Coincidencia - Omegaverse

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Leonard - Oliver

Tal y como habían quedado, Oliver y Leonard decidieron salir para relajarse un poco antes de la semana de exámenes.

Esta vez ambos decidieron lo que iban a hacer, no habían sorpresas de por medio.

Por lo que justo ahora, se encontraban en el auto del alfa, camino a uno de los sitios retirados de la ciudad.

No se consideraba un pueblo, pues estaba demasiado cerca de la ciudad como para serlo, pero tampoco se consideraba parte de la ciudad, pues estaba lo bastante lejos.

Quedaba a dos horas y media de camino, así que decidieron salir tipo 10 am.

Parte del camino, Oliver estuvo un poco dormido, y como estaban en el auto del castaño - que tenía calefacción - no había necesidad de usar los abrigos.

Por eso, desde la vista de Leonard, se podía apreciar bien el vientre del pelirrojo.

Aquella curva le generaba muchos sentimientos al alfa.

Ternura, cariño, felicidad, orgullo y protección.

No sabía porque le sucedía esto, él estaba perfectamente consciente de que aunque iba a querer al bebé de Oliver con todo su corazón, al final, no era su hijo, y no porque quisiera hacer alguna diferenciación, sino porque sabía los límites hasta los que debía llegar.

Tal vez su instinto de protección con Oliver había llegado también al bebé.

Pero simplemente no entendía.

Tampoco entendía el sentimiento que tenía de acariciar aquel lugar, aquel lugar donde se gestaba ese pequeño bebé, dónde sintió esa corriente eléctrica cuando Oliver quiso compartir los movimientos del niño con él.

Tal vez algún día le preguntaría a su hermana porque le sucedía esto, pero ahora, iba a enfocarse en el viaje.

Miró al frente, concentrándose en el camino, no había tráfico, y eso era algo agradable.

Oliver durmió casi todo el recorrido, y despertó cuando faltaba media hora para llegar.

--Buenos días dormilón -- dijo Leonard con una sonrisa.

El omega se estiró devolviéndole el gesto.

--Dormí muy bien.

--Que bien Oli -- dijo -- falta más o menos media hora para llegar.

--Oh, no falta mucho -- bostezó, mirando fijamente al alfa.

No sabía porque, pero hoy lo veía más atractivo de lo normal.

¿Serían las hormonas?

Tal vez, pero eso de cierta forma le provocaba un poco de vergüenza.

Era irónico que él, estando embarazado, sintiera tabú respecto a lo que tenía que ver con la atracción sexual y esos temas.

Pero él no se quedó embarazado por tener una vida sexual.

Así que tenía nulo conocimiento sobre eso o sobre cómo se sentía.

Lo más cercano que tenía respecto a esos temas era su celo.

--¿Qué pasa? -- preguntó Leonard, sacándolo de sus pensamientos.

--¿Ah? -- dijo con una risita.

--Llevas mirándome desde varios minutos sin decir alguna palabra -- rio.

--Ah...es que hoy te ves muy guapo -- se sonrojó.

Leonard también sintió sus mejillas un poco calientes.