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Oliver

Después de esperar aproximadamente tres días, finalmente su certificado de aprobación por licencia de maternidad llegó.

Ahora solo faltaba mostrársela a sus profesores para que estos supieran que a partir del sábado que tuviera la cesárea no volvería presencialmente a clases sino hasta la semana de examenes.

--Gracias por informarme Oliver -- dió una sonrisa su profesor de investigación -- aunque la verdad es algo que me agarra por sorpresa, con todo respeto, no sabía que estabas en embarazo.

Oliver sintió sonrojarse.

--¿Mi abdomen de ocho meses no es suficientemente evidente?

--No lo sé -- dió un suspiro -- no suelo fijarme en el físico de mis alumnos -- se acomodó las gafas. -- pero está bien, espero que todo salga bien con tu bebé, al igual que espero que sigas bien con tu proceso académico.

--Claro que si, no descuidaré las materias.

El señor sonrió.

--Sé que no lo harás, eres un excelente estudiante, durante toda la carrera lo fuiste.

El omega sonrió.

--Gracias. -- murmuró.

(...)

Al verlo no pudo evitar sonreír y sentir sus ojos brillar, por lo que rápidamente se acercó, siendo recibido con un abrazo y un beso en los labios, cálido, suave, dulce.

--¿Cómo te fue con el profesor? -- preguntó el alfa.

--Muy bien -- respondió -- aunque según él no tenía idea de que estaba embarazado.

Leonard rio.

--Creo que de todo lo que tiene que hacer, averiguar si uno de sus alumnos espera un bebé no está dentro de esa lista.

Oliver lo golpeó con suavidad en el hombro.

--Ya va el primero, faltan los otros -- hizo una pequeña mueca -- y ya me siento cansado.

El alfa acarició su mejilla.

--Si quieres puedo ir y entregar el certificado, al final, soy el padre de este pequeño, eso cuenta, ¿No? -- acarició su vientre.

El pelirrojo negó, dando una risa.

--El reglamento dice que debo ser yo a menos de que por fuerza mayor no pueda hacerlo, y el estar cansado no es una fuerza mayor.

Leonard asintió.

--Okey, entonces, ¿Qué tal si recargamos energías mientras comemos un helado? Y después continuamos.

El omega sonrió.

--Me parece una buena idea.

(...)

Leonard sabía que las hormonas del embarazo provocaban cambios hormonales, sin embargo, no entendía porque después de comerse un helado y hablar con el último profesor, el estado de ánimo de su omega había cambiado de forma repentina.

--¿Por qué esa cara amor? ¿Sucedió algo con el profesor? -- preguntó.

Oliver negó, y solo se acurrucó contra el alfa.

--No pasó nada...es solo que -- dió un suspiro, sintiendo sus ojos lagrimearse para luego aferrarse más al alfa, soltando unas pequeñas lágrimas.

--Oli -- acarició su cabello -- ¿Qué sucede mi cielo?

El omega se separó, mirando las pequeñas gotas en la camisa de Leonard.

--Las hormonas -- intentó reír -- ya sabes que se vuelven locas en este tiempo.

Coincidencia - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora