~Monkie Kid~ 2️⃣

Intimidar

Algo tonto que se me ocurrió y quise compartir xD

Espero que les guste~

Mei bufo, cruzada de brazos y parada en una esquina, lo mas alejada de todos lo miembros de la aburrida fiesta en la que estaba. Sus padres habían sido invitados pero la obligaron a ir con ellos, así que allí estaba, con un vestido incómodamente apretado y horriblemente largo de color verde, con sandalias que solo quería tirar por la ventana mas cercana, su cabello peinado de tal manera que se viera elegante y que ocultara la parte verde al mismo tiempo.

-Esto es tan aburrido...- pensó con una mueca interna, manteniendo una sonrisa amigable y falsa para que sus padres no le reclamaran por la mala cara. Quería irse, cambiarse de ropa y zapatos, quizás dar una vuelta en su moto y jugar videojuegos pero aun le faltaba tiempo para cumplir la petición de dos horas que sus padres le habían impuesto. Miro a su alrededor, su sonrisa falsa volviéndose mas real y cariñosa al ver a MK no muy lejos, vestido con uno de esos trajes de pingüino que todos los demás usaban y con el cabello suelto lo mejor peinado posible, frunciendo el ceño con un puchero infantil ante la comida elegante y poco apetecible que servían. Le había costado horas convencer a sus padre pero había logrado que le dejaran llevar a alguien para no sentirse sola y su mejor amigo no dudo en ofrecerse. -Este tipo no se calla...- pensó, dejando escapar un largo suspiro de cansancio. Había un sujeto, uno que no tenia ni idea de quien era pero con un perfume tan fuerte que le revolvía el estomago, que se le había acercado en algún momento y no dejaba de hablar de algo que realmente no estaba prestando atención. -Vete- gruño en voz baja, apretando los dientes con algo de fuerza, sintiendo su poder removerse en su interior. Cuando ese tipo intento tomar su mano, ahí fue cuando ella decidió apartarse, mirándolo con el ceño fruncido. -Déjame en paz-

-No debes hacerte la difícil, querida- dijo el con una sonrisa burlona y creída en su horrible rostro. Oh, como ella quería borrarle esa sonrisa con un buen puñetazo.

-Déjala en paz- Mei sonrió ante la voz de su amigo, quien se había acercado en algún momento.

-Esto es entre ella y yo, no te metas- hablo aquel sujeto, frunciendo el ceño ante la presencia del menor.

-Dije...- la expresión de MK tenso, con el ceño fruncido y los ojos brillando en dorado, un aura de poder rodeándolo por un segundo. Si no lo conociera, Mei podía jurar que su amigo tenia de repente camilos afilado. -...déjala en paz- gruño, el tipo temblando ante su tono lleno de autoridad y molestia. Decidió irse, haciendo una mueca y murmurando algo entre dientes, volviendo a mostrar una sonrisa temblorosa hacia los demás invitados y secándose disimuladamente el sudor.

-¡Excelente intimidación, MK!- felicito apenas el sujeto se había alejado lo suficiente.

-¿Tu crees?- la miro con emoción, sonriendo y ella no pudo evitar devolverle el gesto. Ahí estaba su amigable y dulce amigo de siempre.

-Fue excelente~- sonrió, dándole palmadas en la espalda al menor, quien se veía emocionado y orgulloso ante su pequeño logro.