Mi Amada #2

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Otra parte solo porque tenia algunas ideas xD

Espero que les guste~

MK se sentía vigilado, podía sentir que aquella presencia fría lo perseguía a donde sea que fuera pero al menos, parecía tener ciertos limites. No lo seguía al baño (¡Gracias al cielo!), parecía estar sentado justo a su lado en el carrito de entregas y se quedaba justo allí hasta que su turno terminaba, no se mostraba en si pero a veces juraba que podía vislumbrar su silueta de reojo.

Era muy extraño, no daba a conocer su presencia cuando estaba con sus amigos pero cuando estaba solo, el fantasma movía las cosas a su alrededor libremente. No va a mentir, grito la primera vez que algo en su pequeño departamento empezó a flotar de repente.

También era muy pegajoso, sentía una fría y suave presión contra su frente o en una de sus mejillas si se quedaba mucho tiempo quieto, estaba bastante seguro de que a veces la presión fría que sentía en sus hombros eran grandes manos, incluso sentía una fría mano pasando por su cabello si se descuidaba.

En algún momento se dio cuenta de que sea lo que sea aquella presencia, no parecía acercarse a los demonios. Cuando estaba cerca de Pigsy, la presencia se alejaba, dándole unos minutos de alivio hasta que su jefe le gritaba que volviera al trabajo. Sucedía algo parecido cuando se acercaba a Red Son o a Macaque o a Wukong pero la presencia no se retiraba del todo, se mantenía cerca y MK podía sentir el enojo que emanaba.

En la noche las cosas se ponían peor, podía sentir un frio que casi parecía llegar a sus huesos, temblando sin importar cuanto abrigo tuviera o con cuantas mantas estuviera tapado, y cuando al fin podía dormirse, sus sueños eran invadidos por un demonio que no conocía, el doble o triple de su tamaño al parecer, de piel azulada oscura, con grandes cuernos y ojos negros, iba acompañado de una mujer visiblemente humana, con el cabello castaño largo y gran sonrisa. Ambos se veían felices y enamorados, mirándose entre ellos y compartiendo sonrisas. Se despertaba de repente, confuso y sintiéndose extrañamente cansado, como si no hubiera dormido en días.

También descubrió, cuando estaba corriendo hacia el hogar de su maestro para un día mas de entrenamiento, que la presencia fría no lo seguía hasta allí. Fue extraño pero un alivio al mismo tiempo, estaba solo al fin, sin aquella cosa que lo había seguido durante unos cuantos días ya.

-Hey, monitos...- saludo a los pequeños monos que lo miraban con curiosidad, soltando pequeños chillidos. Su maestro no estaba a la vista pero iba a provechar ese momento de soledad para recomponerse un poco. Extendió las manos hacia ellos, necesitaba un abrazo y los pequeños siempre parecían estar dispuestos a las muestras de cariño. Uno de ellos, uno que era un poco mas grande que los demás y que MK estaba seguro que era una hembra por alguna razón, se le acerco y lo miro con curiosidad, ladeando ligeramente la cabeza antes de lanzarse. El menos la atrapo sin problemas, sintiendo como ella lo rodeaba con todas sus extremidades para abrazarlo, llegando a rodear una de las muñecas de él con su larga cola. Se sentó, apoyando ligeramente su espalda contra el gran árbol y se aferro. La mona era cálida contra su fría piel, con el pelaje suave bajo sus dedos y sus pequeños sonidos sonando cerca de su oído. Tarareo, decidido a disfrutar de no sentir a aquella presencia fría, disfrutando de la calidez de la pequeña mona que lo abrazaba.

... ... ... ...

Wukong miro a su alumno sentado bajo su gran árbol, rodeado de sus súbditos monos y abrazando a uno de ellos. Había notado el extraño comportamiento del menor, parecía tenso y algo paranoico, mirando a su alrededor constantemente y estremeciéndose en ciertos momentos, casi siendo pegajoso de vez en cuando. Era preocupante pero cada vez que alguno le preguntaba, siempre recibían una gran sonrisa y un "Todo esta bien" como respuesta.

-Hey Kid...- se acerco, sonriendo ligeramente cuando su alumno alzo la vista para mirarlo. Tenia ojeras pero se veía muy relajado, su mano acariciando suavemente el pelaje blanco del mono que lo abrazaba. -...¿quieres hablar?- ofreció con amabilidad, los monos moviéndose para dejarle un lugar al lado del humano.

-...no, gracias...- murmuro, no sonando para nada convencido.

-¿Estas seguro?- se sentó al lado del menor, rodeando los hombros ajenos con su brazos y sintiendo como el humano se acurrucaba contra su costado. -Recuerdo que una vez alguien me dijo que no debo lidiar con todo solo, que esta bien pedir ayuda...incluso si parece una tonteria o es un pequeño problema- tarareo, el menor encogiéndose en su lugar. Él lo había dicho, puede recordarlo. -¿Necesitas ayuda?- ofreció, esperanzado. MK se lo pensó un poco, sabia que necesitaba ayuda porque no tenia ni idea de que hacer con aquella presencia fría que no lo dejaba en paz.

-...por favor...- murmuro, mirando al mayor con ojos suplicantes.

-Bien, te ayudare en lo que pueda- el dios sonrió, aliviado de que su alumno al fin pareciera querer hablar de lo que lo molestaba. -Entonces, ¿Cuál es el problema?-

-Creo que...tengo un acosador- y procedió a contarle todo lo que había pasado en los últimos días. Hablo de la presencia que lo seguía a todas partes, hablo sobre los toques fríos que le daban escalofríos y traían malos recuerdos, hablo del enojo que podía sentir emanar de aquella presencia cuando se acercaba a ciertos demonios, hablo de los sueños que había estado teniendo y de lo cansado que se sentía al despertar. Wukong escucho todo aquello con atención, manteniéndose tranquilo en el exterior pero estaba apretando los dientes y los puños, usando todo su autocontrol para no gruñir con enojo. Alguien se había atrevido a acosar a su alumno, a su sucesor y amigo, alguien iba a sufrir las consecuencias.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora