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--Si quieres yo llevo la bandeja -- dijo el alfa una vez bajaron del auto y vio al omega sostenerla mientras temblaba un poco.

--No, quiero hacerlo yo -- dio una pequeña sonrisa.

--Sé que estás nervioso amor, pero sabes que siempre te daré tu lugar -- enfatizó -- aunque ya verás que te llevarás muy bien con ella.

--La primera impresión que tiene tu madre de mi no debe ser muy buena -- hizo una mueca.

Leonard dió un suspiro, acariciando la mejilla del omega con suavidad.

--Por eso mismo hoy se está dando la oportunidad de dar una nueva primera impresión -- dijo con calidez.

Oliver dió una exhalación.

--Vamos.

El alfa asintió, dirigiéndose hacia la entrada de aquella gran casa en la que pasó toda su niñez y adolescencia.

La puerta fue tocada, acelerando más el corazón del pelirrojo, quien trataba de calmarse.

Y no pasó ni un minuto cuando esta fue abierta, mostrando a aquella señora que hace aproximadamente un mes vio en su recamara.

--¡Hola! Bienvenidos, pasen -- dijo, dejando que ambos entraran, saludando de beso al castaño y deteniéndose a mirar al omega que con su abdomen hinchado y su bandeja de postre dificultaba un poco un abrazo, sin embargo, eso no lo impidió.

>>Oliver, ¿Trajiste esto para nosotros? -- este asintió -- ¡Gracias!, lo llevaré a la cocina, esperenme un momento.

E intentando que sus manos no temblaran, le pasó el recipiente a su suegra, recibiendo una mirada cálida de parte de esta.

--Todo estará bien -- murmuró el alfa en el oido de su omega.

--Vengan, pasen a la sala -- se escuchó la voz de la omega mientras se acercaba a ellos después de ir a la cocina.

Ambos lo hicieron, y al llegar cada uno se sentó, quedando Leonard al lado de Oliver y su suegra diagonal a estos, ofreciéndoles del postre que el pelirrojo trajo.

--Esto se ve delicioso -- sonrió la mujer, para luego dar una probada y asentir mientras cerraba los ojos -- Dios, está muy rico, gracias Oliver.

El omega asintió.

--Con gusto señora Ferguson.

La mujer también asintió, mirándolos a ambos, para luego colocar una expresión un poco más seria.

--Oliver, yo quería aprovechar esta visita para disculparme por aquella vez que fui a tu residencia -- dijo, el pelirrojo sintió sus mejillas calentarse. -- Fui un poco impulsiva pero nunca fue mi intención hacerte sentir incómodo.

El omega dió un suspiro con vergüenza.

--No voy a negar que si me sentí mal ese día, sin embargo, entiendo el porqué lo hizo, incluso, yo tampoco actúe muy bien -- hizo una mueca -- pero creo que el día de hoy es para darnos una segunda oportunidad de conocernos -- sonrió, provocando que el alfa también lo hiciera, al igual que su suegra, que asintió rápidamente y con alegría.

--Así será, gracias Oliver.

...

--Entonces tu mamá vendrá a cuidarte -- dijo la omega, ambos asintieron -- Pero eso es muy bueno Oliver, así tendrás su compañía.

--Si, me alegra mucho que mi mamá venga -- sonrió -- también me hubiera gustado que viniera mi padre y las niñas, pero es algo que salió de sorpresa para los planes que tenían, aunque creo que podrán venir después.

Coincidencia - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora