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Necesitaba mostrar calma para transmitirsela al omega.

A pesar de que él se sintiera de los nervios también.

--Lo voy a llamar, no te preocupes -- mencionó, alejándose del pelirrojo, quien hizo un sonido lastimero al sentir la falta de contacto de Ben -- tranquilo.

Se dirigió a su mesa de noche, agarró su celular y tratando de controlar un poco su mano temblorosa, dió click en el número de Leonard.

Esperaba de todo corazón que el alfa no fuera un tronco al dormir y se despertara, pues aún estaba bastante temprano.

Un tono, dos tonos.

--¿Hola? -- contestó somnoliento.

--Leonard, soy Ben -- dijo.

--¿Ben? ¿Qué pasa? ¿Le pasó algo a Oliver? -- preguntó un poco más despierto.

--Si, necesito que vengas por favor.

Ahí, el alfa despertó del todo.

--Voy para allá. -- dijo con preocupación.

El omega colgó y volvió dónde Oliver, volviendole a dar el contacto que necesitaba.

--Ya Leonard viene para acá, ¿Si?

El pelirrojo asintió, llorando y acariciando su vientre.

Tenía mucho miedo.

Ben llevó la mano también al abdomen de su amigo, acariciando con suavidad.

--Hagamos ejercicios de respiración Oli, eso puede ayudar mientras.

Este asintió, tratando de seguirle el ritmo a su amigo, en dónde pasados 10 minutos

sintieron la puerta ser tocada.

--Voy a abrir, debe ser Leonard.

Oliver asintió con la cabeza, en todo ese rato no había separado su mano de vientre, y en todo ese rato seguía sin sentir al bebé.

El rubio se acercó a la puerta, abriéndola con cuidado, mostrando tanto a Leonard cómo a Alan, el primero pidió permiso y entró rapidamente, yendo hacia donde estaba el omega.

--Oliver, cariño, ¿Qué pasa? -- lo miró a los ojos con ternura, tratando de disimular no solo sorpresa de ver al chico en ese estado, sino también que el cuarto estaba pasado a feromonas fetales, las cuales solo podía sentir él.

El pelirrojo sintió vergüenza inmediatamente, pues recordó el sueño que acababa de tener, sin embargo, la prioridad ahora era otra.

--N-no siento al bebé -- lloró -- no lo siento Leonard, no se mueve.

El alfa asintió, llevando una de sus manos a aquel lugar, percibiendo lo mismo que el omega.

La piel dura como una roca, y ningún movimiento presente.

--Iremos al hospital -- dijo con rapidez, el omega lloró más -- Oliver, ¿Crees poder caminar?

Coincidencia - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora