Editado.
Skyler
—No, no vas a llevarme en tu auto —respondí cuando él se dio la vuelta para caminar hacia el garaje. Lo seguí, y mientras Chase me ignoraba por completo, yo le admiraba la espalda y los hombros tonificados. La remera negra se pegaba a su cuerpo de manera atrayente y sentí muchas ganas de tocarlo, de apreciar su musculatura sensual. Ni hablar de su trasero...
Chase se veía tan bien de atrás, estaba tan bueno, tan sexy que repentinamente me imaginé sacándole la remera. Mierda, eso sí estaría bueno. Si mis hermanos supieran de mis pensamientos seguramente me estarían echando un balde de agua fría y bendita encima.
Vi un momento su tatuaje, ese tatuaje que se podía decir que le daba un toque más interesante, más oscuro como ya anteriormente había pensado. En algún momento tendría que preguntarle por qué decidió hacerse ese dibujo y no otra cosa, algo diferente. ¿Será que le gustaban los murciélagos?
El portón se abrió y volví a la realidad un segundo. El Audi A6 negro y nuevo de Chase estaba aparcado dentro. Chase sacó las llaves de su pantalón y se volteó a verme de una manera divertida y no supe por qué.
—¿Por qué me miras así? ¿Qué pasa? —pregunté.
—Nada —respondió, pero no ocultó la sonrisa.
—¿Te estás burlando porque me perdí en un pueblo pequeño? —me crucé de brazos y lo fulminé con la mirada mientras me ignoraba y se subía al coche sin decir nada.
Me paré frente a su Audi. Yo no iba a entrar en ese auto.
No.
Jamás.
¿Acaso él no pensaba en las consecuencias que podrían traerle? Porque si mis hermanos se enteraban de que anduve metida con quien me lastimó el otro día, iban a querer ahorcar a Chase y me ahorcarían también a mí por no hacer caso. Esto era una mala idea, ni siquiera debía estar dentro de su garaje.
Chase seguía mirándome divertido desde su asiento y me recorrió rápidamente con la mirada otra vez, por lo que mi sangre se llenó de nerviosismo, pero no aparté la mirada de la suya cuando ésta voló directo a mis ojos. Se había puesto repentinamente serio y temí que el otro Chase hubiese vuelto a aparecer.
Con más razón, así no me iba a meter en el auto con ese chico por más que mis hormonas alborotadas y mi sentido de la curiosidad estuviesen apareciendo, no iba a dejar que me ganara y tomara el control.
—¿Vas a quedarte ahí parada? Tengo que sacar el auto para poder llevarte a tu casa.
—Contigo no me voy a ir a ningún lado.
Chase frunció las cejas y se despeinó su alborotado cabello, también de una manera sensual. Creo que hoy estaba más guapo que nunca.
Arrancó el motor y amagó con chocarme. Por acto reflejo di un paso hacia atrás, algo asustada por lo que había hecho. Sí, no me iba a matar —creo— pero me iba a hacer daño si conducía hacia mí. O sea, estaría pasándome por encima.
—¡¿Qué haces?!
—¿No te gustaría reconsiderar la idea de venir conmigo?
¿Me estaba amenazando?
—¡No me amenaces!
—No lo hago —dijo con calma y soltando una risita—. Anda, ven conmigo.
—No.
Él suspiró y me di la vuelta para caminar hacia el exterior del garaje. El auto salió y estacionó en la vereda. Chase se bajó de él y apoyó sus brazos en el techo de su coche mientras me sonreía.
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Atracción destructiva +18
Romance¿Qué tan dispuesto estás para renunciar a tu vida por la persona a quien amas? Chase White convive con un pasado oscuro y perturbador con el que debe cargar por el resto de su vida. Skyler, por otro lado, no sabe su real identidad y lo peligrosa q...