Skyler
—No es posible... Deberías estar muerto —Chase no entendía lo que ocurría.
Nadie entendía nada, pero no era extraño analizarlo. Chase también regresó de la muerte, del infierno, y Caleb ha corrido la misma suerte gracias a Marie. No debimos asistir a la fiesta. Ha sido todo una trampa.
—Me estás viendo, hijo —Caleb mostró sus dientes al sonreír. Ni el tiempo, ni la muerte le han robado la sonrisa macabra de la cara.
Su odio hacia Chase seguía intacto. Podía verlo en su mirada. Él era otro peón de Marie y jugaría en nuestra contra con gusto. Caleb murió a causa mía y él venía a vengarse.
—No me llames así. Yo no soy tu hijo —Chase retrocedió para ponerse delante de mí.
Me aferré a su brazo. Quise ponerme a su lado, pero no me lo permitió. Sé que Chase sabía que yo no era débil, pero no quería ponerme en riesgo. Pero me apenaría que Chase salga lastimado. Su capacidad para curarse no era una excusa para permitir que le ocurriera algo.
Los White se acercaron todos a mí. Me rodearon para protegerme.
—Ella es más destructiva que todos, y la protegen como si fuera una pequeña niña —rio Marie.
—La protegemos porque la amamos. Es diferente —le contestó Sam—. ¿Y tú? ¿Tienes a alguien que te ame? Supongo que no. Porque si tuvieras a gente leal a ti y que te ame, no buscarías la ayuda de demonios y muertos como Caleb. Eres más vieja que todos nosotros, pero parece ser que eso no significa que hayas madurado. Te sientes tan sola y tuviste que amarrar a mi hermano a ti para que te ame. Es patético, ¿sabías? Necesitas amarrar a la gente para que te amen. Debe ser triste.
Caleb soltó una risa, captando nuestra atención.
—Así que ya le confesaste tus sentimientos a Skyler, ¿verdad, Sam? Marie me ha contado todo. ¿Te acuerdas cuando me decías que odiabas a Chase por haberse quedado con la chica? ¡Y mira! Se ven tan unidos. No entiendo cómo lo has perdonado.
Chase tensó sus hombros y yo también. El comentario fue demasiado incómodo para todos. No me atreví a mirar a Sam, pero noté que Chase estaba a punto de atacar. Antes de atacar a nadie, teníamos que regresar a casa a pensar en lo que ocurría para no meternos más en problemas.
—Cierra la boca, Caleb —espetó Sam, dando un paso hacia adelante, pero Chase lo detuvo con su mano.
—No lo hagas, Sam —pidió.
—No me llames Caleb. Soy tu padre, Sam.
—Intentaste matar a Chase. Tú no eres mi padre.
Sé que Chase nunca tuvo una gran relación con Caleb. Casi todo el tiempo peleaban. Pero también sé que Chase se llevó una puñalada en la espalda al enterarse de la clase de hombre que es. Chase nunca quiso tocar el tema.
—¿Por qué lo defiendes? ¿Y por qué has perdonado a Sam, Chase? Estuvo con tu novia. Seguramente se la cogió y tú no estás enterado.
Entreabrí los labios ante la falta de respeto. Tuve náuseas al escuchar al tipo refiriéndose a mi situación con Sam. No supe en dónde meterme, pero principalmente, quería matar a Caleb.
—¡Suficiente! —Chase apretó sus puños e intentó atacar, pero fui rápida y tiré de él.
—¡No! ¡No lo hagas!
Caleb buscaba provocarnos a todos para comenzar un ataque. Marie, detrás de Caleb, se cubría para no salir lastimada. Kevin estaba a un lado de ella, protegiéndola. Kevin tenía pinta de ser un maldito cobarde.
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Atracción destructiva +18
Romance¿Qué tan dispuesto estás para renunciar a tu vida por la persona a quien amas? Chase White convive con un pasado oscuro y perturbador con el que debe cargar por el resto de su vida. Skyler, por otro lado, no sabe su real identidad y lo peligrosa q...