103 | AD2

776 49 11
                                    

Chase

La vena de mi cuello amenazaba con reventar en cualquier momento.

Solté un suspiro antes de decir algo de lo que me arrepintiera después, pero mi madre no me ayudaba a calmarme. Skyler era un tema delicado para mí y mamá sabía cómo cabrearme usándola. No quiero tener que elegir entre una y la otra, pero si tengo que hacerlo, mi postura es evidente. Sé que la conversación conducirá a esa parte.

Mamá tomó una decisión al no querer irse con nosotros. Me preocupaba dejarla sola, por más que tuviera a su lado a su novio vampiro. Pero su postura también era clara. Ella no nos iba a apoyar. Pues bien. Que no nos acompañe.

—Haz lo que quieras, mamá —abrí su equipaje—. Si quieres poner en riesgo tu vida, hazlo. Pero ni se te ocurra abrir la boca con alguien.

—¡Eres un hipócrita! ¿Yo pongo mi vida en riesgo? Soy la única persona coherente que desea proteger a su familia y protegerse a sí misma. Tú estás yendo al matadero por tu propia cuenta. ¡No me puedes pedir que defienda a la persona por la cual mi hijo murió!

—¡No morí por su culpa! ¡Morí por ella! Es diferente. Y lo haría una, y otra, y otra vez. Todo con tal de salvarla. ¿Sabes por qué? Porque es el amor de mi eternidad.

—Tu eternidad acabará pronto. Si ella te amara tanto como tú a ella, se entregaría para salvarlos a todos. Pero es tan egoísta que prefiere que todos ustedes se arriesguen por ella. Fue capaz de meterse con tu propio hermano cuando tú no estabas, ¿crees que no lo sé?

Madeline metió el dedo en la llaga.

El recuerdo en el fondo de mi mente hizo que ardiera por dentro. Miré a Sam un segundo y él a mí. Fue instantáneo. Percibí sus hombros tensos y su mirada de incredulidad. Ni siquiera él podía comprender cómo esa mujer fue capaz de hacer un comentario para que nos enfrentáramos. Intentó dejar mal parada a Skyler, pero metió a su otro hijo en medio.

Sam no se quedó con la boca callada.

—No te voy a permitir que tú toques ese tema. ¿Me oíste? Chase y yo pudimos resolver ese conflicto y llevarnos bien. ¡No dejaré que lo arruines!

Andrew entró en la habitación.

Madeline observó a Sam molesta. Él le levantó la voz. Nunca oí a Sam haciéndolo.

—¿Qué carajos pasa? Los gritos se escuchan desde una cuadra atrás.

El aspecto de Andrew estaba demacrado. Los vampiros tenemos resistencia y podemos quedarnos despiertos más de un día entero y no sentirnos cansados, pero Andrew llevaba días casi sin dormir por estar con Sara. La chica se encontraba estable, pero Andrew era un zombi que la vigilaba todo el tiempo.

—Intenté integrarla a la familia, pero no puedo aceptar mierda entre mis seres amados —finalizó Madeline.

La miré con tanta decepción que se me quebró el alma. Sentí un nudo en la garganta porque sé que dejarla aquí era riesgoso, pero ella ha tomado su decisión. Me dolía tanto que justo ella no me apoyara.

—Pues vete a la mierda —salí del cuarto dando pisadas firmes.

Necesitaba largarme de esa casa y tomar aire. O, mejor, necesitaba ver a mi novia y darle un abrazo. Las palabras de mi madre resonaban furiosamente en mi cabeza, y solo Sky era capaz de calmar los monstruos en mi cabeza.

Oí las pisadas de alguien detrás de mí. Creí que era Sam, pero Andrew me tomó del hombro para detenerme.

—¿Qué pasó? —exigió saber.

Atracción destructiva +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora