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Skyler

No puedo decir que no me ha afectado ver lo agresivo que se ha comportado Chase con el atacante, pero tampoco puedo decir que el tipo no se merecía lo que le hicieron. Sin embargo, me había olvidado del miedo que me generaba ver esta parte de Chase. Sé que él jamás me tocaría un pelo, así que no temía por mí, pero eran imágenes fuertes para mi cabeza. El corazón me latía en los oídos y estaba aturdida por ellos y el sonido de los disparos.

No puedo ver cómo Chase mata a alguien.

La sangre en la mano de Chase me dio un escalofrío. Sentí náuseas. Desde mi lugar pude ver la cara ensangrentada del muchacho. Todos mis vecinos disfrutaban de un espectáculo y no hacían nada para detener a Chase. Le pedí que se detuviera, y lo hizo de golpe. Mi voz fue lo único que lo detuvo. Ni siquiera sus hermanos tuvieron la fuerza para detenerlo.

Chase le dio un ultimátum al atacante. Chase iba a sacarle información a la fuerza o lo mataría. El chico no quería hablar, así que me di la vuelta y me metí dentro de la casa.

No soy tonta. Él es un vampiro. Cuando lo conocí, era un loco sin control y me enamoré de todas formas. Sé que lo que vi esta noche siempre estuvo dentro de él. Pude ver cómo Chase disfrutaba de causarle daño a ese hombre. Voy a ser honesta y diré que no me importa si el atacante muere, pero me importa si es Chase quien lo ha matado. No quiero que él siga manchándose las manos de sangre por mí. Y ese lado tan oscuro de él me aterra.

Los minutos pasaron, pero el tiempo parecía no atravesarme. Vi todo en cámara lenta.

Sam estaba lastimado en el suelo, contra la pared, pero no me dejó ayudarlo y prefirió que me encargara de mi prima. Sara fue herida por ese hijo de puta. Derramé un par de lágrimas al verla allí tirada. Mi tía estaba desesperada y Andrew también. Él la amaba más que a su propia vida.

La desesperación amenazaba con hacerme desmayar, pero fui fuerte. Tenía que serlo.

Me di cuenta de que Sara dejó de ser mi prima y se convirtió en mi hermana hace mucho tiempo. Ella era parte de mi mundo y no estaba lista para que se marchara de este mundo.

No sé en qué momento llegaron los oficiales de policía y la ambulancia. Sam se marchó a la parte de arriba para recuperarse del disparo y que los médicos no quisieran llevárselo. Afortunadamente, Sam sacó la bala capaz de matarlo y esperaba su recuperación. A Sara se la llevaron y a mí no me dejaron ir. La policía nos tomó la declaración a todos y se llevó preso al hijo de puta que nos atacó.

Subí las escaleras para ver a Sam, sintiendo el distanciamiento entre Chase y yo. Apenas hemos hablado, pero tampoco tuvimos mucho tiempo para hacerlo. Él se quedó abajo con el resto.

Sam estaba recostado en mi cama, tocando su herida.

—¿Sam? ¿Estás bien? —temí preguntar. Me apenaba todo esto.

—No me estoy muriendo, Skyler. Puedes estar tranquila —me calmó.

—La tranquilidad no es un sinónimo de ser la abominación —me quedé apoyada en el marco de la puerta.

Sam se quejó por el dolor al reincorporarse en la cama. Se sentó.

—¿Qué haces? Acuéstate. Te han disparado —ordené molesta. Sí, me sentía de malhumor y era capaz de agarrármelas con cualquiera. Le hablé mal a Sam, pero no era personal.

Él simplemente me miró y palmeó la cama para que me sentara a su lado. Caminé cansada hacia la cama.

—No quiero que empieces a culparte o prometo que te ganarás un nuevo enemigo. ¿Me has oído? —amenazó rodeando mis hombros con su brazo desnudo.

Atracción destructiva +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora