Los viajes de Ezreal

Capítulo 110: En camino

Desperté más temprano de lo anticipado, los primeros indicios de la mañana apenas estaban dibujándose a través de la ventana. Alish seguía dormida, se dio la vuelta y durmió profundamente.

Debía hacer los preparativos para el viaje, abrí mi mapa: estábamos cerca de los Acantilados de Sangre, todavía muy lejos de Noxus, más aún del Fréljord. Tendríamos que viajar sin parar para no llegar a inicios de invierno al Norte de Runaterra, y si llegaba el invierno nos tendríamos que enfrentar a otras condiciones completamente distintas a las previstas.

Fréljord, como ya narré antes en mis primeras entradas, es un lugar frío e inhóspito en la mayoría de su territorio. Sin embargo debo comentar que mi primer viaje fue realizado en verano, razón por la que los terrenos aledaños eran pantanos. Ahora que estábamos cercanos a invierno...

Un dirigible noxiano. Eso necesitábamos.

La idea llegó de golpe mientras observaba mis pocas baratijas de Piltóver, entre ellas los lentes que me regaló mi tío. Recordé haber visto volar los dirigibles que mi tío diseñó antes de la revolución Hextech y que Jayce consiguió hacer realidad. Los nobles de Noxus suelen usarlos para moverse enormes distancias y normalmente llegar a Piltóver o al Bastión Inmortal rápidamente a través de algunas estaciones esparcidas por todo su territorio.

El problema iba a ser encontrar una de esas estaciones, el dinero resolvería el transporte de mi mercancía. Sin embargo, el mayor de mis problemas era que íbamos teníamos que aterrizar en la capital...

Alish me tomó del hombro, se acercó a ver con curiosidad el mapa. Parecía que ella estaba intentando apreciar una obra de arte de Piltóver sin conseguir saber qué quería transmitir el artista.

-¿Cuál es el plan, Ez?-  Preguntó finalmente.

-No me lo vas a creer, pero necesitaremos volar para llegar antes del invierno.- Contesté mientras observaba la distancia que nos separaba.

-Creo que nosotros los humanos no podemos volar, tampoco existe ya la magia que lo permita...- Parecía creerme loco.

-Ahora es posible gracias al Hextech, Alish. Una maravilla de Piltóver que afortunadamente los tontos nobles de cualquier región desean tener.- Sonreí al explicarle.- No estoy al tanto del mecanismo, pero los cristales imbuyen con energía...-

-No me des una clase, perderé el interés.- Me detuvo colocando su dedo sobre mis labios.- Entonces ahora debemos buscar un barco flotante y robarlo.- Observó el paisaje matinal.- Contigo sí que hay que tener poco aprecio a la vida, ¿verdad?-

No sabía que me preocupaba más, que ella me viera como un peligro o lo rápido que pensó en robar un dirigible noxiano.

-Se paga por subirse, a veces sirven como atracción o  a veces como transporte personal. Sin embargo es uno muy exclusivo.- Comenté.- Si intentáramos robar uno estaríamos muertos antes de intentar siquiera subir a la fuerza.- Tampoco estaba muy seguro de lo que estaba diciendo, sólo escuché rumores por parte de Vi, Caitlyn y Jayce al respecto.

Jayce sí que me dio la explicación de cómo y por qué funcionaban, pero al igual que mi compañera, no le puse atención en absoluto.

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Terminamos por despedirnos de Helga y Luka, agradecimos por su hospedaje y por estar convenientemente en medio de la nada en la sabana noxiana. Tomé las riendas del caballo mientras Alish se sentaba a mi lado.

-Podías entrar al carruaje y dormir un poco, será un viaje demasiado largo para que estés aquí fuera.- Comenté.

-Me encanta el sol, el día es hermoso y creo que sería peor para ti si me quedo dentro del carruaje, ¿con quién hablarías? Si estás todo el tiempo hablándote te volverás loco.- Tomó una postura firme y me "invitó" a hacer avanzar el caballo.- Además, puede que me sirvan unas lecciones de manejo de caruajes, ¿no lo crees? Tus cursos de capacitación de aventureros dejan mucho qué desear.-

La Gran Barrera estaba a nuestra izquierda en todo momento, es una vista impresionante una vez que estás abajo y contemplas su inmensidad mientras también piensas en el enorme territorio que abarca Noxus.

Por la tarde nos detuvimos bajo la sombra de un gran árbol para comer. Pudimos preparar un estofado de carne seca con patatas.

-Después de esta comida tú vas a conducir, Alish.- Mencioné entre bocados.

Alish se atragantó, tuve que ayudarla a expulsar un trozo de carne.

-No pensé que fueras a dejarme hacerlo.- Apenas recuperaba el aliento.-

-Alguien tiene que conducir mientras el otro duerme aunque sea un poco, ¿no crees?-

-¿Es seguro conducir un carruaje en la oscuridad?-

Tenía razón, es peligroso si no sabes leer un mapa y no hay un camino muy definido (o no sabes verlo, como era el caso de mi amiga).

-Entonces tendremos que acampar y continuar con el viaje a la mañana siguiente hasta llegar a los Acantilados Sangrientos. Es una zona costera muy cercana a la capital, seguramente ahí hay "barcos flotantes".-

-Si es tan cercana, ¿por qué no seguir en carruaje?- 

-Cercana a 3 semanas de viaje, según lo que escuché el viaje por este nuevo medio de transporte lo reduciría a tan solo 3 días, ¿puedes creerlo?- Comenté entusiasmado.

-Pero... ¿eso no haría más fácil a las tropas noxianas llegar a otros lugares..? No hace falta que mencione que siguen teniendo a Jonia como objetivo, ¿verdad?-

Eso me alertó, ¿cómo el gobierno de Piltóver le vendió estas máquinas a la nación con ansias de expandirse de forma violenta? También pensé en Jonia y mi corazón se alegró por un instante al recordar la melodía que formaban las cuchillas de cierta bailarina...

-Jonia puede siempre verse sin un balance, pero hay personas que son más que capaces de mantener el equilibrio. Y volverán a expulsar a Noxus las veces que sean necesarias.- Le extendí las riendas a mi amiga shurimana.- Toma, debes hacer esto...-

Hacía tiempo que no pensaba en Irelia, mientras enseñaba y guiaba a Alish iba recordando mi trayectoria por Jonia y mis pensamientos lentamente se fueron acercando a preguntarse cómo estaría La Cuchilla Danzante.

Espero que bien, al final de todo me gusta pensar que ambos esperamos volver a vernos algún día.

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Querido lector, querida lectora:

Si estás leyendo esto, te lo agradezco de todo corazón.

Gracias por quedarte a leer cada capítulo hasta el final, créeme que lo aprecio mucho. Ya no he demostrado la misma actividad de antes y aunque no lo creas me es complicado encontrar un por qué.

Algo que considero que sí me ayudaría a enfocar más mi escritura sería que me dijeras qué es lo que quieres seguir leyendo, si esta trama original o la versión de las guardianas estelares.

Cada voto, cada comentario hace que me emocione de nuevo al ver las notificaciones y por eso he vuelto. No te pido que me hagas spam de actividad, sólo te agradezco por mantenerte aquí.

Eres una pieza de museo.