-32-

430 33 4
                                    

Oliver

Luego de comer en aquel lugar, el omega se dió cuenta que ya iba a ser mediodía, momento en que debía recoger a las niñas de la escuela.

Le pidió a Leonard que lo acompañara y este con mucho gusto le dijo que si.

En el camino seguían hablando, Oliver sentía que el alfa tenía de todo, lo hacia reír, lo escuchaba, y se sentía muy seguro con él, se sentía en paz.

Cuando llegaron, notó que estaban sus amigas omegas, quienes al verlo lo miraron sorprendidas.

Tal vez por la compañía que llevaba.

--¡Oliver! -- saludó Clarissa.

--Hola chicas. -- las demás le sonrieron y lo miraron con curiosidad. -- Chicas, él es Leonard, es un amigo de la universidad.

--Mucho gusto -- saludó el alfa.

--Oh, pero Oliver no nos dijo que tenía amigos tan guapos -- dijo Sophia, recibiendo un pequeño codazo de parte de Darcy.

Oliver se sintió sonrojar, y Leonard solo les sonrió.

--En fin -- dijo Clarissa -- ¿Si van a venir mañana? -- le preguntó al pelirrojo.

Este asintió.

--¿Qué van a hacer mañana? -- preguntó el alfa.

--Es un bazar de la escuela -- dijo mirándolo -- las niñas están muy emocionadas.

--Oh, eso suena muy bien -- sonrió.

Oliver asintió y después de un rato, salieron las dos maestras para empezar a entregar a los niños.

Entregaron a los de sus amigas y finalmente, llegaron las gemelas.

--¡Oli! -- dijo Belle

--¡Leonard! -- dijo Bella.

--Hola pequeñas -- les sonrió el alfa -- ¿Cómo les fue?

--¡Muy bien!

--Leonard -- dijo Bella un poco avergonzada, provocando que el alfa la mirara -- ¿Puedes cargar mi maleta por favor? Es que me pesa.

--Bella -- murmuró Oliver.

--No, no, no hay problema -- dijo Leonard -- yo llevaré tu maleta, y si a Belle también le pesa, también llevaré la de ella.

--Si, por favor -- dijo la otra niña.

Leonard agarró con ambas manos las maletas de las niñas, y Oliver las agarró de sus manitas para empezar a caminar.

--¿Cómo le decimos a alguien que nos hizo un favor? -- dijo el pelirrojo.

--Gracias -- dijeron al unísono.

Leonard solo sonrió.

En el camino, las niñas hablaron de lo emocionadas que estaban por el bazar de mañana, también contaron como jugaron y lo que aprendieron en el día de hoy.

Cuando llegaron a casa, las niñas corrieron a saludar a sus padres, quienes ya tenían el almuerzo hecho, y Leonard, con suavidad dejó los bolsos de las pequeñas sobre el sofá.

--¿Le ayudo en algo señor Jones? -- preguntó el alfa al padre Oliver, que estaba sirviendo el almuerzo.

Este negó.

--Vayan y lávense las manos, vamos a comer.

Ambos asintieron, y fueron directo al baño para asearse.

Cuando llegaron, las niñas ya estaban sentadas, y el señor Jones ya había terminado de servirlo todo.

--Con permiso -- dijo Leonard para sentarse.

Coincidencia - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora