~Monkie Kid~ 2️⃣

Lloyd y MK

Espero que les guste~

Nota: ¡Muchas gracias a hikaru-fukawara por las ideas!

MK escucho con atención y el corazón encogido de aquel chico con el que se había encontrado de repente. De alguna extraña manera se conocieron y sin razón aparente, simplemente se pusieron a hablar, de alguna manera sus historias saliendo a la luz.

-¿Te quitaron tu infancia?- lo miro con tristeza.

-Si...pero era lo mejor que se podía hacer en el momento...- el rubio, que se presento como Lloyd, mostro una pequeña sonrisa. Se veía triste, algo melancólico, pero no arrepentido. -...se necesitaba al ninja verde maduro y entrenado...así que...- hizo un gesto hacia si mismo.

-Oh...- eso sonaba tan mal, obligado a crecer de repente y madurar solo para lidiar con todo una situación horrible. -¡Oh!- y de repente, una idea se le vino a la mente, recordando una pequeña cosa que había encontrado entre las cosas de su maestro hace no mucho tiempo. -¿Quieres ser un niño por un día?- pregunto con emoción, había querido probar esa cosa en si mismo pero con compañía, todo siempre era mejor.

-¿Eh?- lo miro, parpadeando con confusión. -Eso no es...una buena idea- se rasco ligeramente la nuca. Le gustaría ser un niño, solo para comer dulces a montón y hacer travesuras, pero no podía, era el ninja verde y tenía responsabilidades. -Tengo muchas cosas que hacer y ser un niño de vuelta seria solo...una distracción- hizo un gesto vago, nervioso.

-Solo será un día- sonrío, esperando poder convencerlo. -Comeremos dulces, jugaremos, haremos travesuras y luego, volveremos a nuestras vidas normales...- lo miro con ojos brillantes y suplicantes. -...¿no suena bien?-

-...mis amigos me van a matar por esto- hizo una mueca al pensar en como reaccionarían sus amigos.

-...mis amigos también...- asintió, sabiendo que se metería en problemas. -...pero podemos ocuparnos de eso después~- ya luego enfrentaría las consecuencias de sus actos. -¿Qué dices, amigo?- Lloyd desvió la mirada, pensativo. No debería aceptar, lo sabía, pero era tentador, un día de libertad y juegos, un día de descanso.

-...te culpare de todo lo que suceda a continuación- lo miro con una sonrisa.

-Aceptare eso- sonrío enormemente, encantado ante la aceptación sin palabras. Engancho su brazo con el ajeno, acercándose, levantando con su mano libre una pequeña esfera de cristal con las palabras "niño por un día" escritas en una cinta pegada a su alrededor. -¿Listo?- estaba muy emocionado, eso se notaba.

-Listo- ya no había vuelta atrás. El castaño tiro la esfera, la cual se estrello y se rompió contra el piso bajo ellos, cubriéndolos de una pequeña nube de humo color celeste y cuando eso se disperso, dejo ver dos niños. Uno de ellos rubio y vestido de negro, el otro castaño y vestido de colores brillantes, ambos luciendo ligeramente confundidos. Se miraron entre ellos, una lenta y gran sonrisa dibujándose en sus rostros. -¿Quieres hacer bromas?- señalo hacia el montón de gente que caminaba como si nada por la ciudad.

-¡Vamos~!- asintió rápidamente. Se levantaron y corrieron, riendo alegremente, las personas mirándolos con curiosidad y algo de ternura, sin saber el desastre que se avecinaba.

... ... ... ...

Wukong, preocupado porque su estudiante no apareció para entrenar y tampoco respondía su teléfono, decidió montar su nube para ir directamente a la ciudad, solo para detenerse en seco al ver el caos que era todo. Había pintura manchando las paredes de algunos edificios, personas corriendo espantada y quejándose de haber sido víctimas de bromas, los dueños de algunas tiendas reclamando que un par de niños les habían robado todos los dulces que tenían. En enarco una ceja ante todo eso y fue a la tienda, esperando conseguir algunas respuestas.

-¿Qué rayos fue lo que pasó?- preguntó apenas vio a todo el grupo allí reunido.

-MK y ese nuevo amigo suyo fue lo que paso- respondió Mei con una mueca, limpiándose lo que parecía ser pintura que manchaba su rostro.

-¿MK?- enarco una ceja ante eso, sin poder creerlo. -¿Nuestro amable MK?-

-Sip, nuestro MK...transformado en niño al parecer- Tang volteo su teléfono, mostrando una foto sacada de una de las cuentas del mentó, donde se mostraba a ambos niños con grandes sonrisas y las mejillas manchadas de dulces, con las palabras "¡El mejor día del mundo!" justo arriba.

-Ese niño...de seguro se metió con mis cosas...- bufo entre dientes. Se voltearon al escuchar la puerta abrirse de repente, solo para ver a un mono muy familiar completamente cubierto con harina al parecer, dejando huellas de color blanco a medida que se adentraba. -Wow...¿Qué te paso?- se rio, divertido ante la apariencia ajena.

-Esos mocosos...- Macaque grupo, con los dientes apretados. -...eso fue lo que me paso- se sacudió ligeramente, sin poder sacarse toda la harina de encima. -Ríe mientras puedas, maldito...- miro con odio hacia el dios, quien se estaba riendo a carcajadas. -...ya quiero ver como lidias tú con esos dos- estruendos y gritos se escucharon venir de afuera, seguido de un par de risas malévola e infantiles. Era mejor encargarse de ellos pronto, no sabía cuánto podría resistir la ciudad.