Los viajes de Ezreal

Capítulo 39: El Placidium.

Caminamos horas junto a los vastaya,  Rakan cargaba a Xayah, quien se estaba poniendo peor desde su pelea con el líder del clan de las sombras.

-El Placidium no queda muy lejos, seguramente envenenó sus cuchillas antes del combate.- Mencionó Irelia con cierto tono de preocupación en su voz, Rakan estaba muy extraño, era una combinación de ira y preocupación.

-Ese maldito me las va a pagar, ¡¿cómo se atreve a herir a mi chica?! Te vas a poner bien cielo, llegaremos pronto a Navori.- Algo provocó en él una sonrisa.- En cuanto te mejores podremos tener nuestra cita, no sabes lo mucho que deseo que eso suceda.- Aunque Xayah se hallaba inconsciente esbozó una ligera sonrisa.

Por fin llegamos a Navori y la gente recibió a Irelia con mucha energía, pero se callaron en cuanto ella alzó la mano.

Navori es una aldea que se encuentra en el centro de Jonia, es el lugar más sagrado para los jonios. Aquí se encuentran las mejores escuelas y los más hermosos jardines mágicos que puedan existir. Además de que aquí se libró Gran Batalla de Navori, de la cuál desconocía muchas partes. El clima era muy nublado para cuando llegamos, parecía que fuera a llover.

-Por favor, ayuden a mis compañeros Vastaya, la mujer fue herida con veneno del clan de las sombras y no quiero que haya contratiempos.- Ordenó de una manera muy firme pero amable, las personas que rodeaban a Irelia rápidamente le quitaron a Xayah de la espalda  a Rakan, él se veía más preocupado.

-Ella va a estar bien, muchos de mis seguidores son de los mejores médicos de Jonia, además hay algunos Vastaya aquí, déjalos hacer su trabajo. Podemos ir por la comida nosotros.- A pesar de lo severa que se podía ver, Irelia podía ser muy amable, era en realidad una buena líder.

-Será mejor ir a buscar un restaurante de fideos, a ella le encanta que sean picantes.- Sonrió al recordarla.  Comenzamos a buscar algún establecimiento en el mercado de la aldea. Las personas nos veían a todos como si fuéramos personas de mucho renombre.

Yo caminaba al lado de Irelia, me mantuve en silencio mientras escuchaba su conversación.

-La amas demasiado, ¿no es verdad?- Preguntó la cuchilla.

-Como puedes ver, muchas mujeres, vastayas y humanas, me están viendo en este momento, y  es que seguramente me conocieron en una fiesta, toda mi vida he bailado, tocado música y peleado por toda Jonia. Pero en cuanto vi a Xayah pasar por esa fiesta en Vlonqo, dios, no me hizo ni caso. ¿Puedes creerlo? ¡Sólo me había visto de reojo, sonrió y se fue! ¡Era la primera chica que me hacía eso!- Dijo sonriendo de oreja a oreja, su voz volvía a sonar fuerte y alegre.- Seguí tocando y bailando para ver si la chica cuervo , me dirigía la mirada, pero no lo hizo. Tomó algo de una casa y se fue lejos del pueblo. Yo sabía que solían haber bandidos a las afueras de la aldea, así que decidí ir por ella. Cuando llegué la noté rodeada de 15 bandidos, ella ya había matado a cinco pero no iba a poder con todos, al menos no sola. Tuve que gritarles y combatir con ellos mientras ella los atravesaba con sus plumas. Fue un combate muy largo pero yo lo sentí más como un baile. Cuando terminamos, le dije que me dejara quedarme a su lado un tiempo, que no se arrepentiría. Y al principio deja te digo que fue de lo más difícil, se alejaba de mí en las noches y me rechazaba cada regalo que le hacía. Duré meses siendo rechazado, pero no podía rendirme, sabía que yo le gustaba, pero lo negaba. Hasta que por fin en una cena la tomé desprevenida y la besé. Para mi sorpresa, no recibí una bofetada o una pluma en el corazón, si no otro beso de vuelta. Desde ese momento siento que me complementa, que no hay nadie más como ella. Quizá "amor" sea poca palabra para lo que siento por ella, pero como no creo que exista otra palabra en  jonio o vastaya, amor es lo correcto.- Había recuperado por completo su ánimo.