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Oliver

El domingo llegó, último día en el que Leonard se quedaba en casa del pelirrojo.

La mañana estaba soleada, tranquila, y al parecer, todos se habían puesto de acuerdo para levantarse temprano y desayunar.

Sin embargo, esta vez, quienes hicieron el desayuno no fueron los padres del omega, sino Leonard y Oliver.

Decidieron hacer panqueques con tocino y jugo de naranja.

Todo les quedó delicioso, pues tanto el matrimonio como las niñas devoraron su comida súper rápido.

Tuvieron un desayuno agradable, conversaron entre todos, rieron y finalmente, el señor Jones lavó los platos.

Oliver, mientras Leonard se lavaba los dientes, pensaba que podrían hacer hoy, pues ya tuvieron el paseo turístico por su pueblo el viernes, fueron al bazar el sábado, pero hoy, que era el último día, quería hacer algo especial, pero no sabía que.

Sus padres y sus hermanas habían quedado de ir donde su tía para pasar el día.

Le ofrecieron a Oliver ir con Leonard, pero este se negó, quería hacer algo junto al alfa este domingo.

Pero a su cabeza aún no llegaban ideas.

Tal vez podrían ver una película, y cocinar algo juntos, solo serían ellos, ellos dos todo un día juntos y solos.

--Oliver -- dijo el alfa acercándose, provocando un pequeño saltito en el omega, que estaba perdido en sus pensamientos -- ¿Estás bien? -- preguntó después de ver cómo saltaba.

El omega rio.

--Si, solo me exalte un poco porque no te vi.

Leonard le sonrió.

--Quiero preguntarte algo.

Oliver lo miró enarcando una ceja.

--¿Qué te lo impide? -- le respondió.

--Hey, no te burles -- rio el alfa, para después colocar una expresión un poco más seria -- Oliver, yo hablé con tus padres, porque hoy es domingo y ya sabes, se puede tener un plan familiar, pero...yo hablé con ellos porque hoy quiero invitarte a hacer algo.

El omega lo miró incrédulo.

--¿Hacer algo? -- preguntó -- Leonard, tu no me debes invitar a nada, tu eres mi invitado, recuerda que-

--Pero quiero hacerlo -- dijo tranquilo -- ¿Recuerdas cuando fuimos el viernes a conocer el pueblo? -- el omega asintió -- Pues en ese paseo ví un lugar que conozco, y quiero llevarte allí.

--Leonard...-- murmuró Oliver.

--Oliver...-- lo imitó el alfa.

--¿Es muy caro? -- preguntó.

El alfa negó.

--Vamos, di que si, ¿Si?, hoy es mi último día aquí.

Oliver rodó los ojos para luego sonreír.

--Esta bien.

Y esa respuesta, provocó una ola de emoción en Leonard, que actuando por mero instinto, se acercó a abrazar al omega con suavidad pero al mismo tiempo con cariño.

Lo cual, le encantó al pelirrojo, pero lo hizo sonrojar.

--Gracias, vas a ver qué te va a encantar -- murmuró en el oído del omega.

Oliver se quedó un pequeño rato más en el abrazo, para luego separarse del alfa.

--¿A qué horas vamos a ir?

Coincidencia - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora