pero si no necesitas hablarlo  conmigo puedes permanecer en silencio.- De nuevo volvía a recordarla, ¿cuánto tiempo había pasado ya?

Mantuve el silencio, no podía volver a hablarlo, al menos no podía en ese momento. Justo llegó la sirvienta con una tetera y vasos que Karma gentilmente colocó en una mesa.

-Ven, levántate. Has estado acostado durante 5 días. Este té te va a reponer.- La noticia hizo que nuevamente me sintiera mareado. Sin embargo me levanté, observando más a detalle todo. El lugar donde me encontraba estaba completamente aislado. Las ventanas sólo apuntaban a la playa y a la vegetación que rodeaba el santuario. Probé un sorbo de té y sabía asqueroso, no hay palabra que pueda describirlo, pero conforme más bebías, se volvía progresivamente dulce.

Después de beber té con Karma, nos dirigimos hacia la puerta. El lugar era un santuario que parecía no recibir demasiadas visitas.

-La gente que desea oírnos y encontrar un poco de paz acude a mí. Pero eso ha cambiado, la gente me teme, me rechaza. Algunos piensan que lo que hice estuvo mal, mientras otros lo alaban.- Murmuró.

-¿Dijiste "oírnos"? ¿Qué sucede en Jonia? Llevo casi una semana en cama, siendo cuidado por ti sin saber qué me has hecho o tocado y continuas queriendo mantener una actitud misteriosa y cerrada. Creo que no sólo yo debo hablar de lo que me mantiene bloqueado.- No sabía por qué esas palabras brotaron de mi boca, pero estaba pensando en que ella había entrado en mi cabeza y actuaba como si nada. Me mantuve en silencio al ver que se tomaba de la cabeza y hacía un signo de espera.

-¿De verdad quieres conocerme?- Preguntó Karma en lágrimas.-Pensé que hablar con alguien que no me conoce puede ser una buena idea. Así no podrías juzgarme pero ellos me decían que no era buena idea. Que soy mala.-

-Hey, me salvaste de lo que sea que me haya tomado en el mar, me cuidaste durante seis días y veo que no estoy nada sucio.- Me sonrojé al darme cuenta de mi aroma.- Así que si te tomaste el tiempo para conocerme completamente.- Ella también se sonrojó.- ¿Por qué no habría de escucharte?-

Su mirada se veía aliviada, parecía una niña emocionada.

-Cuando era una niña los monjes supieron que yo era la encarnación de Karma, tenía recuerdos que no eran míos, parecían de épocas lejanas y a veces escuchaba muchas voces diciéndome que debía acudir a ellos, que estaba destinada a mantener la paz de Jonia. Lo hice, durante mucho tiempo intenté practicar lo que me enseñaron, dejé de ser una niña y tuve que ser Karma, pero YO soy Dhara, todas las vivencias y yo somos Karma, pero se les ha olvidado... Cuando llegó la guerra, las voces y los monjes me pedían estar sentada dando alivio a las personas que sufrían por culpa del enemigo. Pensé en el poder que tenía y que al no usarlo para ayudar estaba siendo una inútil. Las voces estaban furiosas porque sabían lo que estaba por hacer: no contuve mi poder contra toda una nave de Noxus, no quedó ni un solo tripulante.- En ese momento hubo un silencio inquietante, hasta el viento dejó de soplar.- La gente me abucheaba, otros vitoreaban, los monjes me pidieron que no volviera a hacer daño, aún si eso significaba vivir como una ermitaña. Decidí marcharme de mi antiguo templo y mudarme a este templo. Creo que no entienden que la armonía exige un precio bastante alto para que se mantenga. Si puedo hacer que la gente siga caminos de paz, lo haré. Pero si deben tomar la acción, también los guiaré en ese camino. Jonia necesita volver a unirse. Mientras meditaba te encontré varado en la arena, tenía que ayudarte. Algo me dice que eres lo que esta tierra necesita para despertar.- Dhara me miró con esperanza.

-Dhara, con el tiempo aprenderás que yo sólo traigo problemas. pero aprendo a resolverlos, al menos la mayor parte del tiempo.- Sonreí y ella me devolvió la sonrisa.-

-Quizá es lo que necesitan aprender los demás.- Hizo una pausa después de esto.- Hay tanto por dónde empezar, pero primero creo que lo que buscarás es cómo regresar a tu hogar. Puedes tomar una embarcación pero el viaje es de unos 10 días. Aunque yo creo que también has llegado aquí por alguna razón, tal vez sea para ayudarnos, tal vez sea para que te ayudemos. O ambas...-

Justo en ese momento alguien entró al templo.

-Sabia Karma, necesito tu ayuda.- Era una mujer de cabello completamente negro, ojos azules y con un hermoso vestido rojo que tenía una ligera armadura. Nuestra mirada se cruzó por un momento y Dhara sonrió.

-Hola.-

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¡Hola a todos! Aquí les traigo el capítulo semanal que prometí, las cosas se han puesto más difíciles pero yo no rompo promesas uwu. Espero que les haya gustado y que juntos podamos explorar el ambiente de Jonia, yo creo que esto va a ser de los mejores arcos que he realizado.

Haré lo posible por siempre actualizar dos o incluso tres veces por semana, si sólo llego a hacerlo una vez espero que lo comprendan :c Descargué la app de Wattpad de nuevo en mi móvil para así poder hacer esto, pero creo que habrán más faltas de ortografía que de costumbre. Pero espero se me pueda perdonar xd

Les deseo que tengan un buen inicio de semana, no olviden comentar qué les parece y votar si así lo desean. Nos vemos pronto, sean piezas de museo.

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