Capítulo 59: El Acechador.

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Un rayo rompió el silencio, aquél vastaya escalaba furiosamente la colina, tenía la mirada fija en Kai'Sa.

-No me busca a mí si es lo que estás pensando.- Respondió Kai'Sa tranquilamente mientras miraba a todas partes. Su casco apareció de súbito.- Está evitando que algo más nos cace.-

Sentía que algo acechaba, muy cerca de nosotros. Kai'Sa y yo nos pegamos espalda a espalda.

-Así cubriremos nuestro punto ciego.- Dijo Kai'Sa.- No está tan lejos aquella aberración.-

-¿Aberra...- No pude terminar mi palabra, un destello morado surgió de la nada y una criatura quitinosa apareció justo ante mis ojos. Para mi sorpresa y asco, rió fuertemente.

-Gracias por dejarme vivir, Kai 'Sa. Este lugar me ha servido para adaptarme, para mejorar.- Dijo aquella criatura con una voz muy asquerosa.

-Ella es mi presa, sabandija.- Rugió el vastaya en cuanto llegó a la cima. Lanzó una red nuevamente. Me encontraba en una pelea de cazadores.- ¡Aléjate de ella!- La red me atrapó. Kai'Sa intentó intervenir, pero la bestia del vacío lo impidió. Kai'Sa desapareció, el monstruo igual, ambos en un destello morado.

El vastaya sonreía, confiado. Me miró fijamente con su fiero ojo azul, luego él también desapareció.

-No pueden esconderse.- Dijo mientras un rayo volvía a caer. La lluvia caía torrencialmente. El trueno fue ensordecedor.

"Tengo que salir de aquí y salvar a Kai'Sa". Dije mientras use mi salto arcano para salir de la red. Pan comido.

Tratando de mirar entre las espesas gotas de lluvia, noté que rebotaban entre el supuesto vacío que dejaron aquellos tres cazadores, no se sabía en realidad quién estaba peleando en contra de quién. Sólo conseguía ver la lluvia rebotar y el agua en el suelo salpicar.

Una ráfaga de viento rozó mi lado izquierdo, algo se había estrellado nuevamente contra la roca de la montaña. Un destello morado, me acerqué rápidamente pensando que era Kai'Sa, era aquella criatura. No tardó en abalanzarse hacia mí.

Un disparo lo detuvo, Kai'Sa había desactivado su camuflaje para salvarme. Se le notaba exhausta, pero en sus ojos había cierta emoción, cierto placer en lo que estaba sucediendo. Incluso aquella criatura no estaba asustada a pesar de sus heridas, sonreía asquerosamente. Decidí ayudar a Kai'Sa y le disparé a la criatura.

-Kha'Zix aprende de ti, Ezreal. Ha visto suficiente para saber cómo combatirte.- Mencionó rápidamente. El vastaya surgió del cielo, cayendo encima de Kai'Sa. Rugía fieramente cerca de su rostro. Mi ropa comenzaba a sentirse cada vez más pesada, yo nunca he estado preparado para peleas largas e intensas bajo la lluvia.

Kha'Zix lo había notado, yo era una presa fácil. Volvió a hacerse invisible, la lluvia incrementó el rimo. No podía ver dónde estaban cayendo las gotas. Mi corazón latía rápidamente, tan fuerte que sentía que iba a explotar.

Si el monstruo del vacío me iba a matar, al menos me intentaría mover. Volví a usar mi desplazamiento arcano y golpeé al vastaya disrectamente en el rostro. Evitando que mordiera a Kai'Sa, Kha'Zix surgió del cielo también. Se escuchaban unas alas de insecto antes de que cayera justo encima del cazador vastaya.

-Contigo me conformo, Rengar.- Rugió felizmente la criatura del vacío.

-No soy tan estúpido como ellos.- Una red de bola había sido disparada desde un lugar desconocido, impactando de lleno a Kha'Zix. Éste rió.

-Primero me comeré tu otro ojo, el primero fue muy delicioso.- Rió Kha'Zix.

Miré nuevamente a Kai'Sa, estaba herida. Rengar le había atravesado la armadura, sus hojas debían ser muy afiladas, además de que debía tener una fuerza extraordinaria.

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