Skyler
Mi reencuentro con Sam no había sido lo que esperaba. Está de más decir que nunca nos llevamos muy bien que digamos, pero las últimas veces que nos vimos, él y yo habíamos logrado soportarnos y hablar sin rodar los ojos o con malhumor de por medio. El día que lo vi por última vez, hasta me dio un abrazo y pidió que me cuidara, y pensé que cuando él también regresara al pueblo, al menos nos saludaríamos. Pero cuando pronuncié su nombre y formé una leve sonrisa al darme cuenta de que se trataba de él en la tumba de su hermano, y no otra persona, Sam simplemente me echó una mirada completa pero muy rápida, y pasó por mi lado y se fue. Su grosería continuaba siendo parte de él.
Me sentí un poco tonta, he de admitirlo, porque formé una sonrisa para él y no le importó, esperaba que hubiera un poco más de cariño, por más tonto que sonara. Tal vez este tiempo sin tener contacto le hizo darse cuenta de que yo era la razón por la que su hermano no estaba vivo, y que Chase sufría en el infierno por consecuencia de salir con la abominación.
Lo vi marcharse y rodé los ojos. Al parecer él y yo nunca llegaríamos a tener una buena relación. Sin embargo, debía admitir que me alegraba que estuviera de regreso, y no sabía si su estancia en Hasser sería permanente, pero esperaba que así fuese. Era como si todas esas personas que formaron parte de una etapa de descubrimiento estuvieran de nuevo en un solo lugar. Ya nada más me faltaba tener a mi Chase de nuevo... Pero eso no iba a pasar.
—Tu hermano sigue siendo un completo idiota, Chase —dije cuando me senté en el suelo. Solté una queja cuando una rama por poco apuñala mi trasero.
—Sam siempre fue así —me imaginé que Chase decía.
—Quizá me odia.
—No te odia, solo no le agradas tanto.
Puse al tanto a Chase de las cosas que habían estado ocurriendo con Jason, conmigo, con él en la otra vida, y pedí disculpas por no haber venido antes a visitar su tumba. Estar en ese lugar me asustaba un poco, solo porque estaba haciéndose de noche y estar frente a una tumba, por más que fuese de mi novio, me causaba escalofríos, pero había que destacar que aquí me sentía realmente muy cerca de Chase. Estar en su lugar favorito en el mundo era como estar con él. Además, podía hablarle, podía contarle cosas, y era malo porque realmente él no me respondía y tenía que imaginar lo que Chase me diría si estuviera vivo, pero a veces sentía como si me escuchara. Tal vez era esa conexión nuestra, tal vez no podía oírme (que era lo más probable) pero lo sentía muy cerca mío, y eso solamente ocurría cada que estaba frente a su lápida.
—Ojalá estuvieses aquí —dije, arrancando pasto y rompiéndolo con mi manos.
—No te deprimas ahora.
—No voy a deprimirme —sonreí—. Es que te amo mucho.
—Cursi.
Oí una bocina muy a lo lejos, y supe que era hora de marcharme a casa. Ryan estaba esperándome en el auto y mi límite de tiempo visitando a mi novio muerto ya había acabado hace un rato. Seguro Ryan iba a reprenderme por tardarme. Él tenía que llegar a casa rápido y sentarse a estudiar.
—Vendré pronto a verte, Chase. No te ofendas, pero espero no tener que verte en mis sueños hoy —me reí. Sabía que eso le causaría risa—. Te amo —toqué la lápida. Borré mi sonrisa poco a poco y me puse de pie.
Llegué rápido hasta el auto, sintiéndome un poco perseguida ante la mirada inexistente de nadie. Me subí y esperé a que Ryan me retara, pero no me dijo nada al respecto. Qué bueno.
—Vamos a darnos una vuelta por el hospital.
Puso en marcha el motor.
—Pensé que debías regresar a casa a estudiar porque estás atrasado con las materias.
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Atracción destructiva +18
Romance¿Qué tan dispuesto estás para renunciar a tu vida por la persona a quien amas? Chase White convive con un pasado oscuro y perturbador con el que debe cargar por el resto de su vida. Skyler, por otro lado, no sabe su real identidad y lo peligrosa q...