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Después de que le quitaron el body a Lissandro, su ritmo de sueño se normalizó un poco. El niño no volvió a despertar tan seguido, pero si fue difícil volver a dormirlo después de descubrir el sarpullido en su cuello, así que lo que lograron dormir fue en realidad muy poco.

--¿Y Oliver? -- preguntó la omega cuando el alfa llegó a la cocina con Lissandro en brazos.

--Está lavándose los dientes -- respondió luego de dar un bostezo.

La mujer asintió y miró a su nieto para después darle una sonrisa.

--¿Me lo pasas un momento? -- pidió.

Leonard lo hizo, dio otro bostezo y al tiempo llegó Oliver.

--Buenos días -- saludó y recibió el brazo acogedor del alfa por sobre sus hombros.

--Buenos días mi amor -- dió un beso en su mejilla.

--Buenos días hijo -- sonrió la omega, meciendo un poco al bebé -- el desayuno ya casi está listo, preparé huevos con tocino y tostadas.

El pelirrojo sonrió.

--Que rico mamá -- dió un bostezo. -- Gracias.

La mujer soltó una pequeña risa.

--Sientense, ya está listo todo.

Ambos lo hicieron, Leonard recibió al bebé que devolvía su suegra para poder servir el desayuno.

>>Por lo que veo no pasaron tan buena noche.

Mencionó una vez todos estuvieron sentados en el comedor.

Oliver dió un suspiro, Leonard respondió.

--Una muda de ropa estaba incomodando a Lissandro, no nos dimos cuenta sino hasta 3 horas después más o menos.

--Oh, pobre bebé -- hizo un pequeño puchero.

--Así es, entonces lloró más de lo normal -- dijo el pelirrojo, acariciando la cabecita del niño. -- y cuando logramos identificar lo que le molestaba aún siguió despertándose, porque bueno, es un bebé.

Dió una corta risa.

--Entonces no pasaron muy buena noche -- pausó -- si no les molesta
...yo puedo encargarme de él un rato para que ustedes duerman. -- se ofreció.

Oliver sonrió.

--Nos harías un gran favor mamá, pero sería mejor si fuera por la tarde, el bebé duerme más en el día por lo que aprovecharemos la mañana para dormir con él, y en la tarde me desatrasaré de la universidad.

--Está bien -- sonrió -- buen provecho.

(...)

Tras desayunar y lavarse los dientes, los nuevos padres se habían decidido a hacer dormir a Lissandro para poder dormir con él también e intentar recuperar un poco el sueño.

Está vez no fue tarea difícil, pues no fue sino darle un poco de la leche que Oliver se extrae y mecerlo para que callera profundo.

--¿Por qué el horario de los bebés está al revés? Duermen en el día y se despiertan un montón en la noche. -- preguntó en broma el alfa mientras miraba la cuna de su hijo que estaba pegada a la cama de él y de su omega.

Oliver rio.

--No lo sé, eso se lo preguntaremos a su pediatra -- palmeó su lado de la cama, pues ya estaba acostado --  ven, aprovechemos que a esta hora duerme plácidamente para poder dormir nosotros también.

Coincidencia - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora