-¿De verdad me ayudarás?-Dijo antes de aceptar tomar mi mano.
-Créeme que no tengo ningún motivo para engañarte, Kai'Sa. Tendrás que viajar conmigo hacia Piltóver y hablarles del Vacío a mis amigos. No ignorarán algo que pone en riesgo la vida de muchas personas.- Contesté mientras le ayudaba a levantarse.
-Entonces, me uno a tu viaje... ¿Cómo dijiste que te llamabas?- Se me olvidó decirle mi nombre.
-Jarro Plumaluz.- Exclamó una voz detrás nuestro, en la única salida de la cripta.
-Dime así de momento.-Le guiñé un ojo, ella asintió. Luego me dirigí a la voz, era un miembro del grupo de arqueólogos piltovianos. Venía acompañado de otro.- ¿Qué demonios buscan aquí? No hay nada más que estos malditos bichos y cómo verán, están todos muertos.- Dije mientras ocultaba rápidamente la Lágrima de la Diosa en mi guantelete.
-Vacía tu mochila.- Dijo uno de ellos, tenía un gran bigote y era gordo. Otro nos apuntaba con un rifle hextech.- Demuestra que no nos estás mintiendo.- Sonrió.
Kai'Sa me miraba con desesperación, su mirada decía algo como "¿Por qué demonios no acabamos con ellos y ya?". Con mi mirada traté de decirle que no hiciera nada peligroso. Sin embargo su casco apareció y ella se volvió invisible.
-Sabía que la mujer no se veía nada normal. Bien.-Me apuntó directamente con una pistola hextech.-Si no apareces, maldita chica, tu compañero se volverá una coladera.- Pasaron diez segundos, no apareció Kai'Sa.-Tu cobardía acaba de costar una vida, lo siento Jarro, sabemos que eres un gran cazatesoros pero la lágrima de la diosa vale más que tú.- Sin pensarlo dos veces jaló del gatillo, un destello morado surgió de la nada. Era Kai'Sa.
El haz del arma impactó en la armadura de la chica, no le hizo daño alguno. De inmediato golpeó al otro hombre que empuñaba el rifle. Rodó por el aire y cayó en un golpe seco. Seguía respirando, así que me sentí aliviado.
Quien me disparó estaba completamente inmóvil, no se esperaba el destello morado.
-Déjanos en paz.- La voz de Kai'Sa se distorsionaba con el casco, dándole un tono más sobrenatural y aterrador. Su traje comenzó a brillar más.
-Lo siento, lo siento.-Dijo el hombre nerviosamente.- Sólo estamos aquí por la gema, lo sabes bien...- No noté que el hombre del rifle estaba apuntándole a la chica, se escuchó sólo un disparo y ella se desplomó.
-¡Ja! Cayó igual que esos malditos tiburones de arena. Te dije que ninguna coraza resiste el impacto de estos bebés.- Mientras él pronunciaba estas palabras aproveché para usar mi desplazamiento arcano, tomar a Kai'sa y huir rápidamente hacia arriba.
-Maldita sea, de verdad te hirieron.- Noté cómo sangre brotaba de un costado del traje. No volteé hacia atrás. Sólo corrí por los escalones, los salté, me desplacé de nuevo. Todo con tal de ahorrarnos la mayor distancia de esos hombres. Puede que ellos no tuvieran ningún problema en matar por obtener las piezas. Yo no soy tan bajo, ninguna pieza está por encima de una vida. Es lo que nadie entiende.
Kai'Sa jalaba mi ropa por convulsiones dolorosas, su respiración era agitada. Mi corazón estaba a nada de reventar. Necesitaba pensar rápido, el resto del grupo de esos dos podrían estar en cualquiera de las aldeas cercanas, y con Kai'Sa en ese estado sería imposible defenderla. No tenía demasiadas opciones.
Corrí hacia el oasis donde desperté, con suerte el par de sujetos llegaría a la superficie cuando yo me encontrara muy lejos, escondido en la sombra del oasis. Aquella idea me provocó querer seguir corriendo, y lo hice. No tomé en cuenta mi cansancio o el calor, me interesaba poner a Kai'Sa a salvo.
No me percaté debido a la adrenalina del momento, había llegado al oasis. Mis piernas y brazos temblaban, quería dejar caer a la chica, pero ella seguía luchando contra el dolor. "Maldita sea, espero que algo de los libros de herbolaria que leía en la biblioteca de Piltóver funcione". Busqué entre las plantas del oasis algo que me pudiera servir, mi cuerpo cada vez se debilitaba. No encontraba nada, Kai'Sa se retorcía más, noté que mis manos estaban completamente cubiertas de sangre. Mi visión se nublaba, no había logrado salvar a alguien que me salvó dos veces... Todo por una maldita gema.
"La Lágrima de la Diosa se dice que tiene enormes poderes curativos y regenerativos" Retumbó la voz de Jayce antes de que me rindiera, la maldita gema guardada en el guantelete, tenía que intentarlo. Aunque fueran sólo rumores, me quité el guantelete rápidamente. Sostuve fuertemente la lágrima de la diosa.
-Más te vale funcionar.- Dije mientras apretaba la piedra al cuerpo casi inmóvil de Kai'Sa. Luchaba por no desvanecerme.- Kai'Sa, lo siento. Confiaste en mí. Apenas me conociste y me ayudaste dos veces...- Mientras lloraba por la frustración mi cuerpo dejó de responder, mi cara se estrelló en la arena, sostuve la piedra aún y la apoyé en su vientre, todo se volvía oscuro.
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¡Hola! uwu Lamento tener que dejar el cap aquí pero es que vaya, la emoción, lo sabroso, la codicia.
¿Llegarían tan lejos por lo que quieren?
Espero que les haya gustado el cap y nuevamente gracias por todos sus votos en el capítulo anterior, me hicieron muy feliz y también pienso que fue porque les gustó mucho, es bueno cuando eso pasa. De verdad gracias por todo su apoyo y por seguir aquí esperando nuevas actualizaciones cada semana uwu
Además del apoyo mostrado con mi página de Facebook xd disculpen la pésima calidad, sólo que apenas y sé cómo se manejan, pero ya verán. Dentro de poco igual va a crecer. Todas estas cosas no las podría haber continuado o iniciado si no fuera por sus comentarios. Son geniales, todos.
Tengan una hermosa noche, los veo el viernes.
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Los viajes de Ezreal
FanficNo te imaginarías mis viajes alrededor de toda Runaterra, lo que vi en el Vacío, cómo sobreviví a la locura en el desierto de Shurima... ¡No por nada soy el Explorador Pródigo! Postdata: ¡Taric y yo somos amigos! Antes que nada intentaré escribir es...