~Monkie Kid~ 2️⃣

Gran Tritón #3

Espero que les guste~

Salieron a la superficie, su atención centrada directamente en la cosa muy parecida a una nube que flotaba a pocos centímetros por encima del agua, con una figura sentada encima, una que el menor no tardó en reconocer.

-¡Monkie King!- sonrió al verlo.

-¡MK!- llamó el mayor, inclinándose sobre su nube para agarrar a su alumno y sacándolo del agua antes de que alguno de los tritones pudieran decir algo, abrazando al menor apenas lo tuvo entre sus brazos y sin molestarse por lo mojado que estaba. -¿Estas bien? No te hicieron daño, ¿verdad?- se separó solo para revisarlo pero a parte de verse mojado y con el cabello caído, se veía totalmente bien.

-Estoy bien, fueron muy amables conmigo- aseguró sin dudar y sin molestarse por la actitud ajena, aferrándose a él cuando el dios lo volvió a abrazar con fuerza.

-¡Oye!- bajaron la vista ante la voz, el tritón de cabello castaño mirando al mono con el ceño fruncido, molesto. -¡Devuélveme a mi bebé!- reclamo, su acompañante haciendo una ligera mueca.

-¡No te daré nada, idiota!- gruñó el dios, abrazando a su alumno contra su pecho.

-¡¿A quien llamas idiota, imbécil?!- bufo, agitando su puño con molestia. -¡Es mi bebé, dámelo!- reclamo.

-¡Es mi sucesor, yo lo vi primero!- le sacó la lengua, un gesto que el tritón no dudo en devolver.

-¡E-Esperen!- habló MK, sin querer que esos dos se pelearán, logrando zafarse del agarre de su maestro para tirarse al agua, acercándose el tritón de cola dorada. -Seré tu bebé...- acepto, una gran sonrisa dibujándose en el rostro ajeno, la mismo tiempo que el dios empezaba a reclamar. -...pero tienes que llevarte bien con Monkie King y con el resto...- sonrió ligeramente. -...ellos son mi familia y los amo- confesó.

-Awwww...- Wukong hizo un puchero, luciendo no muy feliz por eso, pero terminó por suspirar. -...esta bien, lo que sea por mi bebé- asintió, estirando los brazos para rodearlo en un fuerte y firme abrazo, escuchándolo reír suavemente contra su hombro mientras correspondía el gesto. -¿Volverlas a mí, bebé?- preguntó con voz suave y llena de esperanza, un tono que su compañero no había escuchado en mucho tiempo.

-¡Por supuesto que lo haré!- no dudo. -Quizás...¿Ustedes puedan venir a visitarme a mi mundo?- preguntó, tentativo. -Podríamos ir al parque acuático, hay uno que abrió recientemente, tiene piletas enormes y toboganes super alto- divago un poco por el nerviosismo.

-Eso suena genial~- asintió con puro cariño al ver a su bebé tan animado.

-¡Oh! ¡También podemos ir a la feria!- los miro con ojos brillantes, emocionado. -No tiene agua pero tiene muchos juegos de todo tipo y se pueden ganar premios, incluso hay mucha comida deliciosa-

-Eso también suena genial- Macaque se acercó entonces, rodeando al par con sus brazos y mostrando una suave sonrisa, feliz de ver a su amigo tan feliz. -Cuando te visitemos, serás nuestro guía-

-¡Totalmente!- asintió con una gran sonrisa. -Aquí, te lo devuelvo- se sacó la bonita pulsera dorada que rodeaba su muñeca y se la extendió a su dueño original. -Gracias por prestármelo- el tritón agarro la pulsera, dejándola en la palma de su mano mientras la miraba con expresión pensativa.

-Es tuya- sonaba decidido, tomando la mano de su bebé para poder volver a poner la pulsera en donde había estado, rodeando la muñeca ajena. -Con esto...podras volver a nosotros cuando tu quieras...- entrelazo sus dedos con los ajenos, mostrando una suave sonrisa llena de cariño.

-...y nos ayudará a encontrarte donde sea que estés si estas en problemas- continuo el de cola oscura, agarrando la mano libre del menor para imitar a su amigo y entrelazar sus dedos con los ajenos. -Estaremos aquí si nos necesitas, así que no dudes en pedirnos ayuda-

-G-Gracias, lo atesorare- asintió con una sonrisa acuosa, dando un apretón a las manos ajenas, soltándolos sólo para poder rodearlo con sus brazos en un fuerte abrazo que fue rápidamente correspondido. Su tiempo juntos fue corto pero eran amables y cariñosos, con aquella familiaridad que sólo hacía que los quisiera aún más. Ahora eran parte de su familia y los quería mucho.

-Mmm...- Wukong suspiro, resignado, su alumno tenía un corazón de oro muy grande y mucho amor para compartir. -Sigue siendo lo sucesor...- gruñó apenas tuvo al menor sobre su nube y entre sus brazos, temblando ligeramente por la briza de la noche que soplaba sobre su mojado cuerpo.

-...pero también es lo bebé- sonrió Wukong, orgulloso y feliz por decirlo en voz alta. - En tu cara, bicho raro- le saco la lengua, divertido cuando el otro gruño con molestia.

-Ustedes dos...- Macaque se cruzó de brazos, llamando la atención del par. -...dejen de pelear...estamos todos del mismo lado ahora, así que hay que llevarse bien, ¿entendido?- los miro con seriedad, casi amenazándolos en silencio. Ambos asintieron, tensos y con sonrisas nerviosas. MK solo pudo sonreír, ahogando su risa contra el hombro del mono, divertido. Esperaba que todos pudieran llevarse bien.