Shimizu5678 pidió algo entre Macaque-Reborn y MK, así que aquí esta :3
Espero que les guste~
MK no esperaba quedarse mucho tiempo en aquel mundo y mucho menos esperaba perderse de alguna manera, aunque su mayor sorpresa en esos momentos fue encontrarse de repente con lo que parecía ser la versión de Macaque de ese mundo. Era serio y algo aterrador, con el pelaje luciendo una extraña combinación de blanco y negro, con sus ojos dorados brillante que lo miraban fijamente y sus orejas coloridas moviéndose apenas, atento a todos los sonidos de seguro, por no mencionar la gran y visible cicatriz que marcaba su rostro.
-¡Hola!- decidió romper el silencio entre ambos, sonriendo y sacando un par de manzanas de sus bolsillo, mostrándolas. -¿Quieres compartir?- le dio una pequeña mordida a una de ellas y tarareo con gusto, demostrando que solo era una fruta. -Es dulce~-
-Deberías estar corriendo, simple humano- gruño, usando su gran altura para alzarse por encima del menor, quien parpadeo mientras alzaba la vista para mirarlo.
-No das tanto miedo- era aterrador pero seguía siendo Macaque, así que no tenia tanto miedo como debería. -Entonces...- sonrió, extendiendo la manzana intacta. -...¿quieres?- el mayor lo miro fijamente por unos minutos tensos y silenciosos, analizándolo con sus ojos dorado brillantes, casi como si esperara algún tipo de reacción negativa del parte del niño pero MK se mantuvo quieto, sonriendo y extendiendo una ofrenda de paz.
-Eres tan raro...- pareció rendirse, sentándose de piernas cruzadas y aceptando la manzana, dándole un gran y ruidoso mordisco, su expresión relajándose apenas ante el dulce sabor.
-¡Gracias! Me lo han dicho mucho~- tarareo, tomándolo como un cumplido, dándole otra mordida a su manzana.
-¿Quien eres tu?- pregunto de repente, algo brusco y con el ceño fruncido, desconfiado por el momento.
-¡Soy MK!- sonrió, extendiendo una de sus manos con decisión.
-...Macaque...- dudo pero al final, agarro la pequeña mano que le ofrecían, confundido al no ver miedo en el rostro ajeno.
-¿Estas bien?- pregunto, preocupado ante el toque helado. Sabia muy poco de la resurrección de su amigo pero por lo poco que le había dicho, se había sentido frio como el hielo durante un tiempo.
-Si...- hizo una mueca, soltando su mano de la ajena y luciendo tenso de repente. Suspiro, los ojos del menor abriéndose con alarma al notar que el aliento ajeno se podía ver un poco, como si estuvieran en un tempano.
-¡Tienes frio!- chillo, levantándose sin siquiera pensarlo y lanzándose sobre el mono, abrazándolo rápidamente.
-¡¿Qué rayos haces, niño?!- se tenso al instante, alzando las manos con la clara intención de alegarlo de su cuerpo, aunque estaba confundido por la falta de ataques.
-¡Tienes frio y soy cálido, así que te abrazo!- respondió con firmeza, sorprendido de lo frio que el mono se sentía a pesar del pelaje. Tardo pero podía sentir como el mayor se relajaba lentamente, sonriendo al sentir las manos grandes posarse tentativamente en su espalda y ahogando un chillido cuando el mayor se apoyo lentamente en su toque. Era de otro mundo pero seguía siendo Macaque y él adoraba los abrazos, incluso si nunca lo decía en voz alta.
Esa misma noche, después de muchos errores y golpes, logro encender una pequeña fogata para mantener el calor en la noche y para iluminar un poco aquella oscura cueva. MK miro de reojo a Macaque, quien estaba acurrucado en si mismo y durmiendo al parecer, aprovechando eso para mirar hacia la salida y activar su visión dorada, sin ver a nadie siquiera cerca de donde estaban.
-Espero que me este buscando al menos...- pensó, bostezando ampliamente, acomodándose lo mejo posible en el suelo y durmiéndose en algún momento, solo para despertar al día siguiente con un grito, sintiendo algo rodeando su tobillo y alzándolo, parpadeando con algo de sorpresa al estar colgado de cabeza.
-Murmuras mientras duermes...- hablo el mono, luciendo ligeramente divertido.
-¡Lo siento~!- sonrió, avergonzado y sintiéndose ligeramente culpable, su murmullo de seguro lo había molestado un poco. -¿Ya es de mañana?- el mayor asintió, soltándolo de repente. MK se quejo al caer de espaldas contra el duro suelo pero se apresuro a levantarse, emocionado por la mañana. -¡Busquemos comida!- tenia hambre. Empezó a caminar hacia la entrada de la gran cueva bajo la montaña en la que estaban, deteniéndose al no escuchar al otro seguirlo y se volteo, notando que el mono aun estaba sentado en su lugar, tenso y sin hacer amague de moverse pronto. -No has salido de aquí en un tiempo, ¿no?- se mordió el labio inferior, pensativo, acercándose a paso lento. -Vamos afuera, el sol es cálido y te ayudara a entrar en calor...- mostro lo que esperaba fuera una alentadora sonrisa, extendiendo su mano en una invitación. -...te encantara~-
-Eres un niño muy raro...- bufo pero agarro la mano ajena, levantándose de su lugar y dejándose guiar, tenso, aunque todo eso se desvaneció al instante en el que estuvo afuera. Cerro los ojos gustoso de sentir la calidez del sol de la mañana que ahuyentaba bastante el frio que había sentido desde que despertó, sin notar como el menor lo miraba con una gran y feliz sonrisa.
-Muy bien...- lo soltó y se aparto, decidido a darle algo de tiempo para disfrutar la calidez, alzando la vista para ver la copa de los arboles que por allí había. Eran altos, demasiado para trepar por su cuenta y no quería arriesgarse a sacar su bastón, temeroso de la reacción ajena. Estaba pensando en su siguiente acción cuando de repente había manos bajo sus brazos, solo abriendo los ojos con alarma cuando fue alzado y dejado en la espalda ajena, sus manos aferrándose inconscientemente al pelaje y sintiendo la larga cola rodeando su cintura.
-Sujétate~- fue la única advertencia que tuvo, soltando un chillido cuando el mono salto repentinamente y riendo sin poder evitarlo mientras iban de rama en rama. No supo cuanto tiempo estuvieron así pero fue divertido y emocionante, como dar un paseo en tigre o en la nube voladora. Se sentaron en una de las tatas ramas, comiendo algo de fruta que habían encontrado. -Entonces...- hablo de repente. -...¿estas esperando que Wukong venga por ti?- eso llamo su atención.
-¿Como es que...?- lo miro con los ojos bien abiertos, sorprendido.
-Apestas a él...- arrugo ligeramente la nariz. -...además...- se inclino, alzando lentamente una de sus manos y tocando con su dedo el pecho del humano, quien parpadeo con confusión. -...hay que ser ciego para no ver ese enorme sello en ti- sonrió, algo burlón, retrocediendo para apoyar su espalda contra el tronco del árbol y volver a acomodarse, moviendo lentamente su cola que colgaba a un lado.
-Tonto sello...- hizo un puchero, el sello lo delataba todo el tiempo.
-Así que...¿Quién eres tu?- volvió a preguntar, aunque esta vez mucho mas relajado.
-Es una loca y rara historia pero todo es cierto, te lo aseguro- llevo su mano a su oreja y saco su bastón, haciéndolo crecer con mucho cuidado y sosteniéndolo frente suyo, mostrándolo, notando como los ojos ajenos se abrían ligeramente de la impresión. -Soy Monkie Kid y soy de otro mundo, en donde soy el sucesor de Monkie King...- y así empezó a contar su historia, el mono escuchándolo atentamente.
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~Monkie Kid~ 2️⃣
Fanfic¡Libro cerrado! ¡Segundo Libro! Si algo se me ocurre, aquí lo publicare ^_^ Nota: La imagen de portada no me pertenece, la encontré en Pinterest. Derechos a su respectivo creador Nota-2: Aceptó ideas~ Nota-3: Cuidado, hay Spoiler :3 Nota-4: No escri...