Skyler
Miraba a Ryan con ojos suplicantes, pero su semblante era tan desigual al mío, como si realmente le importara muy poco lo que ocurriese con Chase. Me torturé un poco más y desvié mi vista hacia el auto, donde podía ver por la ventana que el cuerpo maltratado de Chase descansaba en el asiento de atrás, con todo su cuerpo apoyado en la puerta.
Quería entrar a darle un abrazo, pero Ryan me detuvo del brazo y me dijo que no.
—Te vas a hacer daño si entras.
Me sequé una lágrima.
—No me importa, está muerto. ¡No debería estarlo! —le dije, como si la culpa fuera de él. Sabía que no, pero estaba tan enojada en ese momento que no pensaba las cosas con claridad.
—No tengo la culpa de que él se metiera en cosas que no debía. Si hicieron magia en contra de él es porque alguien se vengó. Seguramente, Chase mató o algo parecido, no lo sé. Pero algo malo tuvo que hacer.
Negué con la cabeza.
¿Quién le haría una cosa como esa? Bueno, no sé por qué parecía sorprenderme con todas las cusas que habían salido ante mis ojos hace semanas. Si mi tía mató a alguien con magia negra, cualquiera podía hacerlo. El tema era saber qué consecuencias traería eso. Porque Jason bien me había dicho que cuando alguien practicaba la magia prohibida había consecuencias.
Recordé a la anciana que nos miraba por la ventana. Nunca salió a ver qué pasaba, y eso era demasiado sospechoso y cruel. Y, ¿si ella había tenido que ver?
—Tienes que revivirlo —le supliqué con ganas de sacudirlo para que me hiciera caso. Sus ojos me recorrieron con lentitud. Estaba pensativo.
—No hay nada que hacer —respondió como si nada. Le importaba tan poco y a mí me importaba tanto... quería golpear a mi hermano.
—No. Algo tiene que haber. Algo se tiene que hacer —le di un golpe al auto con la mano. Fue fuerte y me hice mal, pero por lo orgullosa que era no iba a hacer una mueca de dolor frente a Ryan—. Mírame a la cara y dime sin mentirme que no hay nada que se pueda hacer —la voz me salía quebrada.
Bajó la mirada un milisegundo, luego volvió a mis ojos con algo extraño en ellos. Pensé que me diría que no, y en realidad no me dijo nada, se quedó sopesando por unos segundos algo que no me fue tan difícil descifrar. Me sentí muy mal por la noticia, decepcionada y nostálgica, pero al ver esa mirada de mi hermano, supe que había esperanzas. Quizás una sola, una pequeña, pero algo había. Algo tenía que haber.
Me crucé de brazos para mirarlo con recelo.
—O sea que sí hay una posibilidad de que lo ayudes —susurré.
Apartó la mirada de la mía.
—Tal vez —musitó—. Pero es muy difícil y casi imposible.
—Sí, tú lo has dicho, es casi imposible. No seas mala persona, no porque sea un vampiro puedes hacer como si nada, Ryan, tienes que entenderlo.
Dio un paso hacia mí.
—Y tú tienes que entender que no porque estés enamorada de un asesino voy a salvarlo.
Fruncí las cejas.
Él no sabía nada.
—No estoy enamorada de un asesino. No estoy enamorada de él.
—Pero te gusta mucho y vas en el camino correcto —se dio la vuelta—. Llevaré el cuerpo a la casa de los White. Reza para que no me maten cuando les diga que su hijo murió por magia negra. Pensarán que fui yo y me desangrarán para beber mi sangre como si fuera vino —acotó con asco y rodé los ojos.
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Atracción destructiva +18
Romance¿Qué tan dispuesto estás para renunciar a tu vida por la persona a quien amas? Chase White convive con un pasado oscuro y perturbador con el que debe cargar por el resto de su vida. Skyler, por otro lado, no sabe su real identidad y lo peligrosa q...