Atracción destructiva +18

80 | AD2

Skyler

Un sangrado de nariz no tenía por qué ser algo preocupante, pero yo era bruja, y también había un moretón en mi brazo, así que  no era casualidad que, después de haber tenido un sueño extraño, mi nariz empezara a sangrar. Me limpié la nariz con preocupación y me quedé un momento en el baño hasta que se me detuviera el sangrado. Chase estaba durmiendo, pero él podía despertarse y no quería que él me viera así.

Todo mi ser mi gritaba que el sueño fue una predicción de algo en especial, pero no entendía bien de qué. No iba a guardar el secreto para siempre, pero por ahora sí. Primero quería averiguar por mí misma a qué se debía ese sueño y ese sangrado. Si le decía a Chase sobre esto él se iba a preocupar y no quería que él tuviera más preocupaciones en la cabeza.

El sangrado no tardó mucho en detenerse, así que oculté las pruebas y decidí salir del baño y volver a la cama. Chase parecía seguir durmiendo, pero cuando me acosté a su lado, él se movió y me abrazó para dormir más cómodo.

—¿Estás bien? —me preguntó con la voz dormida.

—Sí, ¿por qué?

—Sentí el aroma de tu sangre. ¿Te lastimaste? —indagó.

No supe bien qué decirle, no tuve tiempo para elaborar una buena mentira, así que le dije lo primero que se me cruzó por la cabeza.

—Solo es un cortesito pequeño, no es nada de lo que te debas preocupar —lo tranquilicé y acepté el brazo con el que él rodeaba mi cuerpo.

Chase no dijo nada y se quedó dormido de inmediato. Yo permanecí despierta un rato más, mientras pensaba en el significado oculto que seguramente tenía ese sueño. Fue extraño en todos los sentidos, pero no entendía qué podía significar. No fue un sueño muy largo ni tan perturbador como otros que he llegado a tener en el pasado, pero de igual manera tenía que estar atenta a más sueños. La sensación de angustia seguía instalada en mi pecho, esa era mi alerta para mantener la guardia.

A la mañana siguiente, cuando desperté, Chase ya no estaba a mi lado, pero tenía un mensaje de texto suyo.

No quise despertarte porque te veías muy cansada. Tengo que irme a casa ahora, pero luego te llamaré. Espero que tengas una linda mañana. Te quiero, Skyler. Y gracias por el beso de anoche. Fue lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Sonreí, pero noté que no solo tenía un mensaje de Chase en la casilla, sino que también de Sam, quien me pedía por favor que planeáramos un encuentro para poder hablar sobre lo que pasó con su madre y Blake.

Iba a ignorar su mensaje, pero me sentí mal y decidí no hacerlo. Tenía la mañana libre, así que le dije que lo esperaría en una hora en 1980. Sam de inmediato me confirmó que allí estaría.

Luke golpeó la puerta de mi habitación y lo dejé pasar.

—¿Qué deseas? —lo observé con atención mientras me ataba los cordones de las zapatillas.

—¿Qué deseas? ¿Desde cuándo hablas tan formal?

—Es muy temprano para que empieces a molestarme, Luke.

—Vine a ver si estás bien —confesó, mirándome fijamente. Luke actuaba un poco nervioso y había algo que lo tenía incómodo.

—Sí, ¿por qué no lo estaría? —Recordé el sangrado de mi nariz.

—Es que anoche tuve un sueño horrible contigo, Skyler. Me desperté muy angustiado.

Angustiado... Yo también.

—¿Qué fue lo que soñaste?

—Soñé que te morías.

Luke antes había tenido sueños proféticos que terminaron ocurriendo en la realidad poco después. Siempre que Luke presentía algo, ocurría. Para ser sincera, mi cuerpo mostraba relajación y desinterés por fuera, pero sí estaba un poco alarmada por lo que mi hermano me comentó. Con mi sueño y el de él, tenía que ir con mucho cuidado y averiguar qué era lo que estaba por venir en el futuro.