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Chase

Me desperté un poco mareado y tratando de entender por qué me encontraba en el suelo. Vi a algunas personas conocidas frente a mí y el leve recuerdo de lo que le hicieron a Marie llegó a mi mente, pero cuando la busqué con la mirada dentro del círculo en el que la habían metido, ella no estaba, y el sigilo parecía haberse esfumado casi por completo, como si hubiese sido dibujado con sal.

Sentí un vacío en mi pecho, sé lo que ha pasado y que han logrado romper el hechizo que Marie tenía conmigo, el amarre, pero, a pesar de ese sentimiento de vacío, me sentía yo mismo otra vez. El malhumorado Chase White regresaba, podía sentirlo. Estaba agradecido con ellos por ayudarme, sobre todo con Skyler por romperme el cuello y dejarme inconsciente para que pudiesen deshacer lo que esa loca me hizo. Recuerdo sentirme tan mal por ella, tan preocupado por Marie, que el aire se escapaba de mis pulmones como si se tratase de la persona más importante de mi vida. Y es que eso es lo que pasaba por mi mente antes, yo pensaba en Marie como la mujer más interesante y la única que quería tener en mi vida. Esas voces en mi mente que hablaban todo el tiempo de ella y me envolvían en una mentira de amor, se habían ido por completo. Era yo otra vez.

Marie se sentía como un sueño, como si nunca hubiese sido real. Es como si todos estos meses con ella hubiese estado medio dormido, como si fuese un sueño lúcido. Ahora que el hechizo ya no estaba, era difícil comprender cómo pude amarla, pero supongo que por estas razones se llamaba magia. No siento nada por ella. Y es un alivio. Nuestra relación era muy tóxica en todos los sentidos posibles, vivíamos peleando cuando nadie nos veía, pues ella me hacía sentir muy inferior y me generaba esas estúpidas inseguridades que me reventaban la cabeza, pero cuando estábamos frente a otras personas ella actuaba con tanto amor hacia mí, que hacía que me olvidara de esas emociones negativas e hiciera de cuenta que nada malo había pasado. La relación con Marie se había convertido incluso más tóxica y turbia que cuando yo estaba con Skyler y Sam estaba metido en el medio.

Vi a Sam tomando a alguien entre sus brazos. Reconocí que era Loren casi de inmediato, y me pregunté si estaba muerta como pensaba, y a juzgar por el silencio sepulcral de la casa, supuse que sí. ¿Marie la había matado? ¿Dónde estaba ella?

Me tomé del cuello un poco adolorido. Encontré a Skyler con la mirada y ella la sostuvo sobre la mía. Nate se dio cuenta de que he despertado y se acercó a mí y se agachó, poniendo una mano en mi hombro, analizándome con sus ojos como si estuviera herido.

—¿Cómo te sientes, Chase?

—Me duele el cuello, pero estoy bien —respondí.

Skyler seguía con su mirada sobre mí, pero también veía de vez en cuando a Sam, preocupada. Nadie se le acercaba. Su corazón latía rápido.

Nate me ayudó a levantarme. Seguía un poco mareado, pero no era para tanto. Skyler tensó su cuerpo cuando me acerqué levemente a ella.

—Lo siento. No debí intentar atacarte —dije.

Sonrió levemente.

—No te preocupes, sé que no eras tú.

—Aun así.

Los dos mantuvimos cercanía, pero dándonos espacio personal. Lo nuestro no era tan incómodo como antes, pero seguía existiendo un poco de incomodidad. Mi rencor hacia ella no estaba más, es como si eso hubiese pasado a un tercer plano. Ahora me preocupaba mucho mi hermano, quien había perdido a Loren, su vieja amiga. Él no se merecía eso, ni ella tampoco. Los dos siempre estuvieron dispuestos a ayudar incluso cuando las situaciones no les agradaban, y así es como el universo les pagaba.

Me pregunté cómo es que Skyler se habrá sentido al verme con Marie, al enterarse que estábamos juntos poco después de haber puesto punto final a lo nuestro. Yo no lo había pensado antes, pues Skyler era como un viejo recuerdo sin importancia cuando estuve hechizado. Puedo decir con seguridad, y por experiencia propia, que los amarres eran más poderosos con el tiempo. Los primeros días del hechizo, Marie me tenía comiendo de la palma de su mano, pero a las semanas, ya estaba rendido a sus pies, siendo capaz de matar a millones por ella. Qué enfermo.

Atracción destructiva +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora