Lloyd y MK #3

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Espero que les guste~

-¡Esto es muy divertido!- rio Lloyd alegremente, dándole un gran mordisco al chocolate que se había robado. -¡Fue una gran idea!-

-¡Te lo dije!- MK sonrío, animado, abriendo un paquete de galletas y llevándose una a la boca, tarareando con gusto. Ambos estaban rodeados de todo tipo de comida chatarra y dulces, con unos niños sonrientes y emocionados comiendo. Se enderezaron, sintiendo una presencia que se acercaba a gran velocidad, levantándose de sus lugares justo cuando una llama apareció no muy lejos de ellos, dejando ver a dos figuras que los miraban de brazos cruzados. 

-¿Quien rayos son ustedes?- el rubio frunció el ceño ante los desconocidos, mirando a su amigo al escucharlo chillar.

-¡Nezha! ¡Red Son!- miro a los recién llegados con emoción, corriendo hacia ellos, soltando una carcajada cuando el de cabello negro se inclino y lo alzo.

-Eres tan pequeño...- murmuro el príncipe con entusiasmo contenido.

-¿Qué rayos esta pasando aquí, niño de los fideos?- pregunto el pelirrojo, viendo el desastre a su alrededor. Le habían contado todo lo sucedido pero era impresionante ver todo aquello con sus propios ojos.

-¡Estamos conquistando la ciudad!- respondió Lloyd, acercándose y llamando la atención del par.

-¡Si, conquistando la ciudad!- asintió MK con alegría. -¿Se quieren unir a nosotros?- pregunto con esperanza, mirando a los mayores con ojos brillantes y suplicantes, ambos mirándose de reojo entre ellos.

... ... ... ...

-¡Son unos malditos traidores!- grito Wukong al ver un par de pequeños niños uniéndose al par del desastre, uno pelirrojo y el otro de cabello negro.

-¡Dijeron que los convencerían de detenerse!- reclamo Kai con el ceño fruncido, notando como Lloyd volaba por encima de la ciudad montado en un gran dragón verdoso y que parecía estar hecho de simple energía.

-¡Olvide que esos dos son débiles ante los ojos de MK!- gruño el mono, revolviendo con nervios su pelaje. -¡No es mi culpa!- del centro de la habitación, una llama se encendió, dejando ver al pequeño Nezha una vez que se apago.

-Hola~- sonrío enormemente, poniendo a los presentes nerviosos, quienes temblaron al notar la pelota rosa y con brillantina que el príncipe tenía entre sus manos. -Un pequeño regalo- la tiro al suelo y desapareció antes de que un humo rosa con brillantina cubriera el lugar, todos allí empezando a toser.

-¡Odio la brillantina!- se quejo el dios al notar que todos allí ahora tenían brillantina y tonos rosas en sus cabellos.

-Odio todo lo que viene con esta situación...- bufo el mono de las sombras, estornudando y solo haciendo saltar más brillantina. -...voy a preguntar si me dejan unirme- porque estar del lado malo de aquellas bromas no era nada divertido, en serio que no.

-¡No puedes abandonarlos así nada más!- reclamaron ante aquello, espantados. Que el mono de sombras se uniera a aquel desastre solo haría que todo empeorara, estaban seguros de eso.

-¿Tenemos otra opción?- enarco una ceja. -Uno niño con poderes místicos y el otro con los poderes limitados de un dios inepto...- Wukong gruño ante eso. -...por no mencionar que ahora tienen al príncipe super entrenado y al niño loco de fuego de su lado- todos hacen una mueca ante eso, estaban en desventaja, eso era bastante obvio.

-Podemos esperar a que se duerman- comento Pigsy después de unos segundos de silencio.

-¿Y cuanto tardarían?- Cole enarco una ceja.

-Teniendo en cuenta la cantidad de azúcar que de seguro consumieron...más todo el poder que deben estar consumiendo al hacer todo este desastre...- Tang quedo pensativo, fingiendo que estaba haciendo cálculos mentales. -...unas cuantas horas, de eso es seguro-

-No se cuanto pueda aguantar la ciudad- murmuro Sandy ante los sonidos de destrucción, escuchando las carcajadas de los niños no mucho después.

-¿Qué tal el cloroformo?- comento Macaque.

-¡¿Quieres drogarlos?!- Mei y Nya lo miraron de mala manera.

-En realidad...no es una mala idea- dijo Jay, encogiéndose ante la mala mirada que su novia le lanzo.

-¿Existe algún cloroformo capaz de dormir a niños sobre-humanos?-pregunto el de anteojos con curiosidad.

-Cloroformo para demonios...- el mono de las sombras saco una botella de entre sus ropas. -...esto haría dormir hasta el tonto de Wukong- el mencionado gruño ante eso, moviendo la cola con molestia.

-¿Por qué rayos tienes eso?- preguntaron los ninjas con asombro y sospecha.

-Uno nunca sabe~- sonrío con diversión y maldad, el grupo de ropas coloridas retrocediendo ligeramente.

-Bueno...eso resuelve una parte de todo esto...- comento Pigsy, decidido a ignorar lo que el mono de las sombras guardaba entre sus ropas, no era un tema en el que quisiera meterse. -...ahora nos queda poder acercarnos lo suficiente como para dormirlos- y todos los presentes se desinflaron ante eso. Ninguno había logrado siquiera acercarse a ninguno de los niños y ahora que era cuatro, todo solo empeoraba.

-Tengo una idea- tarareo Macaque después de unos segundos, todos tensos ante la sonrisa malvada que tenía en su rostro pero ninguno objeto, estaban desesperados en ese punto.

~Monkie Kid~ 2️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora