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El fin de semana pasó demasiado rápido para el gusto de todos, cuando menos lo esperaron ya era domingo por la noche y debían emprender su viaje a la universidad.

Usualmente Leonard se iba el lunes en la madrugada, pero teniendo en cuenta que Oliver también se iría, por practicidad respecto al cuidado del bebé, lo mejor sería hacerlo en la noche.

--Ya está todo empacado Oli, solo queda despedirnos -- dijo el alfa mientras llegaba al cuarto donde se encontraban el omega y el bebé.

El pelirrojo alzó la mirada, mostraba sus ojos un poco llorosos.

--Ya voy -- murmuró, mirando de nuevo a Lissandro.

Leonard se acercó y acarició con suavidad la espalda del omega.

--¿Te sientes bien?

Oliver asintió.

--Si, pero voy a extrañar mucho a Lissandro, y me imagino que él también a mi. -- murmuró.

El alfa dió un beso en la corona del pelirrojo.

--Es de esperarse, has estado con él todos los días a toda hora.

--No quiero imaginar su llanto mientras intenta buscarnos -- se le rompió un poco la voz. Leonard lo apretó en un pequeño abrazo -- y si, sé que será solo una semana, pero es mi bebé.

Leonard dió otro besó en la coronilla de Oliver.

--Está bien, no importa si es una semana, dos días o una tarde, el lazo entre nuestro hijo y tu es demasiado fuerte -- acarició la mejilla del omega. -- incluso para mi el lazo que tengo con él también es fuerte.

>>Créeme que también ha sido duro para mí dejarlos solos todas las semanas desde que nació, y solo verlos los fines de semana -- miró al bebé -- así que entiendo que para ti sea tan difícil, pero todo esto valdrá la pena, solo será esta semana y ya.

Oliver dió una sonrisa de medio lado, acercó al bebé más a su pecho y respiro sobre su cabecita, aspirando su olor.

--Tienes razón -- murmuró -- creo que ya es momento de entregárselo a mi mamá, debemos irnos -- suspiró.

El alfa asintió y agarró la maleta en la que el omega llevaba sus cosas, para después salir de la habitación y dirigirse a la sala donde se encontraba su suegra.

--¿Ya se van? -- preguntó la mujer tras levantarse del sillón.

Ambos asintieron y Oliver se acercó para entregarle a Lissandro con cuidado, la omega lo recibió y si bien el bebé se quejó un poco, no protestó mucho al estar en brazos de su abuela.

--Por favor envíanos cada día fotos del bebé, recuerda las videollamadas por la noche, asegúrate de que duerma con las camisas que tienen nuestras feromonas, ten presente el banco de leche y por favor, ante cualquier cosa, llamanos.

La omega dio una pequeña risa.

--Hijo, también soy madre, ten la seguridad de que mi nieto está en buenas manos.

Oliver se mordió el labio con nerviosismo.

--Lo sé, solo...me siento nervioso -- murmuró.

--Está bien, es normal, pero cuando menos lo esperes lo tendrás nuevamente en tus brazos -- sonrió con calidez.

--Gracias mamá -- dió un corto abrazo a la mujer.

--Gracias señora Jones, nos vemos en una semana -- sonrió Leonard, para después agarrar la mano del omega y salir del departamento. -- todo va a salir bien, ¿Si? Esta semana se pasará muy rápido.

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⏰ Última actualización: Jul 12 ⏰

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