Skyler
Sam no era brujo, pero tenía años viviendo y una gran amiga que poseía magia, por lo tanto, algo de conocimiento en el tema de los amarres, tenía. Lo que me sorprendió fue que terminara confesándome que él también sufrió un amarre por parte de una antigua amiga que tuvo una vez, y que, si no hubiera sido por la bruja Loren, él seguiría amarrado a esa mujer, que, por cierto, Sam tuvo que matar para que se rompiera el hechizo. No esperaba que él me contara algo así, aun sabiendo que su historia venía al caso con lo que le ocurría a su hermano, me sorprendía que me hablara de algo que parecía ser privado para él.
—Espera, entonces... ¿qué quieres decir? ¿Chase tiene que matarla para que el hechizo se rompa? Eso no estaba en los grimorios que leí —susurré, mirando disimuladamente la mesa de Chase y Marie.
—Hay millones de grimorios en el mundo, Skyler, todo depende de qué tipo de amarre sea, pero por lo visto, noto que el que él tiene es uno fuerte, y se ha reforzado con el tiempo. Romper el hechizo de otra forma sería muy difícil y doloroso para Chase, le causaría dolor emocional y físico, por eso el camino más fácil sería matar a Marie.
—Hablar de esto es muy loco.
—Un minuto conoces a la nueva novia de tu hermano, al otro te enteras de que tiene un amarre, y al siguiente platicas sobre su muerte. Chase no tiene buena suerte con las mujeres.
Me sentí un poco mal por Chase. No sé cómo es que se conocieron ellos dos, pero me daba pena imaginar a Chase intentando seguir con su vida, intentando encontrar a alguna chica que complementara su felicidad, y terminar siendo amarrado. Era algo cruel.
—¡Mírense, hablando y sin matarse! —Se metió Nate, pasando bruscamente su brazo por mis hombros. Él tenía la mala costumbre de hacer eso, no se daba cuenta, pero mi fuerza, comparada a la de él que es un vampiro, tenía una gran diferencia—. O sin arrinconarse el uno al otro en algún lugar oscuro... —dijo en voz baja, pero Sam y yo lo oímos. Fue un comentario muy desubicado, sin embargo, no respondimos nada al respecto.
—¿Me quieres descolocar ambos hombros, Nate? —lo empujé, sin lograr moverlo un centímetro.
—Perdona, enana.
—¿Todo bien por aquí? —Jason caminó hacia nosotros y posó un par de vasos sucios sobre la barra. Intercambió una mirada cómplice conmigo, asegurándose de que me encontrara bien.
—Todo bien —dije con seguridad.
—Oye, ¿de qué era eso de lo que querías que habláramos?
No era algo que necesariamente debiera ocultar de los oídos de Sam, pues nuestra conversación hace rato era la misma que yo planeaba tener con Jason cuando estuviésemos tranquilos, pero ahora estaba Nate presente, y no es que fuésemos a ocultarle el chisme a él, claro que no, pero era mejor que me aguantara y hablara al respecto más tarde, cuando me asegurara de que Nate no iba a meter la pata.
—Después hablamos, Jas, hay mesas que atender —caminé a una de las mesas que recién había sido ocupada.
—¡Sam! —Oí la voz de Chase, llamándolo, pero no me volteé a ver.
Sam
Entablar una conversación con Skyler no fue tan complicado e incómodo como imaginé que sería, pero el tema de conversación que mantuvimos no fue uno que podría esperarme. Es decir, no me podía creer que Chase (como yo) tuviese tan mala fortuna en el amor como para terminar amarrado. Cuando supe que él estaba saliendo con una nueva chica, se me hizo demasiado raro por el poco tiempo que había pasado desde que él y Skyler lo habían dejado definitivamente, mucho más cuando intentó arreglar nuestros problemas. Supongo que siempre supe que algo no estaba bien, y pensarlo ahora y darme cuenta de que tenía razón, me dolía un poco. Tenía que ayudar a mi hermano, por más que me volviese a odiar después de desamarrarlo.
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Atracción destructiva +18
Romansa¿Qué tan dispuesto estás para renunciar a tu vida por la persona a quien amas? Chase White convive con un pasado oscuro y perturbador con el que debe cargar por el resto de su vida. Skyler, por otro lado, no sabe su real identidad y lo peligrosa q...