Editado.
Skyler
—Vamos, Skyler, necesito que me brindes un poquito de ayuda, te necesito a ti para hablar con tu tía.
—¿No me vas a decir? —pregunté, apartando sus brazos de mi cuerpo y aún con esa desagradable imagen en mi mente que decidí ignorar. Por ahora—. Jane no me dirá nada si le pregunto, últimamente ha estado muy misteriosa. A mi no me cuesta ayudar, pero a ti tampoco te cuesta decirme en qué anda mentida un miembro importante de mi familia.
Jason parecía sopesar las cosas, se tomó su tiempo cuando por fin quiso decir algo.
—A mí no me corresponde.
—¿Qué no te corresponde?
—Decirte.
Lo miré mal.
—No importa eso, me dejas preocupada. ¿Jane está metida en algo grave? —Tenía ganas de pegarle con un palo de escoba lleno de moho que vi a un costado del ropero.
Esto se sentía un poco raro. Lo conocía desde el lunes y ya estaba teniendo una discusión con el único chico que me brindó su amistad, era todo un récord. Pero ya me costaba pasar por alto que él tuviera muchos secretos. Era muy misterioso y a veces de pocas palabras, lo que me recordaba a varias personas que en la tele mostraban como asesinos; un par de veces había llegado a escuchar que los homicidas aparentaban ser compañeros para ocultar su personalidad oscura, pero que no se empeñaban mucho en dejar de lado su comportamiento misterioso.
Jason decía que, si me juntaba con Chase y sus hermanos las cosas no podían salir bien, que terminaría mal porque me usarían como servilleta. Pero, realmente, ¿por qué debía creerle a él? ¿Por qué debía seguir esa sensación que me decía que mi amigo no me haría daño? Quizá me estaba dejando engañar por esa sensación que probablemente era una errada, una simple sensación que me decía una cosa pero que no estaba en lo cierto. Al igual que los White, Jason tenía sus cosas que me estaban haciendo desconfiar... como pedirle aquello a mi tía. O sea, ¿por qué...? ¿Cómo mi tía tenía que ver con la enfermedad de Jason y su mamá? Simplemente no hacía sentido.
La desconfianza me pinchó un poco más. No tenía que descartar que estábamos en un sótano a solas, y mucho menos que nadie estaba al tanto del lugar en el que nos encontrábamos. Lo había pensado con anterioridad, pero no tanto de esa forma. Ahora ya no sabía qué creer porque me estaba sintiendo confundida y la falta de respuestas me ponía peor.
—Skyler, entiendo que seas curiosa, es parte de tu personalidad, y a veces es bonito, pero es mejor que no andes de metida todo el tiempo. No te conviene.
Esa última frase sonó como una amenaza.
—Ya sé que no puedo saber todo en la vida, pero necesito que me expliques bien las cosas, ¿entiendes?
—No puedo.
—Ah, no puedes explicarme... —asentí molesta—. Entonces, como te dije antes, no te ayudaré.
—Eso es ser mala amiga.
Bien. Tal vez lo era, pero él también. Si venía a pedirme ayuda para que le dijera a mi tía que lo que sea que ella estaba haciendo provocaba que Jason y su madre enfermasen, al menos debía darme un poco más de información. Me parecía justo. Mi confusión llegaba hasta hacerme desconfiar de mi propia tía. Jason me estaba llenando la cabeza sin tener intenciones de hacerlo.
—No me gusta que me guarden secretos. Menos cuando esos secretos involucran a la única hermana de mi madre.
Me alejé de él y se sostuvo de una silla sucia que había a un lado suyo. Estaba decayendo notoriamente y por más que estaba molesta con él seguía sintiendo esa pena por verlo tan mal. Desde que vi a Jason el primer día no lo consideré como una persona que impusiera miedo, sí seriedad, pero no precisamente miedo. Ahora parecía tan vulnerable que esa seriedad que al parecer lo caracterizaba se estaba yendo por completo para dejarle lugar a un Jason con una vulnerabilidad muy alta, con una debilidad que te hacía pensar.
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Atracción destructiva +18
Romance¿Qué tan dispuesto estás para renunciar a tu vida por la persona a quien amas? Chase White convive con un pasado oscuro y perturbador con el que debe cargar por el resto de su vida. Skyler, por otro lado, no sabe su real identidad y lo peligrosa q...