Capítulo 63: La bailarina del desierto.

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Nos seguíamos maravillando con las instalaciones de Kenethet, incluso Kai'Sa tomó un baño con tal de experimentar cómo el agua salía caliente. Era un paraíso en medio de la nada.

En cuanto salí del baño y Kai'Sa entró, encontré que se llevaron mi ropa de viajero, dejando sólo mi guantelete y el dije. Había una nota que decía lo siguiente: "Todos los huéspedes recibirán su ropa limpia por cortesía de la casa, la ropa es lavada casi al instante. De momento usen las batas de Kenethet.

La tela de las batas era muy cómoda, no podía evitar pensar en quedarme una semana para reponerme del viaje. Sin embargo sólo pasaríamos la noche, corríamos el riesgo de que nos bloquearan las salidas de Shurima. Ignoraba el poder de aquellos exploradores, a mi gusto parecían incluso mercenarios.

Mientras seguía con mis pensamientos la chica bailarina interrumpió. Tenía la comida lista.

-Pensé que tardarías más tiempo.- Dije con asombro, la comida olía muy bien, la depositó en una pequeña mesa al lado de mi cojín-cama.

-Me alegra ver que el servicio de Kenethet es de su agrado.- Me mostró una sonrisa.- Nuestro trabajo es hacer que nuestros clientes se sientan más que satisfechos para continuar con su viaje, usted ya pagó su cuota. Así que estaré aquí para servirle toda la noche...- 

-¿Más servicios aparte de traer comida a la habitación y llevar a lavar nuestra ropa? ¡Eso es genial! Dime qué otros servicios ofreces, me serviría demasiado para mi bitácora de viajes.- Dije con emoción.

-Verá, ofrezco servicios de baile, además de dar compañía en las noches. Normalmente les gusta que les lea un cuento antes de ir a dormir o que perfume la habitación y cante...- Comentaba con vergüenza.

-¿Podrías mostrarme algún baile shurimano?- Pregunté con mucha curiosidad, realmente buscaba aprender algo nuevo de la cultura de Shurima.

-De acuerdo...- Dijo mientras comenzaba a deslizar las pocas prendas que quedaban en su cuerpo con vergüenza.- Casi siempre me piden hacer esto pero... No sé por qué con usted me da vergüenza.- Yo de inmediato me levanté de la cama y la detuve. Ella me miraba completamente perpleja.

-No, no hagas eso por favor.- La detuve rápidamente y la tapé con las telas que llegaba a encontrar en la habitación.- Yo pensaba que eran danzas típicas de Shurima, no otras danzas.- Dije muy apenado.-

-Es el primer viajero que me ha cubierto con más tela de la que llevo encima.- Cubrió su boca y rió.- Jarro Plumaluz, eres tierno. Y si de verdad te interesa saber sobre los bailes del Gran Sai te puedo mostrar algunos que he practicado desde niña.- Salió de la habitación.- Iré por una espada.-

En cuanto los alegres pasos de la bailarina desaparecieron en el pasillo, surgió Kai'Sa del baño.

-Pensé que ibas a lanzar tus garras pervertidas sobre esa pobre chica, estaba apuntándote desde el baño.- Dijo con una voz muy seria y una pequeña sonrisa escondida en su gesto.- Pero no pensé que fueras a cubrirla con todas las telas que encontraras disponibles en la habitación.- Por fin rompió en risas.-  Es una bailarina del desierto, para tener una a tu servicio debes tener bastante suerte o debes gustarles para que ellas te atiendan. Eso es lo que me contaba mi padre. Y ahora le creo, una chica tan hermosa como ella no se habría ido cubierta en toda esa tela sólo porque le pediste que te mostrara un baile shurimano.- La toalla en su cuerpo se cayó, mostrando toda su armadura, se veía más limpia.

-Parece ser que a tu armadura le encantó este servicio shurimano.- Comenté.

-Y  a mí también me gustó.- Se lanzó hacia los cojines que servían como camas y comenzó a comer.

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