Los viajes de Ezreal

¡Ezreal y Las Guardianas Estelares! Claroscuro (Parte 3)

-No eres nuestro enemigo, Rakan. No deberías sentirte así cuando ya has pasado demasiado tiempo con nosotras, nos has ayudado demasiado y siempre estás dispuesto a hacer más de lo que debes para el equipo.- El ánimo de Rakan comenzaba a mejorar.

-Siguen siendo mis amigas después de todo, ¿sabes? Yo no les guardaba ningún rencor, entendía que esa ocasión nos tomaron por sorpresa y no pudimos reaccionar a tiempo. Yo vi cómo intentaron salvarnos, Xayah... lamentablemente había muerto para ese momento. Yo me cegué por la ira y también morí, o bueno, eso creí. Yo morí por mi gusto, por querer vengar a Xayah, ella murió pensando que nos abandonaron y el resentimiento corroe su corazón a pesar de que haya cierta pizca de duda en ella.- Miró al cielo nocturno.- Lo sé muy bien dentro de mí, Ezreal pero no quiero pensar en probabilidades, quiero dar una última batalla para que las nuevas generaciones de guardianas estelares no tengan que temer a ser eliminadas.- Sonrió.- No puedo evitar sonreír cuando tengo miedo o cuando no sé qué es lo que voy a hacer, ¡así que como sabrás sonrío todo el tiempo!- Volvió la mirada al lago.

-Debemos ir al motel Rakan, ya podrás darles la noticia a las chicas de que nuestra casa quedó completamente reparada por "arte de magia".- Me despegué de la cerca y comencé a caminar.

-Y tendrás tu cita con esa chica pelirosa, ¿verdad? Es la capitana del equipo Brillo Radiante, se nota que es una capitana primeriza.- Su voz era de una ternura exagerada.- Quizá por eso Ahri es dura con ella, así era en sus primeros años.- Comentó.- Lux tiene cosas qué aprender, finalmente su equipo es de reciente creación.- Me sorprendía lo bien informado que Rakan estaba del funcionamiento  de las guardianas.

-¿Qué se supone que deba decirle a Lux? No nos conocemos demasiado y sin embargo siento una conexión fuerte con ella... No lo entiendo.- Pensar en cómo abordar el tema del Santuario con ella me provocaba un leve dolor de cabeza.

-Sólo dile la verdad, no necesitas decirle las cosas a medias para no asustarla. Las chicas no se asustan Ezreal, sólo necesitan saber cómo te pueden apoyar si es que te aventuras a una misión que pone en riesgo tu vida. Créeme, es mejor que siempre dejes claras las cosas antes de que sea demasiado tarde como para hacerlo.- Se estiró y continuó caminando.

Después de media hora de caminata llegamos al motel y subimos a nuestra habitación, a pesar de saber que muchas personas frecuentan estos lugares procuramos caminar lo más silenciosamente posible para no despertar a nuestras compañeras.

Rakan abrió la puerta, sus ojos mostraron una gran expresión de terror. Ahri estaba parada, cruzada de brazos y con una mirada que nos indicaba que iba a conseguir respuestas de un modo u otro, detrás de ella se encontraba Sarah.

Entramos a la habitación y nuestra capitana cerró la puerta en cuanto llegamos a las camas.

-Siéntense.- Ordenó Sarah, nosotros no sólo obedecimos.

-¿Ahora dónde está Syndra?- Ahri se sentó al lado de Miss Fortune.- ¿Se están dando cuenta que nos estamos quedando solas?- Había cierta molestia en la mirada de nuestra capitana.

-E... Está con Janna.- Mi respuesta provocó gran sorpresa entre nuestras dos compañeras.- ¿Dónde está Neeko?- Ella se limitaron a señalar la puerta, indicando que estaba en su habitación jugando videojuegos.-

-Eso es bastante sorprendente... Pensé que no se conocían...- Murmuraba Ahri.

-Y tendré que irme con ellas mañana en la noche.- Hasta Rakan se sorprendió ante mi franqueza.- Creen que Soraka se despedirá de sus padres y se dirigirá a una especie de Santuario.- La mirada de mis amigas se tornó seria.