Atracción destructiva +18

10 | AD2 | Parte 1

Skyler

Bajé las escaleras luego de que mi madre me llamara para desayunar. Me encontré con Luke de inmediato cuando me senté, y me miró con cara de tengo ganas de molestarte. Ryan estaba a su lado, también me miraba, y no era difícil adivinar que su gemelo ya le había ido con el cuento. Luke terminó riéndose a mitad del desayuno, y todos le quedamos viendo como si estuviera loco. Mamá le preguntó qué ocurría con él y Luke simplemente se limitó a hacer un gesto de desinterés con su mano mientras me miraba.

—Yo voy —dije cuando alguien tocó la puerta. Quería salir del comedor. Mis hermanos hoy tenían ganas de molestarme—. Sam —dije, conteniendo la respiración. Sonreí tímidamente—. ¿Qué haces aquí?

—Hubiera usado la ventana para verte, pero la has cerrado con traba.

—¿En serio intentaste entrar otra vez por allí? No te cuesta nada tocar la puerta y preguntar si estoy en casa —le expliqué, pensando que el único que tenía derecho para entrar de esa manera a mi cuarto era Chase. Además, las imágenes candentes de mi sueño volvían a mi mente y me ponían incómoda.

Pasé saliva.

—Lo tendré en cuenta —respondió—. Vine a verte. Quiero llevarte a una parte. ¿Estás libre? Es muy importante.

—¿A dónde?

—Te lo diré después.

Seguro tenía que ver mi sueño hot, pero su respuesta me hizo pensar que me llevaría una habitación de hotel. Las cosas que me ponía a pensar. Patético.

Puse cara de desconfianza.

—No te voy a llevar a ningún lado raro para matarte —aclaró.

—No sé... Quiero decir, ¿por qué no puedes decirme ahora?

—En parte quiero que sea sorpresa. Tengo algo para ti que te gustará. Y mucho.

Mil imágenes más de lo anoche aparecieron en mi mente. Estúpida.

Me quedé pensando en sus palabras solo por unos segundos, sintiendo esa curiosidad tan característica de mí. No me daba miedo salir con Sam porque sabía que él no iba a hacerme daño, pero me dejaba en un estado incómodo. Lo de anoche claramente fue un sueño, lo deduje después de pensarlo por un rato en la cama, pero había un detalle en particular que me hacía creer que Sam regresó a mi casa: la cadenita. Si salía con Sam iba a poder preguntarle si él había tenido que ver.

—Déjame preguntar... Tal vez mamá no me deje ir —me encogí de hombros—. A Chase empezaba a aceptarlo, pero contigo nunca he tenido exactamente una buena relación, y mi madre a eso lo sabe.

—Dile que te llevaré a algún parque, no sé —se encogió de hombros—. Pero no le digas que tengo una sorpresa para ti, eso la hará dudar.

Sonreí un poco.

—Te das cuenta de que eso hace parecer que sí vas a matarme, ¿verdad? —rodé los ojos—. Ya vengo. —Sam asintió.

Caminé hasta el comedor.

—Mi parte mágica detecta vibras vampíricas, ¿estoy en lo correcto? —preguntó Ryan al verme entrar.

—Sí, acertaste —respondí, y miré a mi madre—. Mamá, ¿me dejas salir? Iré con Sam a algún parque, hace rato no nos vemos, está de regreso y me gustaría ir con él.

Todos me observaron. Pero mamá fue quien más profundizó su mirada en la mía. Me intimidaba.

—Puedes ir —contestó—. Pero, Skyler, ojo con lo que haces. Ya te enamoraste una vez de un vampiro, no te enredes con otro más. No quiero verte sufrir más de lo que estás sufriendo.